No pude dormir en toda la noche. Pese que aquél chico como persona dejaba de ser el hermano de mi novio y me preocupaba por él. Por suerte durmió como un tronco y no se despertó en toda la noche. En esos momentos me daba envidia, yo estaba agotada por completo, necesitaba dormir pero ya habría tiempo para eso.
-Mel, ¿me das un cigarro?
- Sabes de sobra que no se puede fumar en los hospitales.
-Ya pero necesito fumar algo.
Le entendía, yo misma necesitaba fumar pero no tenía mono, solo era porque me gustaba y me relajaba. Me di cuenta de que el baño tenía una ventana que daba a la calle.
- Puedes fumar en el baño, no diré nada.
-Gracias, ¿Tienes algo?
-Espera que mire, no se si tu hermano me lo habrá tirado.
Empecé a buscar por mi bolso, era enorme y resultaba frustrante porque nunca encontraba nada.
- El tío siempre tocando los huevos.
-No toca los huevos, se preocupa por mi salud y por la tuya
-Que más da eso si todos vamos a morir.
Lo había encontrado pero no se lo daría hasta acabar la conversación.
-Decir eso es una burrada
-Es la verdad hay gente muriendose todos los días: niños, jóvenes, adultos y viejos. Mejor que sea por la coca a los 30 que morir a loas 80 por cácer o alceimer
-Puede que para ti no suene tan mal pero piensa en los que tienes al lado, tus padres, tu hermanos, tus amigos y seguramente alguna chica con la que andes tonteando ¿Crees que ellos podrían vivir tranquilos sabiendo que has muerto tan joven pudiendo escoger? Todos morimos cierto, pero no todo el mundo lo escoge. Toma.
Le ofrecí el cigarro y él lo cogió
-Ahora ya veo lo que ve mi hermano en ti.
Me dejó un poco descuadrada pero no dijo más, se metió al baño y yo me relajé en el sillón. Estaba tan cómoda y tan agusto.
Note como una manoa acariciaba mi mejilla y no pude evitar sonreír
-Venga, Mel, despierta anda.
Abrí los ojos y vi a Sean. Estaba ahí como un ángel de la guarda vigilando mis sueños. Su rostro de niño, su sonrisa, sus ojos, su esencia... esas eran las cosas que me encantaban, todo lo que era capaz de transmitir. Sobre todo sus ojos azules profundos y claros, la puerta del alma a su ser.
No me sobresalté al darme cuenta que me había quedado dormida, es más, antes de que pudiera hacerlo me besó suavemente.
-Quiero más buenos días así.
-Te llenaré a ellos.
-¿Dónde está tu hermano?
-Le han llevado para hacer unas pruebas y darle el alta
-¿Han sospechado tus padres?
-Para nada ya sabes como es Zack. Con bastante antelación avisamos para ser él. ¿Te ha dado mucho la lata?
-Bueno, es una persona difícil tu hermano.
-Dímelo a mi, pero creo que tú le has caído bien
-¿Sí? ¿Por qué?
- Me dijo que eras buena tia y eso en el creeme que es muy raro.
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Nunca seré tu princesa
Teen FictionUna chica que no necesita que nadie la proteja, sabe lo que quiere, diversión. Disfrutar y nada de amor. Para ella solo son patrañas de tantas historias cursis. No cree en príncipes solo aprovecha lo que quiere y luego se olvida. Es su juego favorit...