Capítulo 14: bestia

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Dentro de la habitación dónde se habían reunido todos, una furiosa Anansi atacaba sin cesar a un Peter demasiado burlón, convirtiéndose en diversos animales, primero un gorila, le lanzaba fuertes golpes, los cuales eran bloqueados y esquivados por su contrincante, el cual era tan fuerte como el animal en que estaba convertida, al ver que sus golpes no surtían mucho efecto, se convirtió en un jaguar, en esta forma, era imposible que Peter pudiera siquiera esquivarla, ella mordió su hombro derecho, dejándole una enorme marca, provocando que del traje blanco que tenía Peter, brotara el color rojo de su sangre. Sin embargo, Peter la tomó de la espalda con una mano y la estrelló contra el suelo, abriendo una herida en el rostro de Anansi.

Ven y diviérteme –gritó burlón Peter, tomando del cráneo a Anansi y levantándola del suelo- así como ese día me divertí con tu padre –susurró en su oído-

Al escuchar eso, la mujer bestia se enfureció, y convirtiéndose en un oso, logró que Peter la soltara, arrojó un zarpazo hacia el pecho de Peter, abriendo tres enormes cortadas en su tórax. Peter solo sonreía burlándose de ella, y esquivando otro zarpazo, le dio un fuerte golpe en el rostro a la chica.

Maldito, te mataré –gritó Anansi, y convirtiéndose en rinoceronte, corrió en contra de su adversario, dándole una fuerte embestida, cayendo ambos por una ventana-

Desde el edificio más alto de todas las ciudades aéreas, Peter cayó, tratando de amortiguar su caída, a pesar de tener en sus ropas filamentos del metal antiguo, sabía que una vez tocando el suelo, iba a morir, así que tomó el dije que le robó al padre de Anansi y tomó una apariencia grotesca, pues su cuerpo aumentó de tamaño, parecía estar completamente cubierto de fango y vegetación pantanosa, de su rostro solo se alcanzaban a distinguir los ojos y su boca, la cual parecía de una serpiente, pues tenía colmillos enormes saliendo de su boca. En lugar de brazos, parecía tener colas de serpiente, y una cola de serpiente enorme parecía sustituir sus pies, la cual, estaba completamente cubierta de fango, dejando solo ver la punta de la cola, tras esta transformación, Peter parecía medir 3 metros.

Por otro lado, Anansi se convirtió en un halcón, y voló en picada hacia la base del edificio, esperando encontrarse con el cuerpo convertido en puré de Peter, pero a cambio, logró ver como Peter se transformaba en los espíritus protectores que una vez cuidaron a los Yirkalla, los cuales estaban bajo la custodia de su padre.

Hace ya varios años, 16, para ser exactos, en la tribu Yirkalla, nació una niña, en la familia más importante de la tribu, pues su padre, el guerrero llamado Baobab Nyame, era quién se encargaba de proteger el corazón de los protectores de la aldea.

Al mismo tiempo, una pequeña felina a quien le pusieron como nombre "Kara" nació, la cual, estaba destinada a ser la compañera espiritual de la niña, ambas estaban ligadas para compartir la vida, y si una moría, la otra también lo haría. Ambas habían nacido muy débiles, al borde de la muerte, pero todos los aldeanos le rezaron a "la señora de la luz" la cual, era una especie de deidad para ellos, pues la leyenda contaba que una vez, ella se apareció a la primera tribu que se asentó en ese lugar, y como lograron entenderse, ella encomendó al Bunyip y a la serpiente arcoíris que cuidara de aquellos humanos. Luego de eso, jamás se volvió a ver a dicha mujer. En medio de sus rezos, la deidad se apareció en los sueños del padre de Anansi, y le dijo que su hija estaría bien, pero que fusionaría tanto el cuerpo como el alma de la niña con la de su compañero espiritual, esa era la única manera de que ambos seres sobrevivieran. El padre, sin pensarlo dos veces, accedió, y en ese instante, Kara desapareció, y a Anansi le aparecieron unas orejas puntiagudas y peludas, a la vez de una cola, todo esto de color café.

Anansi creció como una niña normal en la tribu, incluso era considerada como una niña bendecida por la mujer de la luz. Su padre, de por sí bastante disciplinado, se comprometió mucho con su papel de protector del dije, en agradecimiento a la mujer de luz, entrenando de forma estricta a los niños para convertirse en guerreros, para que ellos algún día pudieran convertirse en valerosos protectores de la tribu.

Gaia: NeogenesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora