Confía2

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Narra Carolina

- Todo estará bien, te he extrañado como no tienes idea, te amo mucho cariño -susurro Jack contra mi mientras me besaba la frente- Aquí estoy y no te pienso dejar sola otra vez, no nos podrán separar nunca más, lo prometo.

No podía decir ningún tipo de palabras, no me salían de la boca, estuve casi dos meses sin verlo, desde hace más de un mes estoy aquí en Canadá esperándolo y por fin ha venido.

(#)

Nos quedamos así por unos minutos, ahorita estábamos sentados en una banca que había por aquí cerca, Thor ya había parado de olfatearlo y se había quedado aquí cerca sentado, viéndonos y vigilando, era tan lindo.

Estábamos viendo el paisaje. Empezaba a oscurecer.

- Te extrañe mucho Jack -susurre al fin- ¿cómo están todos?

- Todos te extrañan, nadie ha sido normal desde que no te vemos. Desde esa noche. Llévame a tu casa.

Se aproximaba algo importante, lo sé. Pero no estaba lista para enfrentarme a los problemas de los pasados meses.

- ¿Podemos ver las auroras boreales antes? -susurre- nunca las he visto, te he estado esperando para verlas porque es nuestro sueño verlas juntos ¿no?

- Claro cariño -dijo mientras pasaba su brazo por detras de mi, abrazándome otra vez, arrecoste mi cabeza en su pecho. Thor se hecho cerca de nosotros y vimos los tres como comenzaban a verse las auroras boreales.

Narra Meg

Estaba caminando de un lado para otro, viendo todo en la casa. Esto era muy diferente, muy aburrido. Las paredes eran beige, blanco y rosa pálido. No nos gustaban estos colores a mamá ni a mi. Vi cada habitación, su cuarto era beige con lunares rosa pálido. La única habitación diferente y que no pareciera de señora mayor, era un cuarto azul oscuro. Tenía una cama para perros y un colchón, también juguetes para perros, vi que afuera estaban los platos de comida y también un pequeño rotulo en forma de hueso que dice Thor, el nombre del perro. Me pregunto de que raza y color es. Si es grande o no.

O si Sam ya hizo amigos aquí. O cómo vive aquí en esta casa que se ve tan aburrida y que le faltan colores vivos. La señal aquí es un asco, no me puedo comunicar con Charly para preguntar por mis hermanos.

Escucho la puerta principal abrirse y voy casi corriendo a la entrada. Son Jack y Sam. Corro a abrazarla.

- Mamá -susurre abrazándola.

- Meg... -dijo sorprendida- estas aquí.

- Prométeme que nunca volveras a no responderme el celular -dije sin soltarla- Erika lo tenía, dudé si te había hecho algo pero es familia y...

- La familia no se hace daño -termino de decirme- hablando de familia, ¿y Marissa y los chicos?

- En casa, los cuida Charly.

- Es un buen chico -dijo ella y ahora ella me abrazó- te extrañe mucho en este lugar tan aburrido.

- ¿Cómo has estado mamá? -susurre abrazándola.

- Te he extrañado todo este tiempo neni.

- Yo también nani -dije remarcando nani.

Sam me decía cuando era pequeña neni molestandome así que yo le decía nani molestandola de vuelta. Pero con el tiempo ya no me molestaba que me dijera así, sino que me gustaba y fue nuestro apodo de cariño.

- No quiero interrumpir pero sueltenla -dijo Max entrando mientras Sam y yo nos separabamos- ella es mía -se abrazaron tan duro que me sorprendió no verla incómoda con el abrazo.