Pasó una semana, en la cual, Makki y Catherine robaban aparatos tecnológicos, por el día estudiaban los posibles lugares para robar, se hacían pasar por un par de chicas normales, mientras que, por las noches, robaban lo necesario para la máquina de comunicación que necesitaba Yen, Makki mantenía todo cubierto, pues gracias a ella ninguna cámara de seguridad las grababa, las alarmas no sonaban y tampoco, y las puertas automáticas se abrían. Gracias a sus poderes, no dejaban huella alguna en los lugares donde iban a robar, y también lograron juntar los materiales en menos de una semana.
En dicho tiempo, Yen se mantenía en la isla desierta donde habían desembarcado, ahí entrenaba arduamente día y noche. El día que la maquina estaba lista, Yen terminaba de ejercitarse.
Está lista señor –dijo entusiasmada Makki- podría utilizarla en este momento
Muy bien, préndela –se dibujó una enorme sonrisa en el rostro de Yen-
La máquina se encendió, esta emitía ondas que podían percibirse hasta a 100,000,000km a la redonda, pero Makki funcionaba como un pulso electromagnético, lo cual los mantenía cubiertos para no ser encontrados.
Aquí Yen, esperando respuesta –decía el con un tono de voz grave-
En una nave nodriza, no muy lejana del planeta, llegaba una señal proveniente de Gaia, un par de humanoides recibían la señal.
Una señal del planeta "Gaia" está entrando –decía una voz ronca y un tanto aguda del otro lado de la señal-
Debe ser yen –contestó una voz grave-
¿Qué querrá ese inútil? –dijo la primera voz-
Abrieron el canal para poder comunicarse con Yen, ellos sabían que estaba en una misión de exploración, pero no pensaban que duraría tantos años, normalmente, dichas misiones duraban no más de 3 años, por eso mismo pensaron que Yen estaría muerto tras 60 años de ausencia.
Reportándome desde el planeta Gaia, el terreno está listo para una invasión con fines de conquista –decía Yen-
Bien, pero tendrás que regresar a la nave, nosotros nos haremos cargo de la misión de ahora en adelante –dijo la voz más aguda-
Yo soy quien está a cargo par de inútiles, cuando lleguen a este planeta, pagarán por esta insolencia
El Señor Yum-Kimil nos subió de rango hace décadas, así que ni siquiera puedes hablarnos de esa forma –dijo la voz grave-
Bien, en ese caso, solo me queda informarles que se necesitaran más de 2 generales a cargo de esta misión, esta raza autodenominada como "humanos" son muy duros –dijo Yen atenuando su tono de voz, pues al escuchar el nombre de Yum-Kimil, su pelo se rizaba completamente-
En ese caso, no tenemos más opción que aceptar la ayuda con alguien con experiencia en ese lugar, llegaremos en 2 semanas según la rotación de dicho planeta –contestó la voz aguda, cortando ahí la transmisión.
En otro lado del mundo, Peter y Zuppa eran demasiado buenos para pasar desapercibidos, pues en los bajos mundos aún se respetaba a la "iglesia católica", y Peter seguía siendo el líder de la misma, junto con los otros 11 apóstoles. En su camino, no hablaban mucho, solo de lo más imprescindible para ganar la guerra.
Zuppa le enseñaba acerca de pelea cuerpo a cuerpo, pues, a pesar de su fortaleza, Peter solo peleaba con pura fuerza bruta sin usar estrategia, por eso perdió hace años contra Archi e Iceberg. Mientras que Peter le hablaba del metal legendario que cancelaba la energía espiritual, dicho metal, solo se fabricaba y manejaba en la aldea de Doremi, pues se quedaron todo después de la invasión.
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Gaia: Neogenesis
Science Fiction10 personas, lo mejor que puede ofrecer la humanidad, conocidos como "los guardianes de Gaia", son los encargados de mantener el balance en el planeta y preservar la vida de quienes habitan ahí, lo cual, no es una tarea fácil, por ello, solo pocos t...