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Narra Sam

Tenía que hacer una llamada pronto. Meg me llamó hace unas horas y sé casi perfectamente cuando van a venir. Tengo que llamar a Becca, mas conocida como realmente se llama Alana Campos, Becca es solo su falsa identidad, por prevención. De todos aquí solo yo sé el pararedo y la nueva identidad de Alana Campos, para todos Becca es una amiga rara que conocí en Internet. Como no le puedo llamar porque es probable que levante sospechas, le escribí un mensaje.

Código rojo.

Después de eso le mandé la ubicación de donde estoy y en menos de un día llegó aquí.

(#)

- Sam, tu amiga rara llegó y dice que quiere hablar contigo -dijo Jack entrando a donde estaba, yo me giré y vi que Becca estaba fuera de la cabaña esperandome.

- Okay, vuelvo en una hora.

Salí y salude a Becca, nos fuimos un poco mas lejos del lago, ahí tendríamos mas privacidad para hablar, era una zona medio oculta, había una banca y algunos árboles y arbustos al rededor.

- ¿Es un código rojo, de verdad?

- Así es, ella nos está buscando -no tenía que decir su nombre para que entendiera.

- Deberíamos estar separados, así si nos encuentra no nos encuentra a todos juntos.

- Esa es la cosa, nos tiene amenazados a casi todos y sabes que yo no respondo a amenazas, si llega a amenazar a alguien mas.

- Me gusta tu actitud Sam, pero con Alana Castillo no se puede simplemente ir a ponerla en su lugar. Nunca te le has enfrentado.

- Yo no pero tu si, a las dos, sabes perfectamente quien es mas fuerte.

Becca me volvió a ver preocupada.

- ¿Qué? -dije yo.

- Ese es el problema -dijo Becca- las dos son muy fuertes. Tienen entrenamiento de toda la vida y su actividad física es muy buena, son muy buenas las dos. No sé si la puedas vencer. No sé si ella te puede vencer.

- ¿Y que tal con lo emocional?

- Ella es un monstruo, te comería viva.

- Entonces...

- Lo más que podemos hacer es no caer en sus juegos.

- ¿Sus juegos? Esa mujer amenazó a mi peque de cinco años -dije confundida, ¿Quién podría jugar así?

- Alana Castillo juega así -dijo leyendo me la mente- a veces amenaza y le gusta asustar, soy testigo.

- ¿Ella no es peligrosa?

- Claro que si, le gusta ver sufrir a los demás. Yo pase con ella toda mi vida, sé de lo que es capaz, es un peligro andante.

- ¿Cómo sé que dices la verdad?

- Es mi madre, sé de lo que hablo. Ella no me secuestró, ella me parió y cuando lo supo estaba feliz pero luego que nací me torturó toda mi vida, ella no...

- Así que eres Alana Campos -dijo de la nada Alex asustandonos, saliendo detrás de un arbusto me paré de un solo- ¿Porqué lo hiciste Sam? ¿Cómo puedes esconder a Alana Campos? Nunca creí que cayeras tan bajo.

- Alex... -le dije- es inocente, no es mi culpa que ustedes no le crean.

- Pudiste decirnos, podías confiar en mi.

- Si no le creen a ella no creerían en mi, tía Erika lo hace al menos, ella confía en mi -le dije- ¿Si te hubiera dicho que Alana Campos es inocente, me hubieras creído Alex? ¿Hubieras confiado en mi? -Alex guardo silencio- somos amigas, pero no las mejores, hay cosas en las que nos confiamos de todo, pero hay otras en las que no. Así es nuestra amistad, tu no me cuentas todo pero ¿yo debo decirte todo aún cuando tu no me cuentas de tus problemas con Max?

- ¡Es tu hermano! -medio grita.

- ¡Y tu mi amiga! -digo mas fuerte que ella- se supone que confiemos la una con la otra, ¿qué pasó con eso de que una amiga está en las buenas y en las malas?

- Yo...

- ¿Tu qué Alex? ¿Me dirás que ocurre entre Max y tu? -dije yo, me estaba cansando de esto, es mi mejor amiga y me está ocultando sus problemas con su esposo.

- No estoy lista para hablar de eso -dijo eso y se iba a ir.

- Tus problemas no son más grandes que los míos, ni más pequeños por lo tanto te entiendo -dijo Becca llamando la atención de las dos- pero te aconsejo hablar con alguien de eso, no solo con tu almohada, tus problemas te están consumiendo por dentro Ally -cuando dijo su apodo de pequeña Alex se puso nerviosa, yo no- ahora ve a tu cabaña y piensa en esto que te acabo de decir y no le digas a nadie quien soy yo. Ahora vete y déjanos seguir hablando.

Alex se fue nerviosa porque Alana le dijo Ally.

- ¿Desde cuando sabes que le decían Ally? -le pregunté cuando Alex se fue.

- Cuando supe que estaban buscando la cura del coma, yo nunca perdí contacto con tu abuelo, simplemente no vivimos juntos nuestros días -me imagino que sabe que mi abuelo murió- no quiero que eso pase contigo y con Zach.

- Jack -corregí.

- Como sea, no quiero que les pase lo mismo a ti y a tu chico como nos pasó a tu abuelo y a mi, para eso no caigan en los juegos de mi madre, no vale la pena, mejor vayan a Europa.

- No pienso pasar mi vida huyendo -dije yo- lo que voy a hacer es enfrentarla y ponerla en su lugar.

- Pero...

- ¿Cuántos años dijiste que tenía?

- 74.

- Eso no es ninguna amenaza para alguien de 38.

- Lo sé, pero...

- Hasta tu la puedes vencer, 62 tienes ¿no? Con tu identidad de Becca pareces de 45 o máximo 50.

- Esa era la idea, ser tu amiga -dijo Becca- ya sabes, tienes 38, tenía que ser cercana a tu edad. Sam, tienes que hablar con Alex.

- Si es porque sabe quien eres realmente, ella no dirá nada, confío en ella.

- No es porque se haya enterado de que soy Alana Campos, es porque algo sucede con su familia.

- Ella dijo que no quiere hablar sobre eso, es evidente que algo pasa, ¿pero tu como lo sabes?

- Presentimiento de abuela, algo le pasa a mi nieto y a su esposa, lo sé. Ahora ve y habla con Alex, hazle caso a tu abuela Sam -dijo eso y yo empecé a caminar, hablaría con Alex, hoy si.

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