Capítulo 16

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Atrapado por el brillo de sensualidad en sus ojos, Hoseok sintió que su corazón se encogía y se aceleraba al mismo tiempo. Sin aliento, bajó la mirada... pero sus ojos quedaron atrapados en el vello oscuro que asomaba por el botón abierto de la camisa.

En realidad, la única manera de no desearlo era cerrando los ojos. E incluso entonces no desaparecía ese extraño calor en su vientre. Jungkook era un hombre demasiado atractivo.

—Ha pasado un año...

—Sé perfectamente el tiempo que ha pasado —lo interrumpió él.

—No sé por qué quieres que volvamos a estar juntos.

—Eres mi esposo, Hoseok. Y yo espero que mi esposo esté a mi lado pase lo que pase.

«Pase lo que pase».

¿Qué había querido decir con eso? ¿Que debía mirar hacia otro lado cuando tuviese una amante? ¿Era eso lo que estaba diciendo?

De repente, sintió que el corazón se le salía del pecho, la misma sensación que había experimentado cuando lo vio con su hermano.

Jungkook esperaba que lo dejase ver a otras personas mientras vivía con él, pero cada vez que estuviera con otro un pedazo de su corazón moriría.

Hoseok miró hacia delante, sin decir nada.

¿Qué persona que se respetase a sí mismo aceptaría algo así?

CAP 6

—Yo no soy así. Aunque Jungkook sea mi marido, eso no le da derecho a hacer lo que quiera y no pienso dejar que me haga daño otra vez —murmuraba Hoseok, mientras guardaba su ropa en una bolsa de viaje—. Si lo hiciera sería tonto.

Jimin, balbuceaba mientras movía las piernecitas.

—Sencillamente, no estamos hechos el uno para el otro. ¿Por qué no se da cuenta? No tiene sentido intentar convencerlo porque a él se le da bien manejar las palabras y a mí no. Con un poco de suerte, no me seguirá. No lo hizo la primera vez y no creo que quiera un niño pequeño en su vida —Hoseok pensó entonces en la actriz y deseó no haberlo hecho—. No es fácil estar casado con un hombre al que desean todas las mujeres y donceles del mundo, te lo aseguro. A menos que tú seas la persona a la que todo el mundo desea. Y yo no lo soy.

«Espero que mi esposo esté a mi lado pase lo que pase».

—Cree que me quedaré tan tranquilo mientras él sale con actrices y modelos —dijo luego, guardando la bolsa en la parte baja del cochecito—. Pues no puedo hacerlo. He estado un año intentando olvidarme de él y no pienso pasar por eso otra vez.

—¿Por qué es por lo que no piensas pasar otra vez? —Jeon estaba en el quicio de la puerta y Hoseok dio un respingo.

—Ser perseguido por periodistas —contestó, sacando a Jimin del cochecito.

Jungkook llevaba unos vaqueros negros y una camisa y estaba tan sexy como con un traje de chaqueta italiano.

Era lógico que no hubiera podido retenerlo, pensó. Era un hombre tan apuesto...

En realidad, le haría un favor si se marchase. Él no lo quería y tampoco quería al niño.

Quería vivir como le daba la gana.

—Mete al niño en la cuna y ven a cenar —dijo Jungkook al ver que Jimin se había dormido—. Tenemos que hacer planes.

Por lo visto, ni se le había pasado por la cabeza que él pudiera negarse.

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