Capítulo 10: Guerra.

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El cielo se tornó color negro, cientos de ignugar comenzaron a bajar, eran alrededor de 20,000 bestias, los humanos no estaban listos para una guerra de esas magnitudes, cada vez bajaban más y más de esos monstruos en sus naves.

Al mismo tiempo, la torre más alta de las ciudades estaba rodeada de una nube negra, la cual, soltaba relámpagos muy fuertes. Del símbolo que había hecho Peter en el piso, empezaban a salir las cabezas de los dragones que resguardaba la espada Excalibur.

Peter –dijeron al unísono Doremi y Anansi-

¿Lo conoces? –dijo Doremi algo sorprendida-

Sí, el mató a mi padre, y prometí matarlo cuando lo viera –dijo convirtiéndose en un gorila, corriendo en contra de Peter-

En ese momento, los tres dragones empezaron a salir, del portal que se había hecho en el piso, los tres se veían demasiado imponentes, cada uno medía 15 metros de las patas traseras hasta la cabeza.

El primero era color rojo, su complexión era demasiado tosca, sus colmillos eran grandes, y tenía rayas color amarillo.

El otro era amarillo con azul, él era demasiado delgado, su cuerpo emanaba rayos eléctricos, sus colmillos eran demasiado filosos.

El tercer dragón era más delgado que el primero, pero más robusto que el segundo, su color era rojo con algunas rayas azules.

¿Quién nos invocó? –dijo el primero, con una voz grave-

No sé, pero vamos a acabar con todos –respondió el segundo con una voz demasiado aguda y penetrante-

Estoy de acuerdo, vallamos –dijo el tercero-

Los tres salieron del lugar y comenzaron a destruir lo que encontraban en su paso; el primero con lava que sacaba de su boca, el segundo con rayos de electricidad que salían por todo su cuerpo, y el tercero, usando fuego, incendiando lo que encontraba a su paso.

Los tres dragones se interpusieron en el camino de Any, pero en cuanto salieron del lugar, Peter se dirigió a ella.

Ya tengo tiempo para ti –dijo en un tono burlón, mientras se abalanzaba contra ella y comenzaba una pelea a puño limpio, humano vs animal-.

Doremi, ¿recuerdas el Melody? Ve por él y acaba con esos dragones –dijo Archi mientras iba corriendo contra Yen-.

Julia salió atrás del dragón azul, convirtiéndose en electricidad, mientras que Liar comenzó a disparar contra el tercer dragón.

Makki creó un cañón de plasma con los materiales del lugar, no muy fuerte, lo suficiente para alejar del lugar a unas 5 personas, pero Andy detuvo el primer ataque. Catherine atacó a Andy con una bola de ácido, pero esta vez fue Dennis quien la interceptó, dándole un golpe a su boca, desviando la bola de ácido.

En cuanto Nuba llegó, se dio cuenta de la presencia de Zuppa, y al ver el byoling, confirmo que era el, por lo que se le abalanzó, tomando su byoling para tomar impulso y que sus ataques cuerpo a cuerpo fueran más rápidos. Damián sabía que el sería más útil afuera que adentro, por lo que salió corriendo, a ver qué estaba sucediendo.

Buru, quien estaba dejando a Jack a manos de sus guardaespaldas, se percató de todos los ignugar que iban bajando de la nave, así que decidió ir a atacarlos. Él era demasiado fuerte, por lo que acababa con 10 de un solo golpe, hasta que los otros dos generales bajaron.

Este humano es demasiado fuerte –dijo el más delgado de los dos, tenía una voz aguda y penetrante-

Tienes razón, tendré que acabar con el antes de tacar ese continente que mencionó Yen –respondió el más robusto de los dos con una voz ronca y grave-

¿Te refieres a Naiza? Solo da la orden y deja que las tropas lo hagan –respondió el primero-

Será más divertido si lo hago en persona –dijo el interlocutor-

Ambos atacaron a Buru, el primero por arriba y el segundo por abajo, pero en ese momento, llegó Damián para atacar al primero

Tu encárgate de él, yo me encargo de este –le dijo Damián, señalándo al más robusto de los dos-.

Todos los humanos estaban en alerta, los policías ayudaban a salir a todos los civiles a lugares más seguros en la superficie de Gaia, mientras que los soldados atacaban a los humanoides, les daban batalla cuerpo a cuerpo, con tanques de guerra les disparaban bombas de todo tipo, pues no solo era una nave la que obstruía los cielos, detrás de ella, había un sin número de naves pequeñas.

El ejército ignugar era muy grande, mientras que los humanos solo contaban con unos 15,000 hombres, pero sus fuerzas cada vez aumentaban más, pues los magos del pueblo de Doremi prestaron un ejército de 100 hombres a las fuerzas armadas de Gaia, mientras que los Yirkalla prestaron 200 hombres a las filas. Los monjes wushu, un grupo de hombres que se encargaban de llevar su energía espiritual al límite, quienes se especializaban en hacer una perfecta conexión entre alma, mente y cuerpo, podían acabar hasta con 5 ignugar a la vez. Ellos agregaron a las fuerzas de la humanidad a 20 hombres.

En ese momento de desesperación todos estaban de acuerdo con algo; solo podrían ganar la guerra si lograban derribar la nave más grande de todas, y eso solo lo lograrían de una forma: hackeando sus comandos principales.

La diferencia entre ambos ejércitos era abismal, pues los humanos no tenían ningún plan ni organización ante una emergencia de esas magnitudes, mientras que los ignugar sabían en donde debían atacar exactamente para desbalancear a los humanos, pues llevaban planeando todo desde la primera invasión.

Parecía que por fin los humanos verían su final, ¿sería este el apocalipsis? Todos lo pensaban así, y en sus mentes solo existía una pequeña esperanza, una luz al final del túnel, la cual era: los guardianes de Gaia, sabían que pasara lo que pasara, ellos iban a triunfar.

Archi asumió la dureza del acero y atacó con todas sus fuerzas a Yen, el cual bloqueó su ataque.

Los humanos me dan mucha risa, ¿acaso no entienden que sería mejor rendirse? -dijo en un tono de burla Yen, para luego darle un fuerte golpe en el estómago a Archi-

Este último se sorprendió, pues casi nadie era capaz de hacerle daño en ese estado, parecía que Yen era igual de fuerte que Buru, afortunadamente, había entrenado junto a los demás guardianes, por eso mismo estaba seguro de que podría ganarle en su modo blue diamond.

Te equivocas, ustedes son los que deberían de retirarse si no quieren ser masacrados –dijo Archi con una sonrisa en el rostro, su cuerpo empezó a vibrar, ahora estaba seguro de que Yen no podría seguirle el ritmo-

¿Qué es esto? Parece ser una ridícula transformación, pero con ese nivel jamás podrás ganarme, ni siquiera estas usando la mitad de tu poder, pero ven a entretenerme, antes de matarte –dijo Yen para darle un golpe a Archi en el rostro-

Archi lo esquivó fácilmente, y le devolvió un golpe demasiado fuerte en las costillas, el cual dio efectivamente en su objetivo. Yen estaba sorprendido, pues ese último golpe lo lastimó, lo cual le parecía algo imposible al humanoide, casi nada en toda su vida había logrado lastimar su piel tan dura característica de los ignugar, la cual era casi tan fuerte como el hierro.

Te lo advertí, una vez que acabe contigo, echaremos a los ignugar del planeta, y nunca volverán aquí –dijo con una sonrisa bastante confiada en su rostro-

Tú no eres un humano normal, si no te mato aquí y ahora, serás un problema para el señor Yum-Kimil –dijo Yen para atacarlo lo más rápido que pudo, acertando un fuerte golpe en el rostro de Archi-

Este último golpe dio lleno a Archi, el cual estaba sorprendido, no había duda, Yen era igual de fuerte que Buru.

En ese momento la batalla ya había empezado, cada guardián de Gaia tenía un oponente con quien pelear, y por las tácticas de los ignugar, solo tenían un par de horas para ganar, o tal vez, los humanos verían el principio del fin ese mismo día.

Todos tenían fe ciega en los guardianes de Gaia, mientras uno de ellos siguiera de pie, la humanidad se sentía a salvo.

Gaia: NeogenesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora