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Su corazón latía con alegría, su rostro expresaba la enorme felicidad que sentía, faltaba tan solamente pocos kilómetros para llegar a su hogar, por fin podría ver de nuevo a Anna y también a su pequeña hija extrañaba a ambas le era imposible no hacerlo había pasado varios días y le era difícil estar lejos de su hogar, pero todo tuvo una razón lo hizo por su amigo.

Desconocía mucho el pasado de Kristoff, lo único que sabía era que había huido de casa a una corta edad pero los motivos los desconocía por completo. Nunca quiso preguntar ya que al hacerlo el rubio se ponía de malos ánimos le deprimía hablar sobre su pasado, por eso evitaba a toda costa tocar el tema.

En este viaje sus dudas sobre su amigo habían si do  resueltas. Siempre pensó que el rubio venía de una familia humilde y completamente normal, pero supo que estaba en un error al conocer lo que fue su hogar alguna vez.

Kristoff le contó todo a Elsa, como que su huida la planifico por solo una razón, cuando era joven sus padres siempre fueron grandes empresarios y que el era el típico joven que lo tenía todo, lujos como carros, colegios particulares y vestimenta de un precio elevado, pero que a pesar de todo eso sus padres eran totalmente estrictos siempre imponiendo reglas y horarios que para un simple joven le era totalmente difícil de cumplir además sus padres lo maltrataban e insultaban, hasta tal punto que aquellas cicatrices que le dejaban las tenía que cubrir con maquillaje y así dar una buena imagen ante la gente.

Si la vida de Kristoff solo fue llena de opresión y dolor  por tal motivo huyó de ella, Elsa lo entendía perfectamente, sabía que el hombre no se sentía agusto en su antigua vida y que siempre trataba y aparentaba algo que no era.

Elsa le dolía a ver visto a su mejor amigo totalmente triste, Kristoff dijo que el único familiar que lo apoyo realmente fue su abuelo pero a pesar de eso, los maltratos por parte de sus padres seguían, así que decidió ponerle fin al sufrimiento que sentía huyendo de su hogar dejando todo a tras y con ello a su abuelo la única persona que lo apoyo y motivo a seguir adelante, ahora se arrepentía de no haber regresado ni si quiera una vez a visitarlo.

Ya no estaba se había ido y eso causaba un gran dolor en el corazón del rubio, su abuelo murió y el no estuvo precente, en el funeral los silencio incómodos invadian pero a él las miradas de sus padres y hermanos no le importaban lo único en su mente era la imagen de su abuelo y solamente el.

Elsa apoyo a toda costa a Kristoff en aquel funeral dónde todos miraban al rubio de forma despreciable, Elsa hacía lo contrario ella le ayudaba y brindaba su gran apoyo.

Al principio los padres de Kristoff lo trataban de forma despreciable y Elsa podía notarlo le tiraban miradas de decepción que sin duda le dolería a cualquiera.

Elsa trato de hablar con ellos pero fue en vano era realmente orgullosos y nadie podía quitarles aquellas ideas elitistas que tenían.

Kristoff le agradeció totalmente a su amiga pero sabía que sus padres no cambiarían de idea si no era el quien hablaba.

Armandose de valor enfrento a sus padres diciendo la causa de su huida y todo lo que reprimía en aquellos años, su padre se mantenía firme sin si quiera decirle algunas palabras a su hijo, Kristoff lloraba de desesperación quería recibir el perdón de sus padres pero le era imposible.

Su madre empezó a comprender y le otorgó el perdón a su hijo no sin antes aclarar que el haber escapado de su hogar fue una fase muy dura para ella y el no ver a su hijo durante muchos años le partía el alma.

En un reconfortante abrazo con su madre sus ánimos mejoraron pero no del todo su padre aún estaba poco convencido.

Kristoff se disculpó por la manera en que huyó sabía que no fue una buena y la mejor idea que hubiese tenido, pero al ser solo un adolescente fue su única manera de lograr escapar de su tormentosa vida.

El Destino Nos Volvió a unirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora