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Narra Sam

Mia se acababa de ir saber donde con Claudia, supuestamente su novia lo cual sé que no es cierto. Fui detrás de ellas para saber donde estarían pero al salir del salón del lugar choque con alguien derramando lo que sea que llevaba en nosotros.

- ¡Hey! -dije yo molesta viendo abajo, mi ropa estaba empapada ¿esto era café? por suerte estaba frio.

- Lo siento pequeña pero tu chocaste conmigo -respondió el tipo.

- Pequeña tu abuela hijo... -lo volví a ver furiosa por llamarme así, mientras hablaba pero pare en seco al verlo, era alto, pelirrojo y pecoso, llevaba gafas, no voy a mentir era bonito, se veía puro niño bueno. Subió la ceja esperando mi respuesta, wow se ve más varonil así, más maduro y sabio. De repente curvo sus labios hacia arriba, era una sonrisa que, a pesar de ser burlesca, se le marcaban perfectamente unos hoyuelos a los lados de sus finos labios y mejillas llenas de notables y admirables pecas. Escuche que alguien tosió falsamente y salí de mis pensamientos fangirl. Lo vi bien y el enojo volvió a mi.

- ¿Qué paso, te corto la lengua el gato? -dijo el tipo, juro que si no fuera por su cara de niño le quiebro esa nariz pecosa. Pero le hice el mal de ojo- bueno, como pareces ser muda, ya me voy.

- Así que eres cobarde, ¿eh? -dijo otra voz- tu mamá no querrá saber esto.

- Cállate Steve, y no le digas nada a mamá -contesto el cara de niño caprichoso.

Vi a Steve, era igualito al cobarde.

- Ese no es modo de tratar a una dama Byron -dijo y se acerco a mi- disculpa a mi hermano, es un odioso cuando viene de visita, pero por suerte se ira la semana que viene, ¿estas bien?

- Si, estoy bien -susurre.

- ¿Así que sabe hablar la muda? -dijo el otro, estaba apoyado en la pared mientras nos veía con burla. Steve se tenso pero yo me acerque rápido a Byron y guardo silencio de inmediato.

- Yo que tu me callaría niño de mami -dije cerca de él, estaba calladísimo- ¿Qué paso pequeño, te comió la lengua el gatito?

- Eres una chica traviesa -susurro el, tratando de intimidarme.

- ¿Yo una chica traviesa? Eso no va conmigo niño, pregúntale a quien sea, yo no soy una chica traviesa, conmigo no querrás jugar, no juegues con fuego que te vas a quemar ¿si? -guiñe el ojo y me fui- adiós Steve -dije normal.

Me fui de ese pasillo, lejos de esos hermanos, llegué adonde estaba Jack y lo besé. Cuando nos separamos Jack me vio confundido.

- ¿Y desde cuando me besas así como así, de la nada? -pregunto Jack jugando con un mechón de mi cabello.

- ¿Qué no puedo besar a mi novio cuando yo quiera? -dije sobando su hombro, Jack sonrió, me tomo de los hombros y me besó a la fuerza, me gusta que se haga el posesivo.

(#)

Estaba exhausta, use el resto de mi energía en pararme de esta cama, ayer fue genial, estuve en la fiesta de Tyler, conocí a tres chicos nuevos, Claudia, Steve y su hermano grosero, Byron, y por si fuera poco, estuve toda una noche a solas con mi novio.

Me levante sin hacer ruido, opte por ponerme una camisa de Jack, que me queda obviamente grande y nada más que mi blúmer, pues tendría todo el día libre y quería pasarlo cómodo y sin que me estorbara nada. Al bajar todo estaba normal pero al tomar mi café y estar en la sala noto algo en el sofá. Es un papel amarillo, un pedazo de cartulina doblado. Lo tomo y lo veo. Es otra carta, lo sé por la letra, a penas han pasado un par de noches de la anterior y ya tengo otra.

Hola Sam, buenos días, me he enterado que leíste mi carta anterior, puede sonar aterrador pero descuida, no planeo hacerte daño. Ni a ti, ni a nadie, debo admitir que cuando supe de ti, de tu novio mejor dicho, quise tener las agallas de ir a hablarle, de presentarme, ya sabes, los conocí hace mucho tiempo y quería saber que tal de sus vidas, Sam, no lo tomes a personal pero en cuanto supe de que él es tu novio, por algún motivo no le escribí a él sino a ti, y es porque, no te confundas ni te asustes, te quiero conocer más de lo que ya lo hago. PD: avísame si voy muy rápido por favor, suelo ser directo, que pases un feliz viernes. Firma Anónimo.

Cuando la terminé de leer casi me atraganto con el café y es porque ¡hoy es viernes! Como puedo meto el papel debajo de un cojín porque Jack bajo las gradas rápido, yo seguía tosiendo.

- ¿Estas bien Sam?

- Si -dije cuando pare de toser- es que el café esta pasado... hay que hacer las compras.

- Tranquila, yo iré a trotar y luego a comprar lo que necesites -me beso- buenos días bonita -dijo sobre mis labios, yo sonreí y lo bese de nuevo.

- Buenos días lindo -dije yo sonriendo sobre sus labios.

- Sabes rico -dijo sin separarse.

- Me comí el último alfajor -dije inocentemente.

- Mmmm... Ese era mío -dijo y se separo- ya es tarde, iré a trotar rápido y salgo al supermercado, puedes enviarme la lista de compras -se fue a la puerta- vengo más tarde bonita.

- Te espero lindo -dije y Jack salió de la casa.

Yo me pare y fui al sótano, en el suelo debajo de una tabla en donde una parte que estaba hueca, la abrí, hay muchos secretos en esta casa que solo yo sé, porque los han confiado solo a mi y a nadie más. Agarre la caja de metal que estaba ahí, aquí guardo mis ahorros y una llave que no sé que abre, pero que parece importante.

Flashback

Estaba en mi cuarto, estaba escuchando a papá y a mamá hablar seriamente, Max no estaba, estaba de viaje en otro lado por una actividad de su instituto por lo tanto no estaría en toda la semana en casa. Yo estaba en mi cuarto, durmiendo según mis padres, la verdad es que, ha pasado mucho tiempo desde que tengo insomnio seguido y casi a diario, hoy no tenía ni una pizca de sueño, como casi siempre. Esto no lo sabían mis papás, para qué contarles, aún si lo hiciera no pudieran hacer nada, quizás y me mandarían a la cama más temprano y ya, lo que pasa es que mientras más noche es, menos sueño tengo ya que todo esta mas tranquilo en mi cabeza pero en vez de dormir, estoy más activa y preparada para lo que sea.

Como sea, estoy escuchando a mis padres hablar, aunque hablan bajo, los escucho un poco.

- ¿De qué estás hablando Erika? - escuché a mamá decir, de seguro y habla por teléfono, hace más de un año que no veo a mi tía Erika, casi cumplía 16 años- ¿Cómo que la única heredera es Sam?

- ¿Qué? -dijo papá- dámelo un momento... Erika soy Juan, esposo de Cristina, a ver, no estoy entendiendo muy bien, cuéntame.

Vi que luego de un rato papá colgó y volvió a ver a mamá, mamá estaba en el tocador peinándose.

- Sam es la heredera -dijo papá- ¿Por qué crees que Alana Campos dejaría como única heredera a Sam? Ni siquiera han pasado tiempo juntas.

- Si se conocen, estuvieron juntas en una sesión de fotos, yo la lleve a conocerla, la lleve a mi casa de pequeña. Yo nunca creí que... -la voz de mamá se quebró.

- ¿Cómo Erika puede estar tan segura de que sea así?

- Ella trabaja de investigadora con el FBI y la DEA.

Después de dos días llego Max y me olvide del tema, luego iba a cumplir años y mi papá tuvo un ataque y paro en el hospital, estuvo una semana en el hospital y murió el 19 de marzo, 7 días después de mi cumpleaños, ese fue mi peor cumpleaños. Después de unos días, mi mamá entro en una crisis nerviosa y fue al hospital pero en el camino chocó y por el impacto termino en el hospital, paso en coma casi dos años, la persona se hizo cargo económicamente y la llevo a un hospital, resulta que es el hijo del doctor quien le chocó, igual pago todo y mamá lo perdonó, pero en el choque por el impacto perdió la habilidad de hablar. 

Maratón 2/3

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