Nuba perseguía a quien él había reconocido como a uno de su tribu, pues, en la gran biblioteca de Masai, había registros muy precisos con todo, y Zuppa, era reconocido tanto como uno de los fundadores de la tribu, como uno de los criminales más peligrosos salidos de ahí, era repudiado por haber manchado el legado del Masai.
Nuba abría y cerraba agujeros de gusano, pero al utilizar su byoling para la defensa, tratando de no cortar a su adversario con su arma, no tenía mucha ventaja, pues Zuppa lanzaba rápidas y fuertes corrientes de aire en donde el guardián aparecía.
En Masai había una leyenda, y era que cuando alguien con un nivel alto en el dominio en energía espiritual veía sangre por primera vez, su alma pasaba a tornarse obscura, y dejaba de tener la misma esencia, para pasar a parecerse más al alma de un demonio, y cuando esto sucedía, era demasiado tarde, pues la única cura para que su alma regresara a ser como antes, se tenía que asesinar a quien se corrompió. Un exorcismo no era una opción, pues se trataba de la propia alma de la víctima, y no de algo externo. Por eso, cuando Zuppa cortó por primera vez, solo pensaba en matar.
Nuba utilizaba su byoling más como un bastón que como un arma, balanceándose y utilizando sus piernas para atacar, y gracias a su habilidad de los agujeros de gusano, esquivar los cortes de su adversario no eran ningún problema, y más debido a que los músculos de Zuppa estaban algo atrofiados después de haber estado congelado por tantos años.
Déjame adivinar, tú también eres de Masai, ¿Cierto? –dijo Zuppa burlándose de el-
Soy de esa tribu a la que tú no merecías pertenecer asesino –dijo Nuba atacándolo cuerpo a cuerpo, esquivando y bloqueando los cortes que podía-
Y dime, ¿Eres un guerrero? –dijo el fundador de Masai-
Soy el más fuerte de todos los guerreros, y por eso mismo te volveré a derrotar como hace años lo hicieron –respondió el guardián bastante molesto-
Entonces a este nivel han caído los guerreros de Masai, eres tan débil que cuando me aburra de esta batalla, voy a matarte sin pensarlo –dijo Zuppa riéndose de su adversario-
No estés tan seguro de eso –respondió Nuba dándole una fuerte patada en el rostro a Zuppa-
Luego de unos segundos peleando, el guardián se sentía bastante debilitado, pues el abrir y cerrar esos agujeros de gusano. Por otro lado, Zuppa iba recuperando el movimiento de sus músculos, lanzando cortes más certeros hacia su contrincante, los cuales, Nuba solo podía bloquear.
Niño, si de verdad quieres ganarme, entonces tienes que cortar mi piel –dijo Zuppa en un tono burlón- esta batalla se está volviendo aburrida, tus movimientos ya son más lentos y predecibles
Nuba se sentía contra las cuerdas, pues francamente se había quedado sin energía espiritual, y le tomaría un par de minutos poder recuperar, aunque fuera un poco. Lo que más odiaba en ese momento, era que su contrincante tuviera razón, pero, aun así, no caería ante la tentación de acabar con el de esa manera. Cerró los ojos y con su byoling entre las manos, comenzó a bloquear los cortes que iban destinados en su contra.
Valla, al parecer no eres tan inútil, bien, veamos de que eres capaz niño –Zuppa tomó su byoling y utilizando su habilidad con el viento, se levantó del piso y comenzó a lanzar cortes desde todas las direcciones posibles.
Nuba no pudo bloquear todos los cortes que iban dirigidos a su cuerpo, y solo sintió como varios cortes impactaban en sus brazos y piernas.
Bien, parece que no te haré cambiar de opinión, así que te motivaré un poco, cuando acabe contigo, iré a Masai, y los volveré a conquistar a todos, y como en el pasado, volveré a hacer un golpe de estado contra las ciudades aéreas, pero esta vez, no dejaré que nadie sobreviva –dijo Zuppa demasiado cerca del oído de Nuba-.
El guardián volvió a ponerse de pie, tomó su byoling, lo pensó por par de segundos, soltó un par de lágrimas de sus ojos e hizo lo que jamás pensó; lanzó un fuerte corte sobre el abdomen de Zuppa.
