Capitulo 34

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—¿Qué rayos significa que no te quedarás a recibir el año con nosotros hija? —mi padre para ser alguien que acababa de salir del hospital, parecía encontrarse en perfectas condiciones.

Cuando llegamos mi prima intentó discutir mi presencia aquí, pero simplemente la pasé de largo y me senté en el sofá junto a mis tíos y Jagger. En esta ocasión no me prestaría a discusiones absurdas, no estaba aquí para pasar un mal momento.
Pero a medida que la conversación avanzaba, llegamos al punto del festejo de año nuevo y no pude evitar decirles que mis planes estaban bastante alejados de ellos.

Solo bastó decir eso para que mis padres enloquecieran, mi prima se burlara, mis tíos y Jagger intentarán hablar en mi defensa, mientras yo gritaba mis propias razones.
Todo se tornó un lío de voces inentendibles, hasta que mi padre se levantó y yo hice lo mismo.

—No pienso quedarme y exponerme a que vuelvan a echarme, además he hecho planes, nos esperan los padres de Jagger y no pienso cancelar.

—Hace años no has pasado un día festivo con nosotros y prefieres irte ¿Acaso no te importamos? Por Dios hija, acabas de verme salir del hospital.

—Si ella no quiere no hay que obligarla tío, después de todo tampoco es como si fuera imprescindible—exclamó mi prima junto a una mueca de disgusto.

¿Pero es que quién le había pedido a ella su opinión? Esta conversación era entre mi padre y yo.

—¡Tú cállate Esther! Estoy hablando con mi hija y no quiero que interfieras ¿Me has oído? —mi padre gruñó, totalmente fuera de sí.

—Solo estoy diciendo lo obvio, no ha venido en años ¿Por qué crees? Porque no le importamos.

—La que no le importa eres tú. Nosotros simplemente pagamos la culpa de haber apoyado tu maldita traición, te hemos consentido, te tratamos como a una hija ¿Y mira lo que ha sucedido? Me enteró que tú te metiste en la cama de aquel poco hombre, lo sedujiste para lastimar a Rain ¿Qué clase de persona eres?

—Te estas dejando convencer por las cizañas de Fred, nunca haría algo así.

—¿De verdad? —volteé hacía Jagger, quien a pesar de hablar con tranquilidad, lucía muy molesto. —¿Por qué no les cuentas como intentaste seducirme, mientras planeaban tu dichoso casamiento? ¿Acaso no fue esa la razón por la que Rain renunció a ser tu dama? Quieres todo lo que ella tiene, quieres ser Rain.

—¡Cállate imbécil! —gritó molesta de que su mentira comenzará a salir a la luz.

Ella no era la buena persona que alegaba ser, su actuación aunque muchos la compraban, tenía muchas fallas y esas mismas fallas, ahora la dejaban como la mentirosa que era.
Me interpuse entre ella y Jagger, cuando vi sus intenciones de venir a golpearlo, no la dejaría tocarle ni un maldito cabello.

—No te atrevas Esther, no te voy a permitir que toques a Jagger. Estoy harta de ti y de tus malditos juegos ¿No crees que te he aguantado mucho ya?

—Hija cálmate, estamos hablando como personas normales.

—¿Normales papá? ¿Me estas jodiendo? Ninguno aquí es normal y en serio estoy cansada. No pienso quedarme, no puedo. Solo míranos, estoy a nada de dejarla pelada. —me acerqué a él y suspiré. —No la soportó, me lastimó mucho y ustedes lo permitieron, no solo eso, la ayudaron. Dime algo ¿No debería ser una hija la principal preocupación de un padre?

—Por supuesto, de esa forma te vemos tu madre y yo. —abrí mi boca, presa del asombro antes de reír, ¿Acaso era un chiste?

