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Narra Sam 

Estuve pensando en lo que dijo Natasha ayer, dijo que le dijera a Jack que no me trate como su mascota, yo no soy su mascota ¿o si? ¡No, por supuesto que no!, ¿porqué será que dijo eso? Debo hablar seriamente con Natasha, ayer no pude porque estaba Raquel y estaba triste por el chino así que estuvimos dándole apoyo. 

Vi la hora, demonios ya era tarde debía ir a trabajar. Me levante rápido y baje corriendo ya que iba tarde al trabajo. Casi choco con alguien y ese alguien es Mia.

- Oh, buenos días Sam -dijo Mia a media sala, note que algo andaba mal.

- ¿Mia, porqué andas aun pijama y porqué mi sofá esta desecho? -dije en un principio pero al saber que no me haría caso, lo dije directamente- ¿Dormiste en el sofá Mia? -me veía nerviosa y cuando abrió la boca yo la interrumpí- no me molesta que hayas dormido en el sofá pero al menos dímelo cuando lo hagas, allá arriba tienes tres camas solo para ti, aprovéchalas. 

- Es que... -yo la vi esperando respuesta- me dio pena, ustedes han hecho mucho por mi y yo... -se calló de golpe- no se como agradecerles -susurro finalmente.

- No tienes por qué agradecernos nada, somos amigos y para eso son los amigos -sonreí y le puse mis manos en sus hombros- mira, tengo que ir a trabajar, trabajo algunos días a la semana, bueno, cuando me llaman, vendré un poco después de almuerzo espero... ¿esta bien?

- Esta bien -sonrió de lado, aunque pude notar que era una sonrisa fingida, como las mías... 

- Al venir podemos hablar, ¿si? Al venir yo, tu me contaras todo lo que no me has contado ¿esta bien? -Mia asintió y se limpió una lágrima que se le salió. 

A veces me pregunto porqué yo soy tan maternal o lo que sea, estoy ayudando a Mia, la ex mejor amiga de mi novio, una amiga mía... Ella es mayor que yo por un año, y es unos meses menor que Jack. Jack debería estar ayudándola no yo, después de todo ella hizo mucho por él.

- Esta bien, vuelvo después de almuerzo, hay pizza en el horno...

- No gracias, vomite ayer -dijo simplemente.

- Después de toda esa comida de antier no me sorprende en lo más mínimo -dije yo y Mia se sonrojo de la vergüenza- solo intenta comer poco y lento para no vomitar -le dije, le di una palmada en el hombro y me fui.

Narra Mia

Sam se había ido al trabajo, no dijo donde era pero dijo que vendría después de almuerzo quizás así que la espero tipo tres de la tarde, fui arriba a vestirme y luego fui a despertar a Jack, quien seguía dormido.

- Jack -dije bajito y no respondió así que hice lo que siempre hacía en Florida: fui por un florero, le quite las flores y lo derrame en su espalda, el agua estaba fría.

- ¿Ah, pero qué? ¡Miaaaaaa! -dijo parándose y quitándose la camisa de un sólo- ¡eso estaba puro hielo! ¿Me quieres enfermar? ¿Es por no llevarte de compras ayer? ¿Volvemos a los viejos tiempos he? -decía todo rápido.

- Nop, es por otra cosa -sonreí- vete a bañar, te haré un sándwich.

- ¿Un sándwich? ¿Y que no que estabas triste por a saber que cosa? -pregunto y lo mire seria, Jack se retracto- si lo sé, no es el momento, ¿Qué tanto le hechas queso ahora? -Jack ama el queso.

- Eso depende de cuál tengan y qué tan rápido llegas, es importante así que mueve el culo -dije y baje pero antes de salir del cuarto siento agua fría en toda mi espalda y doy un brinco- ¡¿y yo porqué Jack!? ¡Demonios esto es hielo! ¡Me voy a enfermar si no me cambio ya!

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