Shiratorizawa [Ushijima Wakatoshi x Oc]

Capítulo 11

La mirada del entrenador le penetraba hasta el alma, era claro que estaba molesto. Konan mantenía la cabeza gacha.

-Ushijima es mi mejor jugador-la voz del anciano era bastante grabe-, y será un jugador estrella. No debe de involucrarse en viles peleas callejeras...menos por una chica.

-Lo entiendo a la perfección-respondía Konan-...no quiero ser una distracción para Ushijima.

El hombre soltó un suspiro, sabía que las palabras de la chica eran sinceras.

-Y también esta tu futuro, Kurosaki. Entiendo que eres la representante en la Olimpiadas, entonces, no puedes permitirte distraerte de esa manera.

-Sí.

A Konan no le importaba ese asunto, es decir, estudiar era algo que se le facilitaba. Pero la carrera de ese chico, esa si era importante.

-¿Qué piensas hacer?-pregunto el hombre.

La chica levanto la mirada.

-Si para evitar que Ushijima-kun tenga problemas, me alejaré de él.

-No seas drástica Kurosaki-la chica se confundió-, pero mantengan límites.

Afuera de la oficina, estaba el equipo de voleibol. Todos atentos a la salida de la chica, se habían sorprendido bastante cuando vieron a Ushijima con el hablo partido, pero al saber las razones, hasta se sentían orgullosos de él.

-Ya tardaron-decía el pelirrojo nervioso.

Todos respingaron al escuchar la puerta abrirse, tanto la joven como el entrenador salieron. La chica se despidió de el con una reverencia. Los ojos olivo del chico se centraron en ella, tenía la esperanza de que lo volteara a ver, pero no fue así. Sin decir más, Konan salió de gimnasio.

Los chicos se sorprendieron, miraron a su entrenador, esperando a que les contara lo ocurrido.

-Sigan entrenando-hablo el hombre.

No reaccionaron como quisieran, pero en silencio, continuaron su entrenamiento. El único que mantuvo la mirada al hombre fue el as, pero rápidamente quito la mirada para regresar a su posición y continuar con sus saques.

Las horas pasaron, la luz de la tarde entraba por la puerta, y los chicos estaban limpiando el gimnasio antes de retirarse. El moreno guardaba los balones, seguía pensando en que le había dicho el entrenado a Konan, tal vez le había dicho que se alejara de él, eso no le gusto en la absoluto.

-Estoy muy cansado-decía Eita sobándose el cuello.

El chico ya estaba listo para retirarse a su dormitorio, ya habían acabado después de todo.

-Adelántate y aparta nuestra cena-pidió el pelirrojo recordando que esa noche era noche de comer curry.

El de cabello claro se quejó, pero camino hasta la entrando, deteniéndose de golpe. No pudo evitar una risa.

-Mejor date prisa Wakatoshi-le indico al chico antes de dar el primer paso hacia el exterior.

Los demás se miraron confundidos, y sin perder tiempo fueron hasta la entrada. Una emoción creció en su cuerpo, pues justo al frente, sentada en las bancas estaba la albina leyendo un libro en una posición bastante extraña. Ya no tenía el uniforme de la escuela, lo que era un alivio, pues estaba recostada con la cabeza colgando.

-¿Sucede algo?-la voz seria del muchacho se escuchó atrás de todos ellos.

Giraron a verlo orgullosos, al parecer le estaba yendo muy bien con la chica.