Nunca seré tu princesa

Cuidando de su adorable hermano

-Eres la mejor pero entonces vamos a cenar antes de que me vaya que si no ya sé que tú no cenarías por vagancia.

-Vale pero hoy invito yo.

Fuimos en busca de algo para poder cenar. De todos modos Sean tenía razón una vez subiera a la habitación del hospital no bajaría para nada.

Nos sentamos en una mesa y empezamos a mirar lo que podríamos cenar.

- No sé lo que quiero.

-Yo creo que voy a pedirme un bocadillo de lomo con queso.

- Pues entonces serán dos y si no me equivoco un Kas de naranja y una Coca Cola.

-Exacto Mel, pero voy a acompañarte a pedir.

-Señor O'Donnel espero que no me quiera acompañar para pagar

-Vamos a descubrirlo.

Dijo mientras me guiñaba un ojo. A veces me resultaba gracioso hablarle de usted porque a él parecía que no le gustaba demasiado y me encantaba hacerle rabiar, era irremediable.

Pedí al amable señor y en poco nos sirvió y con ello pudimos llevarlo a la mesa. Yo iba sonriendo triunfante porque había conseguido pagar.

Cuando acabamos de cenar subimos los dos a la habitación. Es difícil explicar el impacto de ver a su hermano ahí en la camilla, agarré fuerte a Sean de la mano.

-Despertará pronto ya verás.

-Más le vale. Mocoso, que sepas que eres un cabrón y no te mereces que te estés haciendo esto. Mañana vendré a verte pero hoy se va a quedar Mel contigo, dejame en buen lugar eh.

Puede que sus palabras no fueran las más bonitas pero su mirada y su tono eran tan tiernos. Creo que ese momento no se me olvidará nunca

-Si despierta te escribo, ¿vale?

-Claro, pero cuidate y muchas gracias preciosa.

-No hace falta que me des las gracias. Lo hago encantada.

Me besó la frente y salió de la habitación. Me quedé sin saber muy bien lo que hacer y me senté en el sillón tenía pinta de que iba a ser una noche bastante larga.

- A tu hermano le importas mucho, ¿sabes?

Hablaba sin esperar respuesta pero era lo que creí que debía hacer.

-No sé muy bien cómo es eso de tener hermanos y la relación que se tiene pero se preocupa por ti. No sé muy bien en qué te has metido pero creo que deberías tener cuidado porque es imposible que sepas hacia donde estas llendo. Yo sé de lo que hablo y ten cuidado... No deberías meterte en mierdas, yo le vi los dientes al lobo y creo que si no se les has visto poco te queda. Tienes una familia que te quiere. Aprovechalo que eso vale mucho, puede que no lo sepas pero si sigues así puede que lo compruebes. Vales más que eso, lo sabes.

De pronto me acerqué a él y puse mi mano en su hombro. Vi que una lágrima caía de su ojo y al poco los abrió. Llamé de inmediato a las enfermeras, estuve con él hablando un buen rato pero cuando las enfermeras entraron salí.

- Ya se ha despertado

Eran las dos de la mañana así que supe que no me iba a responder pero necesitaba escribirle por si a caso.

Mis presentimientos eran ciertos así que estuven buscando a quien hablar mientras las enfermeras estaban dentro pero no me apetecía hablar a Gabi así que hable a Andrea.

-¿Estas despierta?

-Sí, que raro tú a estas horas.