Confía2

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Narra Mia

- ¿Qué sabes qué? -no pude evitar gritar y Claudia me tapo la boca para que no hiciera más ruido y me dio una mirada de reprendimiento.

- Harás que nos saquen de aquí y nos dejen valer por nosotras mismas ¿quieres eso Mia? Por ellos eres Mónica ahora, no lo olvides -susurro gritó Claudia antes de quitar su mano de mi boca.

- ¿Como sabes eso? ¿Estas segura de lo que viste? -susurre, lo que sea para que siga contando esto.

- Si, ya te dije bien, vi a Erika nerviosa la última vez y a Levi de un lado para otro, parece que su asistente esta perdiendo la calma. Con Alana Castillo muerta, Sam en un lugar lejos con nueva identidad y por ende a salvo, y con los demás preocupados porque ellos saben que Sam no desaparecería así como así.

- Si, pero ¿Qué tiene que ver con que Erika Campos este nerviosa?

- Porque se metió con la familia equivocada -escuche que dijo alguien que no era Claudia y sin susurrar.

Nos asustamos y nos dimos la vuelta.

- ¿Jack? -dijimos Claudia y yo al mismo tiempo.

- ¿Donde está Erika? -dijo Chris a su lado.

- E... esta por allá -señale a las gradas- tiene guardias fuertes.

- No será un problema para nosotros -dijo Chris, Jack solo asintió y se fue rápido a las gradas seguido de Chris.

- ¿Pero que esta pasando? -le dije yo a Claudia.

- De esto, creo que Jack le puso un GPS al celular de Sam por si algo así pasaba, pero de lo otro, Meg le ha escrito mensajes al celular de Sam y sabe perfectamente que es Erika y esta furiosa, lo que no sabe es porqué Erika tiene su celular -termino de contar Claudia- ¿te imaginas si...?

Se vio interrumpido lo que iba a decir por el sonido de un balazo, nos asustamos tanto que dimos por terminado el tema ya que cada quien salio corriendo a su cuarto.

Narra Meg

- Trato hecho -le dije a Jack y colgué.

Acababa de hacer un trato con Jack, él me contó adonde estaban él y Chris. Yo donde estaba yo, ya que me había separado de Max al ver que solo volvía a casa, yo me fui a donde se ocultaba Erika Campos. Se ofreció a ayudarme a sacarle información, mientras yo la distraía ellos vendrían al lugar.

Yo estaba casi enfrente de su paradero. No saben lo que vendrá.

(#)

Llegaron unos minutos después, me sorprende que se haya tardado tan poco en descubir este lugar, pensé que se tardaría al menos dos días. Como sea, hay dos entradas, ellos entran por una y yo por otra.

Jack tenía algo en la espalda baja. Me pregunto que será. Aunque creo que ya lo sé. Era una pistola.

Narra Jack (horas antes)

- ¿Crees que nos esté esperando? -le pregunté a Chris.

- ¿Meg? Definitivamente, ¿Erika? Puede ser, aunque no se espera lo que vendrá -respondió Chris seguro- por cierto, ¿trajiste la caja que te dio Tito?

- Si, ¿Qué es lo que hay adentro?

- Pensé que ya habías visto, es mío, no pensé que lo tomaría Tito pero me alegra que lo guardara, es inteligente.

- ¿Pero que es?

- Es mi Glock -dijo simple y casi freno de la sopresa- oye tranquilo.

- ¿Tranquilo? ¿Porque debería estar tranquilo cuando mi sobrino tiene un arma? -dije un poco fuerte.

- Meg me fue a buscar a México para que nos reunieramos todos en la casa de Cristina por una amenaza, ¿pensaste que no iba a defenderme al posiblemente lugar de emboscada? Y más importante, ¿Crees que iría a un lugar lleno de psicópatas que son de mi familia? Porque Erika y Alana lo son, es más creo que todas las Campos traen ese aire de asesinas.

- Cuida tus palabras, Sam no es así.

- Pues si mató a alguien -dijo Chris- lo cual no es la gran cosa si vemos como es Erika, por cierto estamos a menos de media hora del escondite de Erika.

- Bien, cállate y llama a Meg, ella nos dirá por donde es mejor entrar, apropósito ¿Cómo conseguiste la pistola si se la dan únicamente a policías?

Narra Chris

- En México hice algunos amigos.

- Si tenían armas no eran muy amigos que digamos, eran mala influencia.

- Jack... -dije aburrido- déjame contar la historia y ahórrate esos comentarios sin sentido cuando no sabes si fue así o no.

- Como sea, sigue.

- En México hice algunos amigos, pero no inmediatamente cuando llegué, en las primeras semanas estuve viendo qué trabajo conseguía para así pagarme un cuarto pero como nadie quería contratar a alguien de quince años -negue con la cabeza sonriendo de lado- terminé encontrando medio empleo en un campus de universidad, como ayudante del de portería del edificio de la mayoría de universitarios de primer y segundo año.

- ¿Hiciste amigos ahí?

- Ahí conocí a mi mejor amigo, Mike, él lo único malo que hace es fumar y tomar. Los demás andan en pandillas y todo eso.

- ¿Ellos te dieron el arma? ¿Entraste en una pandilla Chris?

- No y no, no iba a entrar a ninguna pandilla y ellos lo sabían y lo respetaban, aunque no lo creas, pero un día uno de ellos fue enviado a hacer el trabajo sucio a un lugar donde yo conseguí trabajo a medio tiempo de guardián de una niña poco mayor que Tito, cuidaba a Morgan -sonreí de lado recordándola- me agradaba trabajar cuidándola, pero eso se acabo el día en que mandaron a un amigo a asaltar al papá de ella y a lastimarlo, querían a Morgan para que el papá pagara por su rescate, yo no lo permití. El amigo ese llevaba una máscara y al ver que la niña tenía protección estaba por irse pero se puso a pelear conmigo. Su arma se disparó sola, le rozó la cabeza, Morgan gritó y los vecinos llamaron a la policía, tuve que decirle a Morgan que la quería mucho y me gustaba jugar con ella a la princesa y al guardia, pero tenía que irme. Me fui, pero tome el arma para no dejar pruebas de que estábamos luchando, no supe quien era hasta que vi las noticias, era Tom. El hermanastro de Mike.

El tío Jack no dijo nada.

- Le dije lo que había pasado desde que huí de ahí, me fui a su casa, él me ayudo a limpiarme y me dio cena. Vimos las noticias juntos. Tenía diecisiete años, Mike vive solo, es dos años mayor que yo. Él no se enojó, sabía que Tom estaba metido en malos pasos y hasta había intentado sacarlo de ahí, pero eso no dependía de él y era prácticamente imposible, me dijo también que Tom tenía una enfermedad terminal, por eso le sorprendió que lo agarraran para hacer esas cosas.

- ¿Desde los diecisiete años paso eso? -yo asentí- ¿porque aún tienes el arma?

- Porque quiero -dije de un solo y suspiré- a veces siento que me siguen, que los de la pandilla de Tom saben que yo estuve ahí y que piensan que yo lo maté, siento que se quieren vengar y hacerme daño y solo si pasas por una situación igual o casi igual entenderías. Con esta Glosh me siento seguro en las calles, aprendí a usarla y aprendí defensa cuerpo a cuerpo.

Terminé el tema cuando vi a Meg.