Un haz de electricidad aparecía y desaparecía de un lado al otro dirigiéndose a su objetivo, el cual era un enorme dragón color amarillo con azul, quien lo estaba persiguiendo incansablemente era Julia, pues el animal era demasiado rápido, además que de sus enormes fauces salían rayos eléctricos, los cuales devastaban edificios de las ciudades aéreas.
Julia tenía un plan, pues desde hacía tiempo había estado trabajando en un arma demasiado potente llamada "el rayo de la muerte" el cual consistía en un enorme rayo eléctrico, capaz de destruir una ciudad por completo, proveniente de un satélite desde el espacio, el cual era controlado por medio de un brazalete que tenía en su muñeca derecha.
Dicha arma aún no estaba terminada, por lo que solo tenía la mitad del potencial que podía llegar a dar en el futuro, aunque ella pensaba que esto era lo suficientemente poderoso como para acabar con ese animal gigante.
Primero debía llamar su atención, pero no sabía si sus habilidades podrían siquiera dañarlo, solo había una forma de comprobarlo, así que se transformó en electricidad y se dirigió directamente contra él, dando como resultado un fuerte alarido de dolor por parte de su adversario. Al parecer el animal tenía el mismo problema que ella, pues ninguno podía almacenar energía eléctrica ajena a ellos, a pesar de que tenían poderes relacionados con la misma. Sin embargo, desde que le empezaron a enseñar acerca de la energía espiritual, Julia podía absorber pequeñas cantidades de electricidad, aunque no siempre, pues tenía que estar completamente concentrada y podía hacerlo una vez al día cuando mucho, pues esto la dejaba demasiado agotada, así que utilizarla contra el dragón no era una opción.
El dragón, por otro lado, estaba demasiado furioso, pues a pesar de que sus escamas eran demasiado gruesas, la electricidad era a lo único a lo que él era vulnerable. Volteó a ver a todos lados, y en lo alto de un edificio la vio, ahí estaba Julia, quien lo veía con una sonrisa burlona.
Maldita humana, te mataré –dijo el dragón volando directamente contra ella, mordiéndola directamente en su torso derecho-.
Ella lo recibió, pero no le pasó nada, pues esa parte de ella estaba convertida en electricidad, se convirtió completamente y salió del cuerpo del dragón por la espalda de este último, causando mucho daño en el cuerpo de su contrario.
Volvió a aparecer en otro edificio y lo miro con un gesto burlón de nuevo, él se dirigió contra ella para atacarla, pero apareció en otro edificio antes de que el pudiera llegar a donde su oponente, esto se repitió un par de ocasiones, hasta que el dragón se cansó de esta situación, así que decidió activar su modo definitivo, donde se convertía en energía eléctrica pura, sus escamas desaparecieron, solo quedaba la electricidad que tenía forma de un imponente dragón.
Julia intentaba escapar de él, pero este la alcanzaba rápidamente, por lo que solo podía esquivar los ataques de su adversario, los cuales quedaban a casi nada de darle, ella escapaba, lo más rápido que podía, pues tenía que llegar a la costa, un poco después de la orilla del océano, donde se dispararía con toda su potencia el rayo de la muerte.
A lo lejos se podía ver el azul de las aguas del océano, y cuando estaban a punto de llegar a la costa, julia sintió un dolor que nunca antes en su vida había experimentado, pues de manera abrupta recuperó su forma humana, sus músculos se sentían completamente tensos, y a penas y podía moverse, pues el dragón por primera vez había atinado un ataque contra ella.
La guardiana cayó al suelo, estaba desconcertada, el dragón se paró frente a ella y de forma burlona puso sus fauces cerca de su rostro.
Te lo dije humana, voy a matarte –preparaba una enorme bola de energía eléctrica en sus fauces, la cual iba a estar dirigida a la cara de su adversaria.
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Gaia: Neogenesis
Научная фантастика10 personas, lo mejor que puede ofrecer la humanidad, conocidos como "los guardianes de Gaia", son los encargados de mantener el balance en el planeta y preservar la vida de quienes habitan ahí, lo cual, no es una tarea fácil, por ello, solo pocos t...