Capítulo 23: Sabiduría.

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El tiempo parecía volar en aquel lugar, pues ya habían pasado 4 semanas desde que todos los guardianes habían llegado a ese lugar, tanto Archi como Damián eran entrenados para poder dominar su break brain, pero había algo raro en ello pues se supone que ambos deberían tener la misma forma híbrida, teniendo plumas en lugar de cabello y presentando un par de las mismas en el rostro. Todo esto se presentaba en Archi, asemejándose mucho a la apariencia de los lazaward, pero en Damián todo esto era muy distinto, pues a él, le aparecían manchas negras en el cabello, en un tono muy intenso, resaltando de entre su cabello negro. También le aparecían lo que al parecer eran bigotes de felino en sus mejillas, el no parecía lazaward, más bien, parecía un ignugar, sin embargo, estos últimos presentaban un color amarillo oscuro, casi naranja. Al parecer, el único que se cuestionaba el porqué de esto, era Archi, pero cada que se lo cuestionaba a los Aztlanes, estos últimos solo le decían que esto era normal.

En ese tiempo, también buscaron información de "Abadon", "Metatron", "Yum-Kimil", etc. Y al parecer, sus búsquedas esta vez sí tuvieron frutos, pues encontraron que, Abadon era el demonio definitivo, el señor del apocalipsis, "el angel de la muerte".

Metatron, era el arcángel supremo, el comandante de los ángeles, el segundo al mando después de "Dios".

Por su parte, Yum-Kimil, era el dios de la muerte, el señor supremo del "Xhilbalbá" que era el inframundo, él tenía un ejército, que cuando llegara el momento, desataría el apocalipsis, marcando con esto, el final de los tiempos para el universo.

Por su lado, Liar se estaba recuperando de las secuelas de su combate, a pesar de tener una apariencia tan primitiva en ese lugar, los Aztlanes tenían un dominio superior al de los humanos de la ciencia y tecnología en todo el planeta, llegando incluso a compararse con los lazaward, ellos tenían plantas medicinales que solo en esa zona se podían cultivar, y métodos de medicina que incluso podrían llegar a parecer magia para cualquiera que los llegase a ver. Los Aztlanes utilizaban la herbolaria y su avanzada tecnología para curar absolutamente todo, por lo que lograron hacer que las células cancerígenas de Liar, se convirtieran en células madre, las cuales, al tener un crecimiento tan desenfrenado como lo tenían al ser cancerígenas, podían cerrar cualquier herida que se ocasionara en el cuerpo del guardián en cuestión de horas, lo cual, se veía potenciado con su modo Gnowee, el cual, al acelerar su metabolismo, también incrementaba el crecimiento de dichas células. Pero terminar este procedimiento de manera eficiente, requería de al menos un par de meses. Liar, quien estaba inconsciente no sabía que este procedimiento se estaba llevando a cabo dentro de su cuerpo, por eso mismo, el en su subconsciente, desarrolló un fuerte pavor a las batallas, y estando aún inconsciente, se cuestionaba fuertemente si debía continuar con su labor de ser guardián o no.

Pasado un mes de su entrenamiento, tanto Archi como Damián ya dominaban a la perfección el estado break brain, gracias al cual, podían llegar a crear hasta 5 clones físicos, completamente funcionales e independientes, con esto, ya estaban completamente listos para su siguiente entrenamiento, pues Archi había sido compatible para aprender la lectura del cosmos, el cual era un regalo del dios de la sabiduría el cual portaba el nombre de "Quetzalcóatl".

Damián, por su lado, resultó ser compatible con el aprendizaje de "el humo de Tezcatlipoca" el cual, era un presente de el dios de los sacrificios, quien llevaba el mismo nombre de la técnica.

Ambos fueron presentados con sus mentores, los cuales, eran especialistas en cada una de las técnicas que se les iba a enseñar, quienes, a su vez, eran de los mejores sacerdotes de todo Aztlán.

El nombre del mentor de Archi era Huitzilihuitl o "pluma de colibrí" quien era el mejor utilizando la técnica de la lectura del universo, que era un derivado de la enorme capacidad que tenía este sacerdote para leer los astros, el cual, podía saber el futuro de incluso dentro de 10 años solo con observar su calendario y mirar al cielo estrellado. Era un hombre joven, alto, y delgado, se veía demasiado sabio, tenía una especie de coronilla que representaba su rango como sacerdote.

Gaia: NeogenesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora