De pie en el cuarto de baño, Hoseok se abrochó el cinturón de la bata de seda.
¿Cómo iba a hacerlo? ¿Debía entrar en el dormitorio desnudo o dejar que lo desnudase él?
En cualquier caso iba a ser un desastre.
Aquel era el momento que había estado temiendo. ¿Para qué retrasarlo más? Lo mejor sería terminar con ello cuanto antes.
¿Cómo reaccionaría Jungkook?
Haciendo un esfuerzo para mover las piernas, Hoseok abrió la puerta y se quedó un momento en el quicio, mirándolo.
Jungkook estaba tumbado en la cama, con los ojos cerrados. Tenía el torso desnudo y la luz de la lamparita le daba una especie de halo dorado...
Durante aquel año de separación no había cambiado en absoluto. Hoseok observó el vello oscuro de su torso y luego siguió hacia abajo... estaba desnudo pero siempre se había sentido muy cómodo con su cuerpo y era lógico. Tenía un cuerpo perfecto, masculino y fuerte.
Tanto que había atraído la atención de las personas más guapas del mundo.
¿Por qué lo deseaba a él? ¿Era sólo porque no creía en el divorcio? ¿Era ése el frágil lazo que los unía?.
Incapaz de ver otra posibilidad, Hoseok perdió la confianza y habría vuelto al baño si él no lo hubiera detenido.
—Si sales corriendo otra vez iré a buscarte. Tú decides.
Hoseok se quedó inmóvil, con el corazón latiendo frenéticamente dentro de su pecho.
—No puedo elegir, ¿verdad? No me estás dejando elegir.
—Tú tomaste una decisión al venir conmigo a la isla —Jungkook lo miraba de esa forma que siempre lo había puesto tan nervioso—. Ven, acércate a la luz para que pueda verte.
Hoseok tocó el cinturón de la bata, preguntándose si iba a tener valor para hacer aquello. Pero Jungkook se levantó de la cama y lo tomó por los hombros.
—Quiero saber qué estás pensando.
—No, mejor no —dijo él. Tenía ganas de llorar, pero no podía hacerlo. Más tarde. Ya habría tiempo para eso más tarde.
Dejando escapar un gruñido de frustración, él tomó su cara entre sus manos.
—No entiendo por qué te sientes tan inseguro. Eres un doncel precioso.
Y Hoseok perdió el valor.
Tal vez si no hubiera dicho eso habría podido seguir adelante.
—No soy precioso, no lo soy. Y no puedo hacerlo... sencillamente, no puedo.
—¿Por qué? ¿Es por lo que crees que pasó entre tu hermana y yo?
—No, no es eso. Es por lo que me ha pasado a mí. Lo siento, Jungkook... —antes de que pudiera detenerlo, y cegado por las lágrimas, Hoseok se encerró en el cuarto de baño y se dejó caer en el suelo, sin molestarse en encender la luz.
Era imposible. Aquella situación era imposible.
No debería haber dejado que lo chantajease para que volviera con él. Debería haberle contado lo que pasó y haberse marchado mientras aún le quedaba un poco de dignidad.
¿Por qué había aceptado quedarse?
¿Había esperado que aquella horrible situación aún tuviera un final feliz?
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PODEROSO
FanfictionLas vestimentas de diseño nunca habían podido esconder lo poco elegante y cosmopolita que Hoseok era. Ahora, sin embargo, el imponente Jeon Jungkook exige a su esposo que vuelva a casa... y aunque le avergüence reconocerlo, él está deseando hacerlo...