Jungkoook movió los hombros para aliviar la tensión y el movimiento llamó la atención de Hoseok. Su mirada era ligera como una pluma y, sin embargo, Jungkook sintió una ola de calor.
Aparentemente, su cuerpo no era tan selectivo como su cerebro.
—Hazme un favor, ponte la camisa. No podemos tener una conversación si estás medio desnudo.
—Puede que te sorprenda, pero yo soy capaz de mantener una conversación incluso estando desnudo —el tono sarcástico enmascaraba su rabia, pero hizo que Hoseok se pusiera colorado.
—Estoy seguro, pero si no te importa... me gustaría que te vistieras.
—¿Por qué? ¿Te molesta verme así? —Jungkook se inclinó para tomar la camisa del suelo—. ¿Te cuesta trabajo concentrarte?—cuando iba a abrochar la camisa descubrió que no tenía botones y abrió los brazos en un exagerado gesto de disculpa—. Me temo que esto es lo único que puedo hacer.
—Muy bien —Hoseok apartó la mirada, pero no antes de que los dos compartieran un recuerdo en particular que ambos hubieran preferido olvidar—. Los medios de comunicación llevan días hablando del asunto y es horrible. No sé cómo se han enterado de la aventura que tuviste con mi hermano, pero también saben que el niño está aquí. ¿Dónde...?
—Dormido, en el piso de arriba —lo interrumpió él, acercándose a la ventana que daba al jardín—. Me lo trajeron de la clínica. Tu hermano lo dejó solo y desatendido cuando salió con el coche. Lo encontraron llorando... —la rabia que sentía era como una bestia y le sorprendió la fuerza que necesitó para contenerla.
El autocontrol era una habilidad que dominaba desde muy temprana edad, pero cuando pensaba en el niño se encontraba con un muro.
Por otra persona, otro lugar.
—Mi hermano estaba enfermo —dijo Hoseok.
—Bueno, en eso estamos de acuerdo —dijo él.
Enfermo de avaricia.
Pero sabiendo que el pasado y el presente se estaban mezclando en la conversación, Jungkook decidió cambiar de tema.
—¿Por qué crees que trajeron el niño aquí?
—En la clínica me han dicho que mi hermano dejó una nota diciendo que tú eras el padre. Jin quería que el niño tuviera una familia.
Jungkook emitió un impaciente suspiro, maravillándose de su ingenuidad.
—O tal vez quería que no hubiera ninguna posibilidad de reconciliación entre tú y yo. Su último y generoso regalo para ti.
—Nunca hubo posibilidad alguna de reconciliación —replico Hoseok—. ¿Dónde está el niño? Debería marcharme y...
—¿Y dónde piensas ir?
—He reservado habitación en un hotel cerca de aquí.
—¿Estás sugiriendo lo que yo creo que estás sugiriendo?
—Voy a llevarme al niño, por supuesto. ¿Qué creías?
—De modo que piensas llevarte al hijo de tu hermano y cuidar de él... el mismo niño que, supuestamente, es fruto de mi relación adúltera con él. Que creas que tu hermano mentía o decía la verdad...
—Jin decía la verdad.
—Tu hermano destrozó nuestro matrimonio. Te hizo daño y ahora, sin embargo, estás dispuesto a cuidar de su hijo. ¿Cómo es posible?
Hoseok lo miró, irguiendo los hombros.
—Soy una persona responsable y con principios. Cualidades que seguramente tú no reconoces. ¿Que si estoy enfadado con mi hermano? Pues claro que sí. Y es horrible porque lloro por su muerte, pero estoy dolido por lo que me hizo. Algunas personas no la perdonarían nunca y no sé si yo podré perdonarlo algún día, pero al menos él estaba enamorado de ti. Y, al final, creo que lo lamentaba de verdad.
—¿Tú crees? —Jungkook levantó una ceja, irónico.
—Fue el sentimiento de culpa lo que lo llevó a la depresión. Y hubiera pasado lo que hubiera pasado, yo nunca habría querido... éramos hermanos. Y en cuanto al niño, no creo que deba cargar con las culpas de sus padres. Mi hermano ha muerto y tú no puedes hacerte cargo de él, de modo que me lo quedaré yo. Así tendrá un hogar y una persona que cuide de él.
—¿Estás proponiendo cuidar del hijo bastardo de tu marido?
—¡No lo llames así! —exclamó Hoseok, echando chispas por los ojos—. Y sí, pienso cuidar de él. Tiene tres meses... es tan pequeño.
Jungkook lo miró, intentando distanciarse de la conversación. No era una belleza clásica, pero había algo fascinante en su rostro.
—De modo que has perdonado a tu hermano.
—Estoy intentándolo —Hoseok se mordió los labios—. Entiendo el efecto que ejerces en las personas,Jungkook. Incluso esa estrella estaba dispuesta a humillarse acostándose contigo después de verme aquí.
—¿Humillarse?
—Dime una cosa: ¿por qué te casaste conmigo... tú, que tienes fama de no querer comprometerte con nadie?
—¿Quieres saber la verdad? En este momento, no tengo la menor idea.
Hoseok asintió con la cabeza.
—Sabes hacer daño, eso desde luego. Nuestro matrimonio no fue nada para ti.
—Al contrario, eres tú quien se marchó ante el primer obstáculo.
Hoseok dejó caer los hombros como si llevara un enorme peso.
—Si has dicho todo lo que tenías que decir, me gustaría llevarme al niño.
—Como siempre, estás siendo un ingenuo. Para empezar, hay periodistas en la puerta. ¿Cómo crees que reaccionarían si te vieran salir de aquí con el niño en brazos?
—No daría buena imagen de ti, ya lo sé. Pero también sé que tu imagen te importa poco. Te da igual lo que piensen de ti... si te importase un poco no te portarías como lo haces.
Jungkook se llevó una mano a la frente, intentando controlar su mal humor.
—Hablaremos de eso después —le dijo—. Por favor, ve a secarte el pelo, estás empapado. Y la próxima vez usa la puerta principal como haría mi esposo en lugar de entrar por detrás como un ladrón.
—Digas lo que digas, tampoco a ti te hubiera gustado ese titular.
Jungkook lo miró, maravillándose de que el libido fuese una fuerza tan destructiva.
—Los titulares dejarían de aparecer cuando se dieran cuenta de que no hay historia que contar.
Hoseok no pareció registrar sus palabras. O, al menos, no cuestionó su afirmación.
—En cuanto esté seco me llevaré al niño y desapareceremos de tu vida.
Él lo observó en silencio, dejando que se engañara a sí mismo durante unos minutos más.
Su esposo había vuelto.
Y no tenía la menor intención de dejarlo marchar otra vez.
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PODEROSO
FanfictionLas vestimentas de diseño nunca habían podido esconder lo poco elegante y cosmopolita que Hoseok era. Ahora, sin embargo, el imponente Jeon Jungkook exige a su esposo que vuelva a casa... y aunque le avergüence reconocerlo, él está deseando hacerlo...