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Narra Jack

Sam me llamó cuando estaba en el supermercado, dijo que comprara unas cámaras pequeñas y luces, lo que fuera necesario para un interrogatorio en casa. Sospechaba a donde iba esto, yo había hecho unos cuantos interrogatorios a unos ladrones, pero esto seria interesante, ya que también me dijo que averiguara sobre y que llevará una máquina que detecta mentiras.

Conseguí todo, al menos seguía siendo policía y eso había hecho que consiguiera todo eso sin que nadie me preguntara nada.

Llegué a la casa y antes de entrar una chica me paro poniéndome un cuchillo no muy grande en el cuello mientras me sostenía por atrás. Yo la vi curioso.

- ¿Dónde está Mia? -dijo la chica.

- ¿De qué hablas? ¿Quién eres? -dije yo tranquilo, soy policía.

- No te hagas el tonto y dime ya lo que han hecho con mi hermana -dijo la chica.

- Mira niña, no te conozco pero debes soltarme antes de que...

- ¿Quién demonios eres tu? -dijo Sam al abrir la puerta.

- ¿Qué le han hecho a mi hermana?

- ¿Eres la hermana de Mía no? -dijo Sam- si, se ve el parecido, ¿la traes? -dijo viéndome a mi, yo sonreí.

Me di la vuelta e hice una llave, ella soltó el cuchillo y cayo en mi mano, lo sujete y en dos segundos yo la tenía de espaldas con el cuchillo en su cuello.

- Camina, ¿o quieres más maniobras? -dije y la empuje a la casa, ella entro.

- No te conozco pero ya me caes mal -dijo ella.

- El sentimiento es mutuo -murmure cerrando la puerta detrás de mi, en eso Sam la tomo del brazo y la llevo a la fuerza abajo, las seguí.

Narra Sam

Tome a la chica esa a la fuerza del brazo y la obligué a bajar conmigo, cuando llegamos a la puerta que da al sótano le puse un saco negro en la cabeza, no lo apreté porque la necesito consiente no desmayada.

Cuando llegue abajo vi a Erika apuntar a la chica con un rifle, yo me puse enfrente.

- ¿Estas loca? -le dije con los labios.

- Solo son dardos -contesto de igual manera- ¿Quién eres tu chica? -dijo Erika al llegar a su par, quitarle la bolsa y esposarla al sofá- dime tu nombre, porqué has venido, todo.

- Vine a ver a mi hermana, soy Erika Flores, hermana de... -empezó a decir.

- Mia -dijo Erika- ¿Qué sabes de Mia?

- Que la han secuestrado ustedes -dijo su hermana.

- ¿Para quién trabajas?

- No querrás saberlo -respondió, bajo la cabeza- no importa, ya no quiero trabajar para ellos.

- ¿Para quiénes? -dijo Erika viéndola seriamente mientras le sostenía la cara para que no viera nada más que a Erika.

- Esto no lo permitiría Cas... -dijo enojada pero paro bruscamente- aleja tus manos de mi -Erika retrocedió.

- Mira niña, yo no estoy jugando contigo, dime ya algo o voy a tener que hacer lo que no quiero hacer -dijo Erika relajada.

- ¿De qué estas hablando? -dijo la chica.

- Tráela -me dijo a mi y fui por Mia, cuando la chica la vio quiso liberarse y Mia también, Mia empezó a llorar, Erika hizo una seña para que me la llevara- si quieres verla libre de cadenas y esposas tendrás que decirme todo lo que sabes -le susurro a la chica- habla ahora o calla para siempre -fue lo último que escuche antes de meter a Mia en el cuarto nuevamente.

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