Pasaron alrededor de 30 minutos, tiempo suficiente para que escucharán unas palabras de Nuba.
Antes de aterrizar, les diré un par de cosas -dijo en un tono de empatía- les pediré de favor que no maten a Zulú, pues solo está poseído, lo que haremos será un exorcismo
Muy bien, pero hay un problema, ¿Cómo haremos eso? -preguntó Buru algo incrédulo-
Es sencillo, solo deben usar su energía espiritual para expulsar y eliminar al demonio -respondió Nuba-
¿Energía espiritual? -se escuchó al unísono de Archi, Damián, Liar y Buru-
Al notar que no sabían nada acerca de la energía espiritual, Nuba procedió a explicarles que dicha energía era indispensable para todo ser vivo, que todos la necesitaban y utilizaban para todo de forma inconsciente, y que gracias a esta, incluso su corazón podía latir; sin embargo, pocos la sabían utilizar de forma consciente, y quiénes lo hacían, eran personas sumamente poderosas, pues está energía, si era entrenada y liberada cómo se debía, le otorgaba a su usuario habilidades más grandes de las que un ser humano común podría realizar. Dicha energía, algunos la conocían como chi, magia, chacra, etc. Esta se encontraba en todo ser vivo, y dependiendo de su entrenamiento, podía ser a veces incluso infinita.
Algunas personas -continúo Nuba- utilizan y entrenan la energía espiritual sin saberlo, y eso les da cierta ventaja en los combates, pero si se hace de forma consciente y bien dirigida, esta es mucho más poderosa, por ejemplo, ustedes dos Damián y Archi, esas vibraciones que tuvieron al pelear en los juegos gamma, es su energía espiritual siendo filtrada de su cuerpo.
Ambos estaban sorprendidos, pues ellos pensaban que vibraban debido a la adrenalina, o que ese estado se debía a alguna otra condición, pero nunca creyeron que fuera magia ni nada por el estilo.
La nave aterrizó, y al bajar, los recibió un hombre de piel oscura, con una larga barba cana y cejas pobladas, muy bajito, de menos de 1.50m de altura, venía acompañado de dos jóvenes muy altos y musculosos, con lanzas en sus manos.
Nuba, que bueno que regresaste, todos esperábamos tu regreso, Zulú está a punto de despertar, solo tenemos unos cuantos días para que eso pase -dijo con una sonrisa el anciano-.
Maestro -dijo Nuba- inclinando la cabeza- chicos, él es Bambaataa, el sucesor de mi maestro Himba, es el jefe de la aldea, él nos ayudará con este problema.
Todos se presentaron con el jefe de la aldea, y este les dio una choza para que se acomodaran mientras estaban ahí. Masai era una aldea muy pequeña, en la cual había pequeñas chozas de paja, lo cual era muy lógico, pues ellos vivían en la superficie de Gaia, dónde no había tecnología, dónde todos estaban desconectados del mundo, dónde el ser humano volvía a ser tan primitivo como hace milenios. Pero aquí era aún más primito, debido a que en el continente de Namibia en general, todos eran muy despegados de lo material, pues pensaban que esto mismo era lo que corrompía al ser humano, y al despegarse de ello, pensaban que se acercaban mejor a su espiritualidad, y que eso les ayudaba a saber manejar su energía mejor que nadie, por esto mismo, todos ahí la sabían utilizar, Bambaataa, por ejemplo, podía saber el presente y pasado de una persona, incluso si esta era su primera vida, o una reencarnación, y todo solo con tocarla.
Todos dejaron sus maletas en la pequeña choza en la que estaban, y salieron para que Bambaataa les enseñara un poco de la energía espiritual.
Para poder controlar la energía espiritual, lo primero que deben de saber es con cuánta cuentan -dijo el anciano-
¿Y cómo sabremos eso? -Preguntó Buru, ahora se notaba un poco que quería aprender, a pesar de estar algo escéptico al inicio-
Bien, uno por uno deme su mano, por favor -exclamo el jefe de la aldea estirando su arrugada mano-
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Gaia: Neogenesis
Ciencia Ficción10 personas, lo mejor que puede ofrecer la humanidad, conocidos como "los guardianes de Gaia", son los encargados de mantener el balance en el planeta y preservar la vida de quienes habitan ahí, lo cual, no es una tarea fácil, por ello, solo pocos t...