Síndrome de estocolmo (BTS-T/N)

Mariposas

Durante todo el viaje me mantuve despierta y nerviosa por el hecho de saber que vería a Eun-woo, no sé cómo lograría no ser visto pero haría lo posible por ayudarlo.

Llegamos después de tres largas horas de carretera y mientras nos acercábamos a la casa perdí de vista al auto de Eun-woo, Hobi metió su auto al garage y cuando ya estábamos por entrar a la puerta tuve que decir la excusa que había estado decidiendo durante todo el viaje:

-¿Te importaría si me quedo un rato afuera?, me dieron náuseas por el viaje.

Hobi: ¿Segura que sólo necesitas aire?, puedo traerte medicina si quieres.

-Estoy segura, sólo necesito aire pero gracias -exhalé para fingir náuseas.

Hobi: Está bien voy a decirle a Namjoon que ya llegamos y que vas a quedarte afuera un rato -me lanzó una leve sonrisa y se metió.

Sinceramente no pensé que fuera tan fácil, caminé unos pocos pasos en dirección de dónde veníamos para ver si estaba el auto o Eun-woo, sólo estaba viendo hacia la oscuridad y mientras pasaban los minutos perdía la esperanza pensando que se habían confundido de camino o no habían logrado llegar por otra razón, respiré hondo y me dí la vuelta de regreso a la casa, escuché pasos acercarse sigilosamente en mi dirección y con nervios volteé encontrando la silueta de Eun-woo que se iluminaba mientras más se acercaba, aún no podía procesarlo pero involuntariamente mis piernas comenzaron a caminar llevándome con él y cuando la distancia entre nosotros era de un metro nos quedamos quietos viéndonos mutuamente con caras incrédulas, fue entonces cuando sincronizadamente nos lanzamos en un solo movimiento para abrazarnos, podía escuchar su corazón palpitar y estaba segura de que él podía sentir el mío porque yo misma sentía que latía con más fuerza que nunca.

Eun-woo: No tienes idea de cuánto te extrañé, me haces mucha falta -escuché sus sollozos y sentí cómo me salía una lágrima, una lágrima que por fin era de felicidad.

-Tú igual me haces mucha falta, no puedo creer que estés aquí -nos mantuvimos abrazados unos segundos más y nos separamos, él sostuvo mi rostro delicadamente entre sus dos manos y me dió un beso suave y cálido en la mejilla, yo sonreí y con pena le devolví el beso de igual manera, era la primera vez que hacíamos ese tipo de acercamiento y los dos nos sonrojamos.

Eun-woo: No he dormido por pensar en lo que te podía estar pasando, ¿Estás bien?, ¿Te hicieron algo? -negué.

-Estoy bien, tal vez suene raro pero me tratan bien -me miró confundido- ¿Mi padre no te ha dicho nada?

Eun-woo: ¿Sobre qué?

-No estoy segura si puedo decirte pero lo único que tienes que saber es que estoy bien -su mirada era un poco de preocupación.

Eun-woo: Pero vas a estar mejor conmigo, vámonos -jaló mi mano pero yo no me moví ocasionando que él volteara para mirarme sin soltar mi mano.

-Eun-woo no puedo irme, ellos cuidan de mi y mi padre está consiente de ello, es una larga historia pero si me voy estaré en peligro.

Eun-woo: Pero no entiendo, ellos me dejaron inconsciente y te secuestraron, ¿Cómo puedes decir que te protegen?

-Lo único que tienes que entender es que nunca me hicieron daño y tampoco lo harán, a ti tampoco te hicieron daño, no te golpearon sólo fue un sedante -me miró pensando durante unos segundos y después suspiró.

Eun-woo: ¿Estás segura de que estás bien? -asentí- si dices que no puedes explicarme lo entiendo, es solo que yo pensé que te estaban haciendo cosas horribles pero se me hacía extraño que yo estuviera más eufórico que tu papá.