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– Y bueno ¿Que te gustaría hacer?.– Pregunto la pelirroja con una sonrisa.

– Voy hacer mi tarea.– respondió Emma de una manera fría mientras le daba la espalda y subía a su habitación.

– Oyes espera se que podemos ha.....– Anna no termino su frase por aquel grave sonido de la puerta la callo por completo, La pequeña se había metido a su habitación para evitarse la molestia de verle la cara a la pelirroja.

– Ni si quiera se atreve a escucharme, vaya forma de iniciar.– Se dijo a si misma con total sarcasmo.

Se quedó unos instantes reflexiónando de las cosas que podría hacer para convencer a la infante de pasar tiempo juntas pero llegó a la conclusión de que lo mejor sería darle tiempo de procesarlo y acostumbrarse al nuevo ambiente en el cual viviría durante los próximos tres días.

– Bueno será mejor que prepare la cena.

Un silencio se podía notar entre todas la habitaciones el cual gobernaba en cada uno de los rincones su vista se posaba en todos lados en el techo, en el piso, en las azuladas paredes y en cada uno de los objetos que se encontraban en aquella casa, no tenía idea de que hacer prender la televisión no era una opción ni ver su celular se había aburrido de ello, ahora estaba en aquel acolchado sofá verde observando la nada, un ruido captó su atención provenía del cuarto de la pequeña Emma, Anna se preguntaba que podía estar haciendo esa niña su curiosidad despertó con tal energía que no pudo mantenerse y decidió ir a la habitación a ver qué se encontraba haciendo la infante.

–Hola¿Te interrumpo?.–Pregunto abriendo aquella puerta, la menor se exaltó ante su presencia.

– ¡ah! Eh.... No para nada.– Dijo nerviosa y asustada ante su repentina presencia.–¿Que haces aquí?.– Cuestióno cambiando sus gestos de un leve temor a unos de gran seriedad.

– Quería ver cómo estabas no haces mucho ruido y me preocupe, además me siento sola y pensé que tal vez podíamos conversar un rato o jugar un juego de mesa.

– No puedo tengo que terminar de hacer mi tarea.

– Pensé que ya la habías terminado.

– Si es solo que.....– Suspiro con tristeza.– No.... Entiendo.– Soltó finalmente.

Anna mostró un rostro comprensivo pasando a la habitación acercándose a ella.

– ¿Por qué no me pediste ayuda?.– Pregunto con amabilidad.

– Yo... Eh pensé que no querías ayudarme.– Aclaró con tristeza.

– Tu mamá te dejo a mi cargo obviamente te quería ayudar, ¿Que es lo que no comprendes?.– Se acercó aquel cuaderno para observar cuál era el problema.

Analizo con concentración para saber de qué se trataba y poder dar una explicación. Mientras tanto Emma miraba con un gesto de curiosidad.

– ¡Listo! Pon atención te ayudaré si no me comprendes no dudes en preguntarme ¿okey?.– Pregunto entusiasmada.

– Okey.

La pelirroja empezó a dar una que otra explicación de manera amable tratando de darse a comprender lo más posible.

– Sabes.– Interrumpio la explicación.– A mi nunca se me dieron las matemáticas podría ser buena en todo lo demás pero en matemáticas siempre era muy pésima.

–¿En serio?.– Pregunto la menor.

– así es mi maestra de literatura siempre me decía que mis ensayos eran los mejores, pero mis maestro de matemáticas.– Guardo silencio por un par de segundos.– El... Uff... Siempre estaba destras de mi, nunca lograba comprender sus ejercicios siempre se me dificultaba,se podía decir que las matemáticas no era lo mío.

El Destino Nos Volvió a unirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora