Dedidado
Huimang97
PrinceDharmaEl idilio duró más de dos semanas.
—Le encanta su siesta. Ahora duerme muy bien. Hoseok se alejó de la cuna para acercarse de puntillas a Jungkook, que estaba esperando en la puerta, con un polo y un pantalón corto, su pelo oscuro brillaba bajo el sol.
—Eres muy generoso entregando tanto de ti mismo a un niño que no es tuyo.
—Pero era de mi hermano —murmuró Hoseok, sin mirarlo.
Jungkook tomó su mano para llevarlo al jardín, desde donde un camino flanqueado por arbustos llevaba a la playa.
—Tú no te pareces nada a él.
—Eso ya lo sé. Mis padres me lo recordaban constantemente.
—¿En serio?
—No se lo reprocho, yo nunca le di a mis padres nada de lo que estar orgullosos. No se me daban bien las matemáticas y sólo me elegían para algún deporte cuando todos los demás tenían gripe. No tocaba ningún instrumento, no tengo una bonita voz y tampoco el cuerpo o la cara de un modelo.
—¿Y todo eso es importante?
—Mi madre sonreía de oreja a oreja cuando presentaba a Jin: éste es mi hijo, que es modelo, pero además tiene un título en matemáticas en la Universidad de Seúl—dijo Hoseok, irónico—. Y luego, cuando me tocaba a mí, decía: y éste es nuestro otro hijo, Hoseok.
—Es lógico que seas tan inseguro—suspiró Jungkook—Pero eso va a cambiar. Además, ya no puedes sentirte inseguro. Durante las últimas dos semanas no hemos parado de hacer el amor.
—A lo mejor el problema ahora es pensar que alguien pueda tener tanta suerte. Y sigo sin creer que quieras estar con alguien con quien no puedes discutir sobre mercados financieros durante el desayuno.
—No se me ocurre nada más aburrido —sonrió él—. Cuando estoy en casa no me apetece hablar de trabajo. Y no quiero conflictos. Quiero una pareja encantadora que me desafíe en otros sentidos... y eso tú lo haces muy bien. Así que, para contestar a la pregunta que no me has hecho: yo nunca estuve interesado en tu hermano—añadió, tirando de él hacia el muelle.
—¿Vamos a dar una vuelta en la motora?
—Quiero descargar adrenalina y como no tengo nadie a quien despedir, manipular o intimidar, necesito una alternativa. ¿Te mareas?
—No lo sé, seguramente pronto lo sabremos—respondió Hoseok—. ¿Conduces muy rápido?
—Sí.
Y era verdad.
En cuanto salieron del muelle la motora empezó a volar sobre las olas a una velocidad que lo dejó asustado. Afortunadamente, fue reduciendo la velocidad hasta que llegaron a una cala donde echó el ancla.
—Ponte esto —Jungkook le ofreció una caja con el logo de un diseñador muy conocido.
—Si es otro bañador, lo siento pero no. En los últimos diez días lo único que has hecho es quitarme ropa.
—No es lo único que he hecho, agape mou.
Hoseok se puso colorado.
—Me pongo bañador en la isla, pero aquí podría vernos alguien.
—No tienes nada que esconder.
—Sigo sin creer que me haya puesto un bañador —rió Hoseok.
—Estás guapísimo.
—Por la espalda.
—Y de frente. Y de lado y desde todos los ángulos —sonrió Jungkook—. Venga, abre la caja.
—¿Pero de dónde ha salido? No has ido a ningún sitio... ¿Cómo me lo has comprado?
Él abrió los brazos en un gesto de disculpa.
—Muy bien, lo confieso, no lo he elegido yo. Llamé por teléfono a la tienda y me lo han enviado.
Hoseok abrió la caja y, envuelto en capas de papel de seda, encontró el bañador más bonito que había visto nunca. Era dorado y tan pequeño.
—No, de eso nada.
—Póntelo.
—Yo no puedo ponerme esto...
—Confía en mí, te quedará sensacional —rio él, quitándose el pantalón.
—Me he puesto otros bañadores con algo arriba, pero no puedo ponerme esto, de verdad.
—Las cicatrices, ya lo sé. Sé que te da vergüenza, pero estoy intentando hacerte entender que yo te encuentro sexy con cualquier cosa que te pongas —dijo Jungkook con voz ronca—. O cuando no te pones nada. Venga, cámbiate.
Hoseok sacó el bañador de la caja, mirándolo con cara de horror.
—No puedo ponérmelo, en serio.
—Tienes diez segundos para cambiarte.
—Lo que yo quiero es esconderme y tú no me dejas. Durante estas dos semanas no has hecho más que exponerme... hacemos el amor a la luz del día, me haces ponerme bañadores y ahora esto.
Jungkook miró su reloj.
—Te quedan dos segundos. O lo haces tú o lo hago yo.
Hoseok tomó una de las toallas y se dirigió a la popa de la lancha. ¿Estaba siendo deliberadamente cruel?, se preguntó. Enfadado, consiguió ponerse el diminuto y apretado bañador bajo la toalla.
—¿Satisfecho?
—No, aún no —sonrió Jungkook, mirándolo de arriba abajo—. Pero lo estaré. Y recuérdame que le dé las gracias a la persona que lo ha elegido.
Avergonzado por el ardiente brillo de sus ojos, Hoseok miró el mar.
—No te entiendo, en serio.
—Eso es evidente, pero te lo repito: estás fantástico con el bañador.
Hoseok abrió la boca para discutir, pero Jungkook lo abrazó y el calor de su cuerpo eclipsó cualquier otra preocupación. Hoseok se olvidó de taparse, se olvidó de sus vergüenzas, de todo porque se sentía precioso y seductor.
—¿Qué tal tu confianza ahora? —sonrió él, buscando sus labios.
—Recuperándose.
—Me alegro porque volvemos a Seúl mañana.
Para él fue como un puñetazo en el estómago.
—¿Por qué?
—Porque llevo fuera de casa demasiado tiempo y hay cosas que necesitan mi atención. Y mañana por la noche tenemos que acudir a una cena benéfica.
—¿Mañana por la noche? ¿Por qué no me lo has dicho antes?
—Porque no quería que te pusieras nervioso.
—¿Quién estará en esa cena?
—Yo estaré allí —dijo él—. Y yo soy la única persona importante para ti —después de tan arrogante afirmación, Jungkook se lanzó de cabeza al agua.
Hoseok lo miró, frustrado. Sabía que la única manera de proseguir la conversación era lanzarse tras él, pero prefirió usar la escalerilla.
Su confianza había aumentado mil veces en las últimas semanas, ¿pero estaba listo para volver a su antigua vida?
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Hola buenas noches, ¿Cómo están? uu
Solo decirles que quedan 2 capítulos para que esto termine.
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PODEROSO
FanfictionLas vestimentas de diseño nunca habían podido esconder lo poco elegante y cosmopolita que Hoseok era. Ahora, sin embargo, el imponente Jeon Jungkook exige a su esposo que vuelva a casa... y aunque le avergüence reconocerlo, él está deseando hacerlo...