Despedida

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¿Alguna vez han sentido que aunque todo parezca normal sienten que algo, o que alguien no encaja?.

Pasas noches sin dormir, creando historias en tu mente que te satisfacen, imaginándote la vida que deseas con la persona que deseas; incluso algunas veces sueñas con eso, se siente tan real, te sientes tan completa y feliz, pero eso sólo dura un momento, hasta que te despiertas y vuelves a tu vida normal, sin emoción ni aventuras, vuelves a tu rutina diaria, tu completa zona de confort sin conocer más cosas, y deseas con todo tu corazón que esas historias que tanto creas en tu cabeza se vuelvan reales.
Te sientes como si estuvieras destinado a algo más, a estar con alguien, y esa sensación siempre está presente hasta el día en el que todo cambia...
Siendo sincera mi vida no es común, pero sí rutinaria. Mi padre y yo somos de (Tu país), pero debido a que mi papá tiene un proyecto muy importante nos tuvimos que mudar a Seúl Corea hace 3 años, por lo cual él y yo hablamos el coreano bastante bien, de los 3 años que llevamos viviendo aquí, hace 2 años mi papá se casó con una mujer llamada Young mi, ella y yo nos llevamos muy bien y al parecer quiere mucho a mi padre, antes no lo entendía pero ahora que tengo 17 comprendo que la felicidad de mi padre también es mi felicidad.

Ahora mismo me encuentro de camino hacia el despacho de mi padre con sentimientos de indignación y furia, pues su proyecto consiste en la construcción de el edificio más moderno del mundo, que será construido en zona de hábitat natural, destruyendo toda forma de vida por un estúpido edificio.

Tú puedes no llores, me dije a mi misma puesto que al discutir me daban unas ganas de llorar por la impotencia.
Toqué la puerta con dos golpes firmes, escuchaba cómo mi corazón estaba palpitando rápidamente hasta que el sonido fue interrumpido por un "pase" de una voz gruesa. Caminé hacia su escritorio, en dónde tenía muchísimos planos de prototipos para el nuevo edificio y él se encontraba muy concentrado revisándolos, simplemente tomé valor y dije:

-Sabes que nunca te pido nada a menos que lo necesite - lo miré seria.

Padre: ¿A qué te refieres?, T/N tú sabes que yo siempre te doy todo lo que me pides- lo noté algo confundido.

-Yo lo sé y te lo agradezco, pero sólo te pido que no mates a ningún animal, ellos no tienen la culpa de nada -dije con expresión desesperada y triste.

Padre: T/N las máquinas no seleccionan formas de vida mágicamente, simplemente destruyen, ese es su propósito -respondió serio mientras miraba sus planos.

-Por favor no me digas que no puedes hacer nada -fruncí mi ceño- sólo te pido que los lleves a un refugio, yo puedo ayudar si quieres- Me miró pensativo por cinco segundos y dijo.

Padre: Está bien, tú te encargarás de encontrar el refugio adecuado para todos los animales pero desde casa, no quiero que salgas -en su rostro se mostraba un poco de preocupación.

-Muchas gracias, yo me encargaré de todo -sonreí de manera triunfal y lo abracé.

Me devolvió el abrazo y nos quedamos ahí por unos segundos, hasta que recordé que era un poco tarde para ir al colegio, me separé y dije:

-Te veo al rato -dije con una sonrisa cálida en mi rostro mientras le mandaba un beso en su dirección.
Él soltó una pequeña carcajada y me devolvió el beso con su mano, después de eso dijo:

Padre: Nos vemos al rato, cuídate mucho.

Me apresuré a bajar las largas escaleras para por fin llegar a la puerta principal en dónde me encontré a mi madrastra, esperándome con un porte y elegancia impresionantes.

-Buenos días, ya me voy -le dije con una tierna sonrisa y abanicando mi mano en forma de despedida.

Young mi: Está bien princesa que tengas buen día, ¿Llevas tu celular? -me preguntó amablemente

-Sí, nunca lo olvido.

Young mi: Muy bien, apresúrate -me dió un beso en la mejilla.

Salí encontrándome a Kwang, lo conozco desde que llegamos a Corea, es la mano derecha de mi padre y mi guardaespaldas personal, se encarga de mi total protección diaria junto con otros 5 tipos.

Kwang: Buenos días señorita T/N -hizo una leve reverencia.

-Ay por favor, deja las bromitas que ya vamos tarde -lo miré divertida y soltándole un leve golpe en el hombro.

Kwang: Bueno mocosa, no creí que ser caballeroso estaba mal -rodó los ojos mientras sonreía de lado.

No voy a mentir, había veces en las que Kwang me parecía bastante atractivo, sólo era 7 años mayor que yo y teníamos una relación increíble, pero no podía pasar algo más con él, me protegía mucho y supongo que sólo nos queríamos como amigos.

-Bueno entonces vámonos -subí a el "Tesla Model S P100D".

Iba algo incómoda en la parte de atrás, estaban 2 tipos, uno en cada lado mío, otro en el copiloto y Kwang iba conduciendo hacia el colegio. Por fin llegamos, el tipo de mi derecha se bajó y me abrió la puerta, yo bajé y rápidamente Kwang se puso a mi lado, los otros 3 hombres iban detrás de nosotros y nos dirigimos a la entrada del colegio. Todos nos miraban, ya me había acostumbrado, siempre recibía bastantes miradas, no era muy común que una estudiante estuviera acompañada de 4 guardaespaldas, a demás de que todos sabían quién era mi padre. Estaba a mitad del ciclo y ya conocía a todo el colegio, a punto de entrar Kwang me dijo:

Kwang: Que tengas un buen día -me guiñó un ojo para después abrazarme.

Yo correspondí a su abrazo y lo miré durante unos segundos para después entrar al colegio, me puse mis audífonos y reproducí una canción que me gustaba mucho:


Todo estaba tan tranquilo mientras me dirigía hacia mi salón, hasta que sentí que alguien me tapaba la boca.

Síndrome de estocolmo (BTS-T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora