Gaia: Neogenesis

Capítulo 18: Veloz

Damián estaba en su modo red angel, en el cual, difícilmente alguien podía igualar su velocidad, pero a quien tenía en frente, no solo seguía su paso, sino que en ocasiones para el guardián era difícil esquivar sus ataques, el ignugar no solo era rápido, también era demasiado fuerte, tanto, que, incluso teniendo la dureza de un diamante, sentía dolor cuando el ignugar lo golpeaba. Damián dio un fuerte golpe con su mano derecha, el cual apenas rozó la mejilla de su adversario, el cual, en un parpadeo, le dio un golpe en el costado, derribándolo con ello.

Vaya, así que este es el grandioso Abadon, el que está en la cima de nuestra raza, ni siquiera sabes usar la mitad de tu poder, me das lástima –dijo el ignugar burlándose de el- que recuerden este día como en el que Yish el conquistador tomo la cabeza del rey de los demonios

Damián no entendía lo que su adversario quería decir, pues esta no era la primera vez que alguien lo llamaba "Abadon", pero aun así no le importó, se puso de pie y se puso en guardia, listo para volver a pelear.

No sé qué tanto balbuceas gatito, pero hoy será conocido como el día en el que los humanos echaron de su planeta a todos los de tu raza –respondió Damián-

Ja, pero si tú no puedes hacerme frente a mí, en un uno contra uno, ¿Qué será de toda tu raza? –respondió en un tono burlón el ignugar-

Te equivocas, a partir de ahora, no te daré oportunidad de defenderte, esta técnica la mejoré junto con ese tipo, y es hora de utilizarla –Damián recordó en ese momento a Archi, junto con el cual, decidieron mejorar sus más poderosas técnicas, utilizando grafeno en lugar de diamante, pues el primero era mucho más ligero y resistente que el segundo- metal red angel –dijo Damián mientras su apariencia comenzaba a cambiar-.

Su piel se seguía viendo roja, pero en lugar de lucir transparente, parecía un rojo metálico, incluso su piel ahora brillaba más que antes, se acercó y le dio un fuerte golpe en el rostro al ignugar, dándole de lleno en la mejilla derecha, lanzándolo por los aires, interceptándolo para darle un segundo golpe, ahora del lado izquierdo de su rostro, pues ahora Damián se movía el doble de rápido que hace unos momentos, superando a su adversario considerablemente, y después de interceptarlo en el aire golpeándolo violentamente un par de veces más, el ignugar por fin cayó al suelo, tenía el rostro lleno de sangre, pero aún no se rendía.

Vaya, me hiciste un poco de daño, pero a ver qué haces contra esto –dijo el ignugar, para luego seguir con un- punto cero.

Se movió tan rápido que todo a su alrededor pareció congelarse por unos segundos, le dio una serie de 100 golpes consecutivos en el abdomen en un pestañeo, Damián a penas y pudo reaccionar a esa velocidad, no podía seguirle el ritmo ni siquiera con la mirada, ese ataque había sido muy violento, pero gracias a que Damián estaba en ese nuevo estado, tuvo la mitad del efecto que el ignugar esperaba.

El guardián escupió sangre, quedó postrado en el suelo, su abdomen se sentía como si fuera a estallar, pero aun no podía, aún no se daba por vencido, se puso de pie de forma errante, casi tambaleándose, pero en ese momento lo sintió, algo malo le había pasado a Dennis, y por unos segundos la logró ver, vio una quemadura en el rostro de su compañera, así que agachó su cabeza, sus ojos estaban tapados por una escalofriante sombra que su adversario logró notar, sabía de qué se trataba, y eso no era bueno para él, así que decidió activar su modo ígneo, su cuerpo se cubrió con una ligera capa de fuego, sus ojos estaban completamente rojos, su pelaje se erizó completamente, y sus colmillos tenían el doble de su tamaño, debía acabar con ese encuentro cuanto antes.

Veamos si aguantas esto –dijo el ignugar dando un fuerte golpe en el rostro de Damián, pero su mano se frenó de forma abrupta-.

Ustedes –exclamó Damián, ahora su mirada causaba mucho miedo en Yish, tomó el puño de su oponente y cerró fuerte su mano-