En ese momento su mente se ennegreció, y ahí mismo, vio un pequeño niño sentado en suelo en posición fetal, se trataba de el mismo, pues en ese momento esa era la forma en que se representaba su alma.
¿Qué tienes pequeño? –preguntó acercándose a el-
Tengo miedo –respondió su interlocutor-
¿De qué tienes miedo? –volvió a preguntar el guardián-
De que esa oscuridad que se acerca me haga daño –contestó el pequeño-
Tranquilo, todo estará bien, yo estaré aquí para protegerte –dijo Nuba abrazando al niño-
Una enorme sombra negra se acercaba rápidamente a donde estaban ambos, Nuba pensaba que su alma iba a corromperse, cuando de pronto, una imagen llegó a su mente.
Creo que has olvidado mis enseñanzas, querido alumno –dijo una voz, mientras que quien hablaba le ponía una mano en la espalda-
Maestro Himba –dijo el guardián sorprendido-
Sí, recuerda todo lo que nos enseñó –dijo otra persona posando su mano en el otro hombro de Nuba-
Zulú, maestro, ¿Qué hacen ambos aquí? –dijo el namibiano sorprendido-
Solo estamos aquí para recordarte que no mientras tus valores estén firmes, y en tu corazón existan intenciones puras, entonces tu alma jamás será corrompida, y aun que así sea, recuerda que siempre tendrás verdaderos amigos para afrontar lo que sea –en ese momento, tanto Himba como Zulú y la oscuridad desparecieron de la mente de Nuba-
No dejaré que lastimes a nadie ¿me escuchaste? –dijo el guardián en un tono firme-
Veo que ya vas a pelear en serio, entonces ven y demuéstrame de lo que en verdad eres capaz –dijo Zuppa demasiado animado mientras que de su abdomen seguía goteando sangre-
El fundador de Masai lanzaba fuertes cortes a Nuba, los cuales eran bloqueados, aunque algunos impactaban con su objetivo, mientras que el guardián aparecía y desaparecía, dando cortes fuertes y certeros, de los cuales algunos también eran esquivados. A pesar de que Nuba utilizaba un patrón en sus ataques, el hecho de haber añadido cortes a su forma de combate hacía que fuera difícil que Zuppa lo esquivara.
Ambos ya estaban bastante heridos, tenían cortadas demasiado graves, de las cuales salían chorros de sangre de manera constante.
Eres bueno niño, pero veamos si puedes con mi técnica definitiva –Zuppa tomó su byoling y levantando su mano gritó- corte de mil demonios.
Del byoling salió un corte enorme, tanto que cortó a la mitad un edificio que estaba a espaldas de Nuba, el cual, puso su byoling frente a él, comenzó a girar sus manos y con ello desvió una gran parte del ataque, pero, aun así, su cuerpo recibió un daño que nunca había sentido, lo que hizo que se pusiera de rodillas mientras de su boca salía sangre.
Me decepcionaste, pensé que serías más fuerte, adiós niño –dijo Zuppa dando media vuelta mientras se alejaba de ahí-
Espera –dijo Nuba levantándose, escupió sangre y se puso de pie mientras Zuppa regresaba lentamente a verlo con una sonrisa-
Hof van dusen vriende –dijo Nuba mientras tomaba su byoling y lanzaba cientos de cortes hacia su objetivo, abriendo agujeros de gusano para atacarlo desde más puntos sin moverse-.
Zuppa trataba de cubrirse, bloqueando con éxito solo un par, recibiendo decenas de cortes de lleno en su cuerpo, quedando con la mayor parte de su cuerpo con heridas graves, sabía que en ese momento iba a morir-
Yo, ya no pertenecía aquí, y me alegra ver que Masai quedó en buenas manos, ahora sé que me puedo ir en paz –dijo Zuppa antes de desplomarse al suelo-
Nuba cerró los ojos e inclinó la cabeza, juntando sus manos en señal de respeto a su adversario caído. Un par de segundos después, cayó desmayado al suelo.
Hora de encuentro: 3:00pm
Duración: 20 minutos.
Vencedor: Nuba
ESTÁS LEYENDO
Gaia: Neogenesis
Science-Fiction10 personas, lo mejor que puede ofrecer la humanidad, conocidos como "los guardianes de Gaia", son los encargados de mantener el balance en el planeta y preservar la vida de quienes habitan ahí, lo cual, no es una tarea fácil, por ello, solo pocos t...