Jeon Jungkook, banquero multimillonario y el protagonista de un millón de fantasías, tiró de la célebre estrella hacia el interior de su lujosa morada en Seúl y cerró la puerta ante la cara de los fotógrafos.
La sonriente joven lo miraba con admiración.
—¿Has visto sus caras? Les has dado un susto de muerte. Me siento más segura contigo que con mis guardaespaldas y tienes mejores músculos —le dijo, pasando una mano por su bíceps—. ¿Pero por qué no hemos usado la puerta de atrás?
—Porque me niego a colarme en mi propia casa como si fuera un ladrón. Y porque a ti te gusta que te vean.
-Bueno, desde luego nos han visto —rió ella—. Mañana saldrás en todos los periódicos por asustar a los paparazzi.
Jungkook arrugó el ceño.
—Yo sólo leo las páginas económicas.
—Y ésas son las páginas que yo no leo —rió ella—. Lo único que sé sobre el dinero es cómo gastarlo. Tú, por otro lado, sabes cómo ganarlo y eso te convierte en mi tipo de hombre.
—Ya, claro.
—Deja de mirarme con esa cara y sonríe un poco hombre. Sólo voy a estar en Seúl veinticuatro horas y tenemos que aprovechar el tiempo —la joven, pestañeó provocativamente— .Bueno, Jeon Jungkook, mi guapísimo millonario, por fin estamos solos. ¿Qué vamos a hacer esta noche?
Jungkook se quitó la chaqueta y la tiró descuidadamente sobre un sillón.
—Si lo preguntas enserio puedes marcharte ahora mismo.
Ella soltó una carcajada.
—Nadie más se atreve a hablarme como lo haces tú. Es una de las cosas que más me gustan de ti —le dijo, pasándose la lengua por los labios pintados de rojo—. Si te dijera que voy a darte un beso de buenas noches antes de volver al hotel, ¿qué harías?
—Dejarte plantada —la corbata de Jungkook cayó encima de la chaqueta—. Pero los dos sabemos que eso no va a pasar. Tú quieres lo mismo que yo, así que deja de jugar. Mi dormitorio está en el piso de arriba, la última puerta a la izquierda.
—Ah, te gusta dar órdenes —la actriz lo miró de arriba abajo—. Según una encuesta de la semana pasada, eres oficialmente el hombre más sexy del mundo.
Aburrido de la conversación, la única respuesta de Jungkook fue tomarla por la muñeca para llevarla hacia la escalera.
—¿De verdad no te importa lo que la gente piense de ti? Esa indiferencia es muy atractiva.—Y cuando se trata de indiferencia, tú lo sabes todo —siguió ella, caminando lentamente como solía hacerlo para las cámaras—. Hay una química especial entre nosotros, eso seguro.
—Se llama deseo —dijo Jungkook.
—¿Nunca has tenido una relación seria con alguien? Me dijeron que habías estado casado durante un tiempo.
Él se quedó inmóvil. Un tiempo muy corto.
—Últimamente prefiero la variedad.
—Cariño, yo puedo darte variedad —dijo ella, con esa voz ronca con la que había ganado millones en el cine—. Y me muero por saber si lo que dicen de ti es cierto.
—¿Y qué dicen de mí?
—Que eres muy inteligente y que conduces tu deportivo a toda velocidad. Pero lo que yo quiero saber es si de verdad eres un chico tan malo en lo que se refiere a relaciones..
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PODEROSO
FanfictionLas vestimentas de diseño nunca habían podido esconder lo poco elegante y cosmopolita que Hoseok era. Ahora, sin embargo, el imponente Jeon Jungkook exige a su esposo que vuelva a casa... y aunque le avergüence reconocerlo, él está deseando hacerlo...