Síndrome de estocolmo (BTS-T/N)

¿Cuántos son?

Ya había notado la gran cantidad de seguridad que tenían por todas partes, así que deduje la posibilidad de que hubiera alguna cámara en mi nueva habitación, fuí paseando y revisando toda esta lo menos sospechosamente posible, efectivamente descubrí 2 cámaras, una en la esquina inferior derecha de la habitación escondida entre un mueble, y otra cerca del techo, esa era la más importante ya que daba completa visibilidad a toda la habitación, ahora tenía que averiguar qué tan difícil sería atravesar mi puerta pero para eso tenía que quitarle la visibilidad a las cámaras, primero apagué la luz y me quité el saco para cubrir la cámara inferior, tomé un pañuelo de la habitación y  tapé la cámara superior, todo parecía marchar bien y estaba a punto de dirigirme a la puerta cuando escuché una voz.

    X: ¿Oye qué crees que haces? -escuché una voz reconocida desde alguna bocina bien escondida.

    -Nada, me quiero bañar y quiero tener privacidad -tuve que pensar rápido, me tomó por sorpresa- No me digas que también tienes cámaras en el baño, eso es muy excesivo -intenté sonar relajada.

    X:¿Debería?, por supuesto que no, tienes treinta minutos y después quitas lo que pusiste o yo voy a entrar y los quitaré por ti.

    -Bien, no hay necesidad de que vengas, treinta minutos son suficientes -esperé una respuesta pero ya no contestó y prendí la luz sabiendo que él no podía ver nada.

Me dirigí hacia el baño para abrir la regadera, todo estaba nuevo y limpio y entonces me dí cuenta, ¿Cuántas grandes y antiguas mansiones podía haber en Seúl, Corea?, yo había visitado la mayoría pero esta no la conocía, era obvio que ellos habían comprado la propiedad y la habían remodelado pero...¿Por qué gastar tanto en un secuestro?, podía pensar dos cosas, la primera era que estos tipos estaban locos y les gustaba hacer secuestros a lo grande, o la segunda era que tenían una deuda muy grande con alguien y con el dinero del rescate pensaban pagarla, pero siendo sinceros la propiedad remodelada vale más que el pago de un rescate, no tiene sentido. No podía perder el tiempo pensando así que dejé la regadera abierta para simular que me estaba bañando y me acerqué a la puerta principal, había tres cerraduras, la primera y un poco por encima de la mitad de la puerta era una cerradura de llave normal, la siguiente era más gruesa pero seguía siendo de llave, la más baja era de código, claramente se abría por fuera, tenía una parecida en mi habitación especial (dónde tenía todos mis aparatos y computadoras), y sabía cómo abrirla por dentro, pero aunque funcionara todavía me faltaban 2 llaves; recordé escuchar 4 sonidos distintos cuando Taehyung salió y cerró así que faltaba una cerradura más, esa estaba completamente por fuera, me dí por vencida, no tenía posibilidad a menos que consiguiera las llaves y aún así me faltaba abrir por fuera, estaba completamente frustrada y tenía ganas de llorar, sólo me dejé caer agarrando mi cabeza con mis dos manos, las lágrimas estaban a punto de salirme cuando mi teléfono comenzó a vibrar,  sentí que mi corazón iba a salirse pensando que alguien me estaba llamando, mis manos comenzaron a sudar y rápidamente vi la pantalla pero era mi alarma para una clase que tenía a las 9 p.m., tenía muchísimas llamadas perdidas, no creía prudente llamar a alguien si no sabía dónde estaba así que abrí el navegador de mi celular, el tiempo se me hacía eterno y la aplicación parecía no abrir, miré cuánta intensidad de señal tenía y...casi nada, se iba y regresaba pero yo no perdía la esperanza, en algún momento tenía que cargar, no podía concentrarme pensando en cómo alguien podría entrar y darse cuenta,  a penas llevaba dos minutos de espera que se habían sentido como dos horas, hasta que escuché que alguien abría la primer cerradura y rápidamente corrí al baño para después cerrar la puerta de este con seguro, el miedo me invadía y no sabía dónde esconder el celular, fue entonces que alguien habló.

    X2: ¿Oye ya terminaste? -pude percibir una voz nueva, era varonil pero delicada a la vez.

No sabía si se refería al baño o de alguna manera me había descubierto usando el celular.