Final

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Los últimos dos meses había logrado mejorar la relación con mis padres, o al menos eso sentía. Las llamadas ahora eran más habituales y con menos recriminaciones, aunque tenía tantas cosas que podría reclamarles, no le veía el caso a hacer algo así.
Con mi prima, no había cambiado nada. Me había llamado en dos ocasiones, pero terminaron con ella culpándome de querer excluirla de la familia. En su retorcida cabeza, había orquestado un vil plan para lograr que mis padres la echaran. No era capaz de reconocer las consecuencias de sus propios errores, para ella era más sencillo acusar a los demás.

Hace tiempo me había rendido, no había manera de llevarme bien con ella, en otras palabras, nuestras diferencias eran irreparables.
Algo distinto ocurrió con Valery, nuestra amistad, a pesar de ser ahora a distancia, había vuelto a ser la de siempre. Quizás el cambio de aire o el conocer a Daniel, hizo que todo su resentimiento se esfumara y ahora solo se preocupara por mi bienestar. Era sorprendente que incluso se preocupaba por Jagger, pero lo hacía.

Hablando de Jagger, no lo había visto desde la noche anterior. Nuestros turnos se habían desencontrado y cuando él salió, yo entré. Lo había llamado tres veces, pero ninguna me respondió, las primeras dos, se las atribuí al hecho de que quizás estaba dormido, pero la tercera no podía, para este entonces ya estaría levantado.

-¿En que piensas? -di un pequeño salto, al ser atrapada completamente perdida.

-¡Por Dios! -exclamé, llevándome una mano al pecho, haciendo caer en el proceso la libreta al suelo.

-¿Tan grave es?

-No. Claro que no. Es solo que me asustaste, estaba distraída.

-¿Puedo preguntar o es muy indiscreto de mi parte?

-Pensaba en mis padres, en una vieja amiga y en Jagger. Los últimos dos meses han cambiado muchas cosas en mi vida, todas para bien, pero aún me preocupa que algo salga mal.

-Si son buenas no deberías preocuparte, sino disfrutar.

-No es tan fácil Leti, soy consciente de que todo lo bueno, esconde también su lado malo. Pero es mejor no pensar en ello. - tenía miedo de que el tiempo hubiera desgastado mi relación y que pronto termináramos. - Ya no veo la hora de salir.

-¿Ya extrañas al doctor amor? - me reí al escuchar el tonto mote que utilizaba para burlarse de Jagger.

Ambos se llevaban muy bien, tanto que si ella no estuviera casada y completamente enamorada de su marido, ahora mismo estaría completamente celosa de ella.

-Un poco, nuestros turnos no están coincidiendo, por lo que lo estoy viendo poco. Pero... -dije con un tono mucho más animado- hoy tenemos una noche de juegos en casa de Mackenzie, por lo que podremos estar juntos.

-¿Sacrifican una noche solos para ir a jugar y beber con ese anciano tramposo? -Leticia había participado de uno de los juegos, pero no se tomó muy bien el hecho de haber perdido, por lo visto aún no lo supera.

-Sí, hace rato no les pateo el trasero. Hoy pasaré tiempo con mi chico, los venceré y encima me haré con dinero. No veo la hora de salir.

-Ustedes están locos

-Puede ser, pero así comenzamos nuestra relación, nos trae muy buenos recuerdos. -quizás eso era lo que necesitábamos para que Jagger deje de portarse indiferente.

-Si ganas debes invitarme un trago-comenzó a caminar, dispuesta a continuar de controlar a los pacientes.

-Cuenta con ello.

El resto de la tarde fue igual de aburrida y estresante, Jagger aún no devolvía mis llamadas y ya comenzaba a asustarme. ¿Qué le llevaba tanto, para no ser capaz de enviarme ni siquiera un mensaje?
Para cuando por fin fuí libre, decidí pasarme por la tienda y asegurarme de llevar cerveza. Mackenzie y Adkins nunca tenían alcohol, no si Mary podía impedirlo.

Estaba decidida a disfrutar de la noche y una vez en casa, encarar a Jagger y obligarlo a decirme qué escondía. Ya no podía seguir tratando de adivinar qué andaba mal entre ambos.

Cuando llegué ya habían empezado una partida, por lo que debería esperar. Pero durante todo el juego no aparté la mirada de Jagger.
Observaba cada gesto, cada expresión, hacía ellos y hacía mi.

-¿Estas lista para llorar amor? - a pesar de querer disimular mi molestia no pude evitar lanzarle una mirada de advertencia.

-No eres tan bueno.

-Pero estoy seguro de que esta vez lo conseguiré. ¿Estas lista para apostar?

Me senté y pusé un billete de cien, a la espera de los demás. Estaba tan perdida en mi enojo, que casi me pierdo cuando Jagger dejo algo sobre la mesa.
Pestañee no creyendo lo que tenía frente a mí, no sabía si era una broma, pero cada mirada estaba en mí.

-Jagger...-empecé, pero no sabía que más decir ¿Qué podía decir?

-Aquí empezamos amor y lo más justo es que aquí haga esto. -sentí el ruido de la silla y su mano en mi hombro, pero mis ojos no se alejaban del objeto en la mesa. - Llevo días preparando esto, sé que seguro estas molesta por mi repentina desaparición, pero tenía que lograr que no sospecharas nada.

Nunca hubiera imaginado que sería esto, quería decírselo, pero mi voz me había abandonado.

-Puede parecer apresurado y no descarto que puedas negarte, pero insistiré hasta que aceptes y lo haré porque te amo. Nunca imaginé estar en esta situación, pero dentro de mi siempre supe que si iba a pedirle casamiento a alguien, sería a ti. Me conoces como si hubiéramos crecido juntos, me pones de rodillas, me alegras y eres la única mujer que quiero para mí, para amar, para cuidar y a la cual ver cada mañana al despertar y cada noche antes de dormir. Sé que estas cosas ya las hacemos, pero quiero hacer las cosas bien y quiero casarme contigo. Dime Rainy ¿Quieres ser mi esposa?

Mordí mi labio, consciente de que esta noche perdería, por segunda vez, una apuesta con Jagger. Tenía los ojos llenos de lágrimas y no tardaría mucho en derramarlas.
De todas las locas ideas que invadieron mi mente, esta nunca cruzo por ella. Pero sí quería, quería casarme con él, quería todo con él.

-Sí. Sí quiero. -me arrojé sobre él, tirándonos a ambos al suelo.

Escuchaba la risa de los demás pero no me importaba, solo besaba a Jagger. Lo besaba como si nunca hubiera estado preocupada por su indiferencia y como si estos días de pronto no hubieran pasado.
La verdad es que todo eso ya quedaba atrás, ahora solo quería disfrutar de él y de lo bien que lo pasaríamos de ahora en más.

-Creí que te habías cansado de mí. -dije separándome y secándome las lágrimas rebeldes que cayeron de mis ojos.

-Nunca Rainy, mucho menos ahora.

-Me hiciste llorar.

-Te dije que lo harías. Parece que esta noche ambos volvemos a ganar.

-Y un buen premio.

-El mejor.

Jugando con JaggerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora