Eres mía pequeña

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Charlamos un buen rato de cosas que no tenían demasiado sentido como lo que haríamos si fueramos enanitos de jardín con una vida nocturna secreta. Parece una chorrada pero es que con él no es muy usual hablar en serio. Me lo había pasado muy bien con él siempre, recuerdo un día en especial que me hizo andar por la ciudad con una venda en los ojos y un disfraz de princesa... Yo no sabía muy bien lo que llevaba pero bueno, caminaba feliz.

-Tenemos que irnos que pronto volveran al pueblo y debemos estar antes que ellos

-No sé, no me apetece ir

-¿Te vas a esconder? ¿Llamo a tu mamá que te salve?

-No idiota, pero no sé qué es lo que se supone que debo hacer ahora

-Entonces dejale que mueva ficha a él

-¿Estás comparando esto con una puta partida de damas?

-Pensaba más en el ajedrez pero bueno, la idea es la misma. Solo tienes que esperar a que él te hable

-Creo que no me va a hablar.

-Yo creo que sí, es un blandengue como mucho un día le doy sin hablarte

-Pufh... Esto es una mierda

-Bueno, he visto cosas peores, ¿quieres?

Me ofreció un cigarro.

-Gracias.

-Después nos iremos.

Calada a calada se esfumó aquél cigarro que era lo único que me daba un poco de tiempo antes de tener que enfrentarme a algo que no estaba segura de en que podría acabar. Llegamos al pueblo sobre lo previsto porque poco más tarde aquél pueblo se lleno de vida. No pude evitar sentir nerviosismo y temblar cuando vi a Sean. La forma en la que me habló y me miró me habían hecho sentirme frágil y eso no me gustaba, era lo que siempre había querido evitar y ahora le dejaba a él que me hiciera sentir así.

Quería ir donde él y pedirle explicaciones porque a parte de daño me había humillado delante de todo el mundo. Al cuerno los consejos de Raúl, necesitaba saber que todo estaba bien pero antes de llegar a él Luca me paró y me lo impidió mientras veía como la moscona de Paola se iba con Sean. ¿Por qué tuve que dejarme el repelente en casa? ¿Por qué?

-Déjale un rato más para que despeje

Tan si quiera respondí. Me fui a mi cabaña y con la excusa de la mano y de que me encontraba mal me dejaron quedarme mientras realizaban unas actividades nocturnas pero no tenía ganas de ver a Sean y a Paola rondándole. Era mejor que me fuera a dormir o mejor dicho, intentarlo. Oí como alguien abría la puerta y se puede decir que estaba muerta de miedo, a tal punto que me escondi debajo de la cama. Sé que es penoso pero solo pensaba que estaba en un pueblo abandonado, todos haciendo a saber qué ¿quién iba a poder entrar a esas horas y en ese lugar?

-¿Mel?

-Estoy aquí

-¿Qué haces debajo de la cama?

-No sabía quien eras y me escondí.

-Creo que tenemos que hablar de algo

-Sí aunque no sé que quieres que te diga

-Mira, da igual sé que me he pasado y lo siento, está todo bien.

-No tengo ni idea de por qué te portaste así conmigo pero si crees que con eso me voy a conformar estás equivocado

-Sé que no estuvo bien solo me calenté y necesitaba estar solo

-¿No me piensas a decir por qué?

-Creo que es mejor que no porque da igual. Perdoname por favor.

-Es que las cosas no funcionan así, no da igual todo. A mi me importa saber por qué el chico que siempre me trata bien pierde la cabeza y se vuelve en alguien desconocido

-Estaba celoso o no sé, no me gusta Raúl y la conexión que teneís es extraña. No sé si sois amigos, viejos amigos o qué solo sé lo que tuvisteís y no me lo quito de la cabeza

-Es mi amigo pero no queda nada entre nosotros

-Lo sé

-¿Que lo sabes?

MEDIA HORA ANTES-NARRA SEAN

-¿Qué cojones estás haciendo?

Raúl me cogió de la camiseta y luego del brazo, más tarde me empujó contra una pared.

-Más bien estoy aqui a ver que te crees que estás haciendo tú

-Creo que debes dejar de meterte de una vez donde no te llaman

-Si sacas tantas agallas hablando conmigo creo que tienes una conversación pendiente

-¿Sí? Mejor vete tu a donde ella que se que lo estás deseando.

-No sabes lo que tienes, imbécil. ¿Acaso crees que si no pudiera estaría ahora mismo con ella en la cama recordando viejos tiempos? -Apreté los puños, otra cosa más así y no respondía.- El problema es que da igual que lo intente, o cómo lo intente que ella solo piensa en tí y tú no eres capaz de verlo. Deja de hacerte el machito porque solo te estás comportando como un idiota y lo estás jodiendo con ella.  

-Deja de acercarte a ella entonces.

-No amigo, yo me acercaré todas las veces que pueda porque algún día caerá

-¿Y por qué me dices esto ahora?

-Porque sería demasiado fácil quitártela ahora y no me gusta verla sufrir. Menos por alguien que no tiene ni idea de lo que hace. Asi que ve ya donde ella y déjate de preguntas.

En ese momento me di cuenta de que no podía evitar que él intentara algo con Mel, seguramente veía en ella lo mismo que veía yo o incluso algo más. Pero de lo que estaba completamente seguro era de que si estaba celoso lo que menos ayudaría sería pagarlo con ella y empujarla más aún a sus brazos. Lo cierto era que me sentía como una mierda porque nunca debí haberla tratado así como si ella le provocara. Aun que la verdad cada movimiento de aquella chica podría ser una provocación para cualquier hombre.

NARRA MEL-PRESENTE

Sean me contó que había tenido una charla con Raúl pero no entró en detalles. 

-Una cosa, ¿qué te ha pasado en la mano?

-Déjalo porque te vas a reir de mi

-Venga, cuéntamelo anda

-Di un puñetazo a un tronco...

Sean estalló en una carcajada

-Menuda cafre estás hecha.

-Jope que me dolió mucho

Comenzó a acariciar mi cara, me tumbe en sus piernas mirándole mientras es continuaba acariciándome, lo cual me encantaba. Me hacía feliz.

-Mel, me gustas.

-Sean no sé hasta donde llegaremos o no llegaremos solo se que eres diferente y no sé si me estoy volviendo loca o esto esta bien pero siento cosas por ti que nunca imaginé. Me gustas pero no quiero tonterías.

-¿Entonces hablas de ser novios?

-La verdad es que no sé cuanto significara eso para ti pero no he salido así con nadie.

Me besó antes de responderme.

-Entonces eres mía pequeña.

-Esto se me hace muy raro...

-No tienes que acostumbrarte a nada que no te guste

-Quiero esto pero no se esas cosas siempre me parecieron cursis

-Poco a poco, ¿va?

-Sí. 

Le devolví el beso cuando mis compañeras de cabaña entraron y el se tuvo que ir

¿Qué acababa de decir o hacer? ¿Ahora era una niña de esas que necesitaban un novio que las protegiese? Ese no era mi estilo y no lo iba a ser pero ese chico me gustaba y algo en mi necesitaba esa posesividad, exclusividad o llámalo X

Nunca seré tu princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora