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Sus pies se sacudían una y otra vez, sus manos le sudaban y la terrible preocupación de como se encontraría Elsa invadía su mente, veía como algunos doctores y enfermeras pasaban por los pasillos algunos con prisa y otros caminando lentamente, su único deseo en aquel momento era que alguno de aquellos doctores se le acercara y le diera informes sobre el estado de su amada, llevaba varias horas sentada en aquel lugar esperando a saber cómo estaría Elsa, pero no había sabido nada desde que llegó, ya se encontraba muy alarmada hasta tal punto que creía que ella también sufriría un desmayo de tanta angustia.

Anna se encontraba sola, gracias a dios Kristoff había accedido a cuidar a Emma, la pequeña también estaba asustada por lo sucedido a su mama, pero Anna le había dicho que tratara de mantener la calma y que muy pronto todo estaría bien, aunque no fuera del todo cierto.

Ahora estaba completamente sola, esperando alguna noticia pero pareciera no haber ni una novedad.

– Disculpe es usted familiar de Elsa Arendelle.– Un doctor se hizo presente.

– Si soy su familiar¿Cómo está?¿Ella se encuentra bien?.– Se apresuro a decir con aire de preocupación.

– Por el momento está estable aunque....

El doctor mantuvo unos instantes en silencio.

– ¿Aunque que..?.– Anna suplicaba por qué aquello que fuera a decir el doctor no fuera una mala noticia.

– Necesito hablar con usted.






















Habían pasado varios minutos, Anna con lágrimas en sus ojos y su corazón completamente partido se dispuso a entrar al lugar donde Elsa se encontraba.

Hay estaba Elsa, Recostada y con su rostro más pálido de lo normal al igual que el cansancio se asomaba en el.

–Anna....

Fue lo primero que dijo al ver a la pelirroja entrar, aunque al hablar se notaba más agotada.

– Elsa¿Por qué no me lo dijiste?.– Anna se acercó a ella tomando con delicadeza su mano, mientras derramaba lágrimas.

– Yo....yo... No quería decírselo a nadie, no quería preocupar más, crei que ocultarlo sería la mejor opción.

– Pudiste decírmelo y juntas pudimos encontrar la solución.

– Lo siento, lo siento tanto.– Elsa derramaba lágrimas.

– Tranquila todo va estar bien, aquí me tendrás siempre.

Anna se acercó depositando un tierno beso en su frente.

Había estado con Elsa brindándole amor y su más sincero cariño, hasta que el doctor entro y le indico que debía salir.

Anna salió mientras se dirigía a los baños, le había dicho a Elsa que todo iba estar bien, le había mentido por completo.

Elsa estába muriendo, no le quedaba Mucho tiempo y está verdad le dolía totalmente, le partía el alma saber que Elsa ya no estaría a su lado, que simplemente un día cerraría sus ojos y sería para siempre.

Cuando por fin creyó ser feliz la vida nuevamente le dió un duro golpe, no sabía cómo afrontar aquello, Elsa se iría de su lado y está vez nunca volvería.

El doctor había dicho que solo le quedaban unos cuantos meses de vida, todo gracias a una enfermedad que le habían detectado a Elsa hace unos meses, La enfermedad era mortal solo era cuestión de tiempo para que Elsa partiera de este mundo, pero era algo que Anna no estaba dispuesta a aceptar.

Durante la noche en aquel hospital, los pensamientos no dejaban de venir a su mente, se sentía fatal, impotente al no poder hacer nada al respecto por la persona que amaba.
















El doctor había dicho que Elsa se encontraba estable, por lo tanto estaba en condiciones para poder ir a casa, pero claro  con los medicamentos y cuidados necesarios.

Aquel día en que Elsa se encontraba de regreso, Anna a puras penas podía mirarla sin evitar sacar lágrimas, estaba muy mal sentía que la vida se quedaba sin color,no podía evitar aquel fatídico pensamiento.

Otra cosa que le había dolido bastante fue darle aquella noticia a Emma, la niña ante tal cosa no pudo evitar llorar, Anna al verla consoló a la pequeña en sus brazos, brindándole el apoyo necesario sabía que algo como esto no era fácil para nadie y mucho menos para una inocente niña.

Los próximos días Anna se quedó en casa de Elsa, cuidandola y verificando que todos estubiera bien, aunque a la par evitaba hablar con ella, le era muy difícil dirigirle la palabra tomando en cuenta en el estado que se encontraba.

– Ten.– Dijo Anna dándole de tomar un trago de agua a la rubia.– Deberías descansar un poco.– Dijo tratando de alejarse pero fue detenida por Elsa.

– Anna.– Susurro con pocas fuerzas.– Se que han Sido días difíciles pero te e visto alejada de mi, no hemos hablado durante estos días, Excepto cuando me quieres dar medicinas, me duele que seas distante.

Aquella palabra destrozo por completo en un mar de lágrimas a la pelirroja.

– Yo tengo miedo de perderte, tengo mucho miedo.– Hablo con su voz completamente quebrada, y sus ojos derramando intensa lágrimas.

– Tu nunca me perderás, a pesar de todo yo siempre estaré contigo, puede que tal vez no me veas pero ten por seguro que siempre estaré a tu lado.

Elsa acaricio suavemente la mejilla de la contraria mientras hacía ligeros movimientos con su pulgar sobre ella,Anna relajo su rostro ante tal toque disfrutando de aquellas suaves y cálidas manos.

Elsa partiría más pronto de los esperado, pero comprendió que debía apreciar y disfrutar sus últimos momentos a su lado, por eso sabía que tendría una gran tarea durante los ultimos meses, hacer feliz a Elsa, hacerla feliz más de lo que ya era, debía olvidar la oscuridad y tristeza y centrarse más en ser feliz.

No sería fácil lograr aquello sabiendo el futuro que les esperaba, pero debía intentarlo y no darse por vencida por el  miedo y la tristeza, debía intentarlo.

En su mente muchas ideas rondaban durante los últimos días Elsa ya se había sentido mejor, por lo tanto ya podía cuidarse sola, eso no quitaba el echo de que algunas veces su ánimo cambiaba a uno deprimente pero eran pocas las veces que pasaba eso.

Anna tuvo una grandiosa idea para brindarle un cálido momento a Elsa, invitarla a una cita, dónde solo serían ellas dos en un ambiente cálido y acojedor.

Solo era cuestión de que la rubia aceptará, y eso no sería un problema en absoluto.

El Destino Nos Volvió a unirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora