El corazón de Hoseok dio un vuelco. Deseaba tanto creerlo...
—¿Por qué me mentiría Jin? Además, yo sé lo que vi.
—Te he contado los hechos, decide tú —suspiró Jungkook.
él lo miró, desconcertado. Lo que había visto, todo lo que sabía, todo lo que creía... era como si alguien hubiera tirado por el aire las piezas de un puzle y la imagen ya no fuera visible.
—Uno de los dos estaba mintiendo.
—Y Jin ya no puede contar la verdad. Un interesante dilema, agape mou. ¿A quién vas a creer? ¿A tu marido o a tu hermano?
Enfrentado con tal decisión, Hoseok sacudió la cabeza.
—Deja que te cuente algo sobre mi hermano... deja que te diga lo que era para mí, fue Jin quien me llevó de la mano mi primer día de colegio, era Jin quien me ayudaba con los deberes y quien me enseñó a arreglarme. Siempre estuvo a mi lado, ayudándome, animándome cuando mis padres apenas se fijaban en mí. Es horrible pensar que me engañó con mi marido, ¿pero sugerir que lo inventó todo sólo para hacerme daño?
El silencio de Jungkook decía más que mil palabras y Hoseok dejó escapar un suspiro de angustia.
—Evidentemente, eso es lo que estás sugiriendo, pero es una locura. ¿Por qué iba a hacerlo? ¿Y por qué iba yo a creerte? Mi hermano estuvo a mi lado toda su vida y tú y yo apenas nos conocemos.
—Espero que me creas porque eres mi esposo y ese papel debería incluir confianza y compromiso, dos cualidades que a ti te faltan —dijo él entonces—. La verdad es que nuestro matrimonio empezó a ir mal antes de que me vieras con tu hermano en la piscina. Imagino que es por eso por lo que evitabas hacer el amor conmigo.
—Yo no evitaba hacer el amor contigo.
—Me dabas la espalda noche tras noche, fingías estar dormido. Y si llegaba a casa temprano te inventabas excusas como que te dolía la cabeza, que estabas cansado y yo lo dejé pasar porque sabía que no tenías experiencia antes de casarte conmigo. Fui muy paciente contigo porque no tenía ni idea de lo que te pasaba por la cabeza.
Que Jungkook hubiera sabido lo que había detrás de sus patéticos intentos de mantenerlo alejado incrementó su humillación.
—Estoy seguro de que lamentas haberte casado conmigo.
De hecho, sabía que era así. ¿No era por eso por lo que se había acostado con su hermano?
—¿Sabes lo que yo lamento, Hoseok? —su voz sonaba cansada de repente—. Lamento no haberte obligado a decirme qué estaba pasando. Me eché atrás cuando debería haberte exigido una respuesta y lo lamento más de lo que puedas imaginar.
—Estaba cansado, eso es todo. Cuando no estabas de viaje teníamos que salir... cada noche teníamos que acudir a algún evento.
Y tener que acudir a esos eventos destacaba las diferencias entre ellos hasta que perdió la confianza del todo.
—¿Cansado? —repitió Jungkook, irónico—. Durante nuestra luna de miel no dormiste en absoluto. Estuvimos haciendo el amor literalmente las veinticuatro horas del día. Entonces eras tan insaciable como yo. La fatiga no era la razón por la que me dabas la espalda cuando me metía en la cama.
—Jungkoook...
—La luna de miel fue perfecta, los problemas empezaron cuando volvimos a casa. De repente, no querías saber nada de mí. De hecho, hacías todo lo posible para que no te tocase. Incluso me pregunté si la razón por la que invitaste a Jin a venir a casa era porque querías que él nos separase.
Atónito por los malentendidos, Hoseok negó con la cabeza.
—¿Crees que quería que tuvieras una aventura con mi hermano?
—He dicho todo lo que tenía que decir sobre ese tema.
—Invité a mi hermano porque confiaba en él. Y porque necesitaba mi ayuda cuando él me había ayudado toda la vida con mis problemas.
—¿Qué clase de problemas?
—Mira, Jungkook, esto es muy difícil para mí —suspiró, sabiendo que él era un hombre absolutamente seguro de sí mismo y que no entendía la inseguridad en otros— .No sólo perdí a mi marido, también he perdido a mi hermano que era, además, mi mejor amigo. Y lo perdí antes de que muriese en esa solitaria carretera.
—Quiero saber por qué creíste que había tenido una aventura con él. Llevábamos tres meses casados... ¡ tres meses! No tuvimos tiempo de cansarnos el uno del otro.
—Pero yo conocía tu reputación...
—Que me había ganado antes de conocerte.
Hoseok intentó contener las lágrimas.
—Sí, claro. Y te casaste conmigo porque era precioso, tan superior a esas actrices y modelos con quienes salías... entiendo que fuera imposible no dejar de mirarme —le dijo, irónico—. Deberías haber reprogramado las luces de la casa para que se apagaran cuando yo entrase en una habitación. Tal vez eso podría haber salvado nuestro matrimonio.
—El sarcasmo no te pega, Seok. Fue tu carácter y tu dulce naturaleza lo que me atrajo de ti, pero siempre te subestimas. ¿Por qué no me había dado cuenta antes?
—No lo sé. Al principio no hablábamos mucho y después tú estabas muy ocupado enfadándote porque yo hacía las cosas mal, supongo —Hoseok pensó en todos las horas que había pasado intentando ser lo que él quería que fuera... qué pérdida de tiempo. Evidentemente, no lo había logrado. Lo cual demostraba que ni siquiera ocho horas en un salón de belleza podían convertir a un chico de campo en el esposo de un millonario—. En parte la culpa fue tuya... me dejaste en esa situación sin ayudarme.
—¿Qué situación? —preguntó Jungkook, verdaderamente perplejo.
—Me dejabas solo en esas fiestas.
—Yo no te dejaba solo. Siempre estaba a tu lado.
—Pero estabas hablando con otras personas, haciendo negocios, contactos... o sonriendo a esas bellezas. Y todos me miraban como si hubiera salido de debajo de una piedra.
—Eras mi esposo.
—Sí, ése es el problema.
Jungkook dejó escapar un suspiro de agotamiento.
—Lo que dices no tiene sentido. Ser mi esposo te daba un estatus social...
—Era agotador, estresante.
—Si ése es un problema que esperas que discuta racionalmente vas a tener que ser más específico. ¿En qué sentido era estresante ser mi esposo?
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Holiii uu
He vuelto, luego de mucho tiempo desaparecida :c
disculpen por no actualizar, estaba un poco mal pero todo bien, así que estaré actualizando para compensar <3
disfruten ^^ y gracias por todo el apoyo que le dan a estas adaptaciones las tkm.
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PODEROSO
FanfictionLas vestimentas de diseño nunca habían podido esconder lo poco elegante y cosmopolita que Hoseok era. Ahora, sin embargo, el imponente Jeon Jungkook exige a su esposo que vuelva a casa... y aunque le avergüence reconocerlo, él está deseando hacerlo...