Shiratorizawa [Ushijima Wakatoshi x Oc]

Capítulo 8

Era viernes, Konan veía el entrenamiento del equipo de voleibol, su mirada azulada no se despegaba del chico de cabello castaño olivo. Se sentía extraña, y estaba nerviosa...aun no comprendía por qué Ushijima se aferraba en querer ir con ella. Hoy sería su último intento para que el chico desistiera.

En el momento en el que el entrenador comenzó a reunirnos para decirles que debían dormir bien, y comer de igual manera, era señal clara de que su entrenamiento ya había concluido. Konan se levanto de las bancas, tomo su mochila y se comenzó acercar.

-Mañana podríamos entrenar otro poco-hablo el mayor.

Konan tuvo esperanza, Ushijima no era de lo que faltaban a un entrenamiento.

-No creo que sea posible-la voz del chico se hizo escuchar, todos lo miraron sorprendido. Estaba diciendo que no a un entrenamiento.

La cara del anciano estaba seria, y su mirada se mantenía fijo en su mejor pupilo, pero debía de ser algo importante.

-¿Tienes algo urgente Ushijima?-pregunto el profesor al lado del entrenador.

El mencionado miro al hombre y asintió.

-Tengo que acompañar a Konan.

La vista de todos pasó a la albina, que apenas estaba llegando con ellos, pero que si alcanzo a escuchar todo.

La chica sentía su cara arder.

-¡No!-grito-¡No es necesario que me acompañes!-movía sus manos de forma exagerada.

Satori soltó una carcajada, era algo único.

-Vamos Kurosaki-chan, no reniegues de Ushijima-dijo el pelirrojo con intención de provocarla.

Konan se llevo una de sus palmas a la cara, eso era todo lo contrario a lo que estaba pensando hacer.

-No puedes ponerle trabas a tu entrenamiento por una chica Ushijima-kun-dijo el anciano.

Para muchos eso hubiera sido hiriente para la chica en cuestión, pero este no era el caso.

-¡Exacto!-apoyo la joven, el entrenador se sorprendió. Konan suspiro-. Mira, tu carrera es lo más importante, así que enfoque en ello...yo puedo arreglar aquel asunto sola.

Ambos adultos se miraron, era una situación peculiar, pero el anciano no podía negar de que estaba feliz, una chica también era un gran motivo para dejar todo en la cancha.

-El lunes entrenaras hasta morir, Ushijima-kun-dijo el mayor girándose a la derecha, y comenzar a caminar a la salida del gimnasio.

Konan parecía estar en un bloque de hielo, tenía su mano ligeramente estirada en dirección del entrenador. Tenía esperanzas en él.

El chico de peinado de hongo y cabello café claro se acerco a su compañera, la pobre estaba en shock.

-¿Kurosaki-chan?

La chica soltó todo el aire en sus pulmones, recargo sus palmas sobre sus rodillas, dejando que su callera al frente.

-Agggggg – levanto la cara, seguían mirándola, unos preocupados y otros divertidos...la chica entrecerró los ojos, el aura que emanaba no era para nada amistosa. Causando cierto temor en los chicos- ¿Por qué demonios haces esto?

Esa pregunta sabían que era dirigida a su capitán, y no paso mucho para que él la respondiera.

-Porque eres importante para mí.

-Hmpf-se enderezo, llevo sus manos a la cintura-...me confundes como no te puedes imaginar Wakatoshi...como sea, paso por ti mañana.

Rendida ante la situación y pasando de largo a todos los presentes, salió del gimnasio, a diferencia de la mayoría, ella debía ir a su casa.