Liar perseguía al último dragón que había salido de la espada, el cual lanzaba bolas de fuego de la boca, el guardián apagaba dicho fuego con sus balas explosivas, pues el fuego de estas últimas acaba con el oxígeno que el dragón necesitaba para que sus llamas siguieran ardiendo.
Liar quería acabar con la destrucción que producía el monstruo, para ello debía alejarlo lo más posible de la ciudad, por ello se subió a un edificio, y produciendo hormonas, agrandó su cuerpo lo más que pudo, convirtiendo sus huesos y músculos en una masa demasiado pesada, tomando impulso y dejándose caer sobre el dragón, el cual, cayó junto con Liar a la superficie de Gaia.
Ambos cayeron sobre una pila de basura enorme, tan grande, que podía cubrirse una ciudad con ella, parecía el lugar perfecto, para pelear, pues no había vida alguna en ese lugar. O al menos eso pensaba Liar, antes de analizar su entorno, pues en ese basurero, había pequeñas chozas hechas con basura, de las cuales, comenzaron a salir personas al escuchar el escandalo producido por la pelea.
El guardián de inmediato recordó su pasado, pues él nació y creció en un lugar parecido, donde los que querían comer debían robarle a los de las ciudades aéreas, nunca conoció a sus padres, pues su madre murió por inanición poco tiempo después de haberlo tenido, y su padre fue cruelmente asesinado, debido a que este último era policía, y estaba tras los pasos de la organización criminal más poderosa y peligrosa de Gaia, la cual, incluso para la gente del bajo mundo era un mito.
Liar fue criado por Lucky Hood, un ex policía que desertó al ver a primera mano la corrupción del mundo donde se encontraba, pues gracias a esta última, el padre de Liar, quien a la vez era su mejor amigo, fue asesinado como si su existencia no valiera nada.
El guardián estaba demasiado aturdido, pues esa era una etapa de su vida que a él no le gustaba recordar, parecía estar en shock, hasta que un incesante dolor le hizo volver a poner los pies en la tierra. Su brazo estaba cubierto en llamas, y detrás de él, una choza se estaba incendiando, el solo acertó a apagar el fuego de su brazo, lo cual lo dejó con una quemadura de segundo grado.
No has hecho más que molestarme maldito insecto, ahora mismo te mataré –gritó el dragón, acercándose a atacar a Liar con sus enormes fauces, tratando de darle una enorme mordida, pero el guardián se movió muy rápidamente-.
Aun así recibió una fuerte mordida en su lado derecho del torso, a la vez que salió volando hasta una pila de metal, pero no era cualquiera, en cuanto el guardián lo vio, lo reconoció, era radio, al parecer, combinado con Berilio, compuesto que era utilizado principalmente en experimentos de física, era una cantidad muy grande, en forma de tubos, no sabía que hacia ahí ese metal, pero sin duda podía utilizarlo en su combate, pues este metal era un mutageno y cancerígeno al mismo tiempo, y a pesar de que su efecto era demasiado lento, si lograba exponerlo a una cantidad suficiente de calor, podría liberar toda la energía radiactiva que contenía, sin embargo, sus bombas no producían el calor suficiente para hacerlo, y en ese lugar, jamás podría crear una fuente de calor tan potente... ¿O sí? Frente a él, tenía un enemigo que expedía enormes cantidades de calor, solo tenía que hacer que su este último se tragara una buena cantidad antes de que expulsara su fuego.
El lagarto gigante apareció atrás de él en unos segundos, listo para volver a atacarlo, lo tiró en el piso y puso sus enormes fauces en su rostro, lo cual el guardián aprovechó para enterrar el primer tubo en su garganta, lo cual bajó la guardia del dragón y Liar pudo escabullirse del lugar, quedando un cráter de la bola de fuego que lanzó el dragón segundo después.
Idiota, esto no me causará ningún daño humano imbécil –dijo el dragón buscando al guardián, el cual ya estaba lo suficientemente lejos, a unos 50 metros de distancia, hizo unos ajustes en su pistola de cañón largo, insertó un segundo tubo y apuntó directo en las fauces de su contrario-
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Gaia: Neogenesis
Science Fiction10 personas, lo mejor que puede ofrecer la humanidad, conocidos como "los guardianes de Gaia", son los encargados de mantener el balance en el planeta y preservar la vida de quienes habitan ahí, lo cual, no es una tarea fácil, por ello, solo pocos t...