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Narra Meg

Me estaba llamando alguien que no pensé que me volvería a llamar. Alex. Mi mamá Alex, qué digo, mi tía Alex. ¿Pero porqué me estaba llamando justo ahora?

- Hola -contesté.

- Meg -dijo ella- sé que debes estar sorprendida pero debo decirte algo...

- ¿Que en realidad eres mi mamá? No me la creo, toda la vida tuve esa conexión madre e hija con Sam y Jack, no con uste...

- No es eso Meg, ¿Qué no lo puedes superar ya? Eso paso hace años y te fuiste de la casa, eso es pasado y pasado pisado, ¿entiendes?

- Claro -dije rodando mis ojos- vas a seguirme dando lecciones de vida ¿tía?

- Bien no lo haré, pero no me cuelgues jovencita -dijo ella rápido antes de que colgara, no lo hice cuando escuche lo siguiente- es sobre Sam y Jack.

Hubo un silencio incómodo.

- ¿Entonces vas a hablar o...?

- ¿Estas en tus días no? Andas insoportable hoy -me mordi el labio nerviosa- como sea, Sam y Jack vienen mañana, tienen algo que decirnos a todos, así que nos veremos en la casa de tu abue... de Cristina mañana al mediodía.

- ¿Otro bebé? Ya no puedo con más, somos cuatro y así nomas es un caos cada semana.

- Yo no sé, pero ojalá y te compartes como se debe, ahora dime ¿Qué te pasa hoy?

- ¿Porqué piensas que te diré? -dije con mi ceja levantada.

- Porque aunque lo niegues, una vez fui tu madre y sé cuando te pasa algo, y segundo estas rodeada de niños y Marissa quien aun esta muy pequeña para entender algo de tu edad -estaba empezando a ponerme nerviosa pero aun más cuando dio en el clavo- así que habla de mujer a mujer.

- Yo... -no termine de hablar cuando me interrumpió.

- Se trata de un chico, ¿cierto?

- No quiero tener esta conversación contigo ni con nadie -dije de un solo- no creo estar lista para algo así.

- Entonces no es un chico, ¿es una chica o son dos chicos?

- Emm... dos chicos.

- ¿Y bien? Di algo.

- No sé lo que siento por ellos.

- Describelos, no digas quienes son si no quieres, solo dame pros y contras.

- Uno tiene pecas y ojos azules, él se lleva bien con Marissa y me ha ayudado en algunas ocasiones, también es muy bueno conmigo -dije sin pensarlo.

- ¿Pero..?

- Pero le gustan mucho las fiestas o eso creo, casi siempre esta tomando, poco o mucho, por lo que yo también lo hago.

Sip, estaba sudando de los nervios, cuando estaba nerviosa hablaba sin parar y con la verdad.

- Espero que no seas alcohólica o tengas problemas de adicción, pasemos al otro.

- Lo conozco desde muy pequeña, desde siempre tal vez, es como mi mejor amigo, él es castaño y no es tan alto, él se fue por mucho tiempo pero volvió, me ha ayudado muchas veces sin pensarlo, ha cuidado a mis hermanos y estoy segura que se llevan bastante bien, él es muy responsable, no lo he visto tomar nunca o ir a una fiesta...

- ¿Pero...?

- Temo que me va a volver a dejar, él se va a ir otra vez. Él ya... habíamos intentado algo hace años pero no se dio y temo salir lastimada otra vez.

No sé porqué le dije eso.

- ¿Y que piensas hacer al respecto?

- ¿No deberías decirme tu qué hacer?

- Es tu vida no la mía, tu debes solucionarlo, yo solo puedo escucharte y aconsejarte, quizás también puedo ser de apoyo en algo.

- Ya veo, ¿usas tu psicología conmigo?

- ¿Ayuda en algo?

Lo pensé dos segundos.

- Ya sé que hacer tía Alex, gracias por escuchar, debo irme.

- Espero que haya sido de ayuda, luego hablamos de tu posible adicción -no escuche más porque colgué mientras me vestía a máxima velocidad.

Tenía que hacer algo pero ya mismo, y aunque estuviera nerviosa lo voy a hacer.

Narra Sam

Ya llegamos al aeropuerto y por primera vez despues de algunos viajes, le compre regalos a los chicos.

A Tito le compré una pelota de fútbol, a David una libreta porque le gusta escribir, a Marissa le compré una muñeca y a Meg unos audífonos y una patineta, si, a Meg le encanta andar sobre ruedas, y era eso o una moto ya que ama el riesgo y la acción.

- ¿Crees que esto sea suficiente para los chicos? -le pregunté a Jack.

- Se me ocurre llevarle esto a Tito y a David -dijo Jack señalando una caja que tenía un dibujo de cancha de fútbol y otra de guantes y uniforme de árbitro para un niño como del tamaño de David.

- Estas mejorando con los regalos Jack -dije sorprendida- esto complementa mi regalo para Tito y también puede ser de David, pero debo comprarle otro a Marissa porque serían dos regalos por niño.

- Okay, ¿Qué es el regalo para Marissa?

- Una muñeca bebé.

- ¿Y porque no este peluche de perrito? -dijo Jack señalando un peluche que tenía el tamaño de Sally cuando era pequeña.

- Me parece bien -dije tomando al perrito.

- ¿Y para Meg? -dijo Jack.

- Oh, ya tengo lo de Meg, ¿Te muestro? -Jack asintió- mira, llevo estos audífonos y esta patineta.

- Deberias llevarle este suéter y esta patineta -dijo él- en vez de los audífonos.

- Esta bien, ella tiene muchos audífonos -tomé el suéter negro y lo puse en la carreta en vez de los audífonos.

En eso sentí un presentimiento no tan bueno en mi estómago y me quedé quieta un segundo pensando,  no me dolia el estómago ni nada de eso, ¿Qué esta pasando? Tenía un presentimiento de que algo malo estaba a punto de pasar. Me gire a buscar a Jack pero no lo vi.

- ¿Jack? -empece a buscarlo en todos los pasillos hasta que salió de uno porque no paraba de llamarlo.

- ¿Estas bien cariño? Solo estaba viendo aquellos celulares -dijo señalando el área de celulares- la última vez que vi el celular de Meg lo tenía rayado de la pantalla, quería ver si tiene arreglo o si le compro otro celu para su cumpleaños, es en dos meses.

- Si, descuida, solo tuve un presentimiento...

- ¿De qué?

- No lo sé, eso es lo raro... por eso te empece a llamar cuando no te vi, me asusto no verte.

- Tranquila, estoy aquí y nunca te dejaría sola -dijo Jack bajito y tomo mi mano y me dio un beso corto en los labios.

Haciéndome así olvidar esa cosa rara que sentí momentos atrás que podría ser un presentimiento tal vez.

(#)

Pasamos la noche en un hotel que quedaba a una hora de la casa de Cristina, estábamos en ese hotel ya que habíamos llegado hace un par de horas y ya era de madrugada.

Nos levantamos a las 9, desayunamos y tipo 10 nos fuimos a la casa de Cristina. Esto sería interesante, me pregunto si ya están todos ahí reunidos esperándonos a Jack y a mi. Y espero que Jay Jay y Thomas no hayan dicho nada de sus sospechas.

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