—¿Me ven como su principal preocupación? No lo puedo creer. Los últimos cinco años he sido casi una huérfana. Debí irme de aquí para tener un poco de paz, no podía estar aquí y ver como Esther se paseaba con el que había sido mi novio, mientras ustedes lo veían como a un hijo más. Dime papá ¿Alguna vez te importó si yo sufría? ¿Me escuchaste llorar hasta dormirme?

—Sé que cometimos algunos errores, pero nunca lo hicimos buscando tu mal.

—Pero lo hicieron, me bloquearon, fingían ignorarme con tal de ver feliz a Esther. Me mudé a tres mil kilómetros ¿Crees que fue fácil?  Viví un año en una habitación que parecía un armario, hasta que pude juntar algo de dinero y mudarme a un apartamento junto a una compañera. ¿Alguna vez te preguntaste si tenía un techo? ¿Si comía?

—Te enviaba dinero cada mes, sé que lo devolvías, pero intenté ayudarte.

—¡No! Lo que tratabas de hacer era comprar mi perdón y esa nunca fue la manera. Fueron mis tíos quienes siempre se preocuparon por mí, me visitaban, me invitaban a su casa, me consolaban, no ustedes.

—Nosotros no te echamos hija, te fuiste porque así lo decidiste. Pudimos equivocarnos en algunas cosas, pero no me haré responsable de tus malas decisiones.

—No te estoy pidiendo eso mamá, solo les estoy explicando porque sé a ciencia cierta, que para ustedes no soy su principal preocupación.

—Ya me cansé de esto, sí, nos equivocamos al apoyar a tu prima, debí llamar a mi hermano y que él se hiciera cargo, pero no lo hice. Ella es como una hija también para nosotros, la hemos criado, junto contigo. ¿Qué esperabas, que armáramos una guerra por un hombre? Hay muchos y podías elegir a otro. Vi como no eras feliz con él, por lo que supe que no durarían, entonces los apoyé y tú enloqueciste. ¿No tenías otra forma de querer llamar nuestra atención?

—No quise hacer eso— mi madre estaba loca.

—¿No? Siempre estabas molesta, te rehusabas a salir con nosotros y luego te mudas ¿Qué querías? ¿Qué corriéramos tras de ti? Estábamos equivocados, pero tú también y decidiste aferrarte a un orgullo tonto, en lugar enfrentar tus problemas . Ahora nos culpas de todo lo que tus decisiones provocaron y no deberías, nosotros no te dijimos que te fueras. ¿O si?

—Ya no podía seguir aquí. Me sentía mal y ustedes se mostraban indiferentes ¿Qué más querían de mi?

—¡Que luches! ¿Por qué esperabas que nosotros interviniéramos? Ambas son importantes, si él la quería a ella no podíamos hacer nada.

—Nunca hicieron nada por mí, ni siquiera me apoyaron el día de la boda. ¡Me corrieron como a un perro! Ustedes sabían que no fue mi culpa y no les importo ni la hora, simplemente me hicieron a un lado para hacer feliz a Esther ¿Eso es ser importante para ustedes?

—No podíamos dejarla salir en el estado en el que estaba.

—Y entonces decidieron volver a descartarme, pero ya me acostumbre a que lo hagan, pero esta vez no cambiaré mis planes. Si se quieren enojar, háganlo, pero yo me voy. Es más me iré ahora mismo.

Me despedí de todos y salí echa una furia, ¿Acaso nunca podría tener una conversación normal con ellos?

—¡Rainy  espérame! —me detuve al escuchar a Jagger y giré, abrazándolo con fuerza. — Tranquila amor, ya paso.

—Ellos están tan equivocados, no pueden aceptar que se equivocaron ¿Tanto les va a costar?

—Ya no te preocupes por ello, ahora vamos a relajarnos. ¿Qué dices si vamos por un helado?

—Esa idea me gusta, camina amor, el azúcar me ayudara a olvidar ese amargo momento familiar.

Por lo menos ya habíamos pasado la peor parte, o eso esperaba.



Jugando con JaggerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora