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Narra Sam

Ya han pasado dos semanas, así es, nos vamos a mudar hoy mismo y ya ni se que quiero, ósea quiero mudarme ya a esa casa pero no quiero dejarlos. Y se me ocurrió algo a medio camino para llegar la casa nueva. Le llame a Max.

- ¿Dejaron algo, Sam?

- No algo precisamente -dije sonriendo.

- No entiendo.

- Pronto lo harás.

(#)

- Muy bien, te amo y todo pero ¿Por qué volvieron? -dijo Max al vernos frente a la casa mientras Jack bajaba su play.

- Lo que pasa hermano es que nosotros buscamos casa para darles más espacio a ustedes y en realidad encontramos y compramos una casa más grande que esta y como ustedes son cuatro y nosotros somos dos, creo que nosotros estamos bien aquí si ustedes están en la casa de nosotros - me vio confundido- ¿Te parece el trueque?

- No.

Ahora es mi turno de mirarlo confundida.

- Mis hijos estudian a dos calles de aquí y la casa de ustedes es a dos ciudades de aquí...

- A media ciudad de aquí -dije yo corrigiéndolo.

- Como sea, es muy lejos de aquí y no pienso vivir tan lejos de mi hermanita -dijo haciendo un puchero para tratar de convencerme.

- Hay piscina -dije yo- y un gimnasio y un gran garaje, cocina, sala y comedor, Chris y Meg no tendrían que volver a compartir cuarto y hay dos cuartos de visita y si tienen mascota hay un gran jardín. Es buena la oferta, piénsalo -le guiñe el ojo.

- No es una buena oferta, es una tentadora oferta, ¿Cuál es él problema?

- Esta cerca de la carretera y el tráfico es lo malo... -se me quedo viendo serio y lo supe de inmediato.

Y hasta aquí llegaron mis oportunidades de convencerlo. Es inteligente, guapo, multiusos ya que no sabe hacer una cosa no por nada le dicen el hombre perfecto, competitivo y jodidamente difícil de convencerlo, justo y tal como yo.

Pero la diferencia entre el y yo es que yo soy brillante, suertuda, no me rindo nunca, si no se puede hacer algo le busco solución inmediata, soy competitiva orgullosa de serlo, justa y disciplinada y por nada del mundo nadie me convence de nada, soy manipuladora.

Camine hacia la casa, Alex nos estaba viendo a lo lejos, le sonreí y ella me abrazo.

- ¿Harías eso?

- Claro, si ustedes quieren.

- ¿La casa donde queda?

- Cerca de tu trabajo, como a dos calles, cerca de la carretera.

- Fantástico, ¿me ayudas a empacar?

- Para mi ayudar es un placer -dije y nos fuimos a empacar.

(#)

Alex estaba saliendo de casa con dos maletas, Chris tenía otra y Meg llevaba una mochila.

- ¿Y ustedes a donde van? -dijo Max quien estaba cerca de la puerta al verlos pasar.

- Vamos a nuestra nueva casa, ¿vienes?

Max me volvió a ver y yo me encogí de hombros.

- Nos escucho, yo no lo planee pero debo debo admitir que se siente bien ganar -le sonreí victoriosamente mientras Max me fulminaba con la mirada y se iba donde Alex para hablar.

Me les quede escuchando de lejos. Esto sería interesante.

Narra Max

- Alex, querida, debemos hablar -ella se giro a verme y dejo las maletas a la par de los niños- ¿mudarnos a media cuidad de aquí no te parece una decisión en familia?

- Los niños y yo queremos mudarnos, tres contra uno amor, ¿por?

- ¿Aún así no piensas que es un poco drástico todo esto de mudarnos hoy mismo?

- Hay amor, debes aprender a ser más espontáneo -dijo Alex viéndome- además los niños están en vacaciones, el momento perfecto para cambiarlos de escuela, yo trabajo cerca de la nueva casa por lo tanto no tengo que madrugar y llegare más temprano y tu trabajas desde tu computadora y si, a veces te llaman pero no es tan seguido, además ya oíste todo lo que tiene la nueva casa -dijo Alex haciendo ojos de cachorrito, yo estaba serio pero eso me tranquilizo un poco, esa casa nueva tiene sus ventajas.

- ¿Realmente quieres mudarte?

- Así es -dijo decidida.

- Entonces no hay modo que pueda convencerte de quedarte aquí ¿verdad?

- Correcto, entonces vienes ¿no?

- No tengo opción.

- Bien porque ya empaque lo tuyo, empaca el trampolín -me beso y fue a subir las maletas al camión.

Me gire y vi a Sam arrecostada en la cerca mientras veía a los niños en el trampolín, estaba sonriendo.

- Esta vez tu ganaste, pero esto no se quedará así -dije sonriendo mientras empezaba a doblar el trampolín con la ayuda de Chris.

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