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Anna recorría los pasillos de su antigua casa los cuales se encontraban vacios, en cada pasillo había varias puertas siguió caminado cautelosamente observando las diferentes puertas todo parecía más frío y tenebroso algo que hacía que le provocará un fuerte miedo por cada pasó que daba.

Dejo de caminar, prestando su atención en una puerta la cual estaba emparejada está trastimitia una fuerte luz blanca cosa que llamo su curiosidad por completo, no dudo ni un momento en abrirla, encontrándose con una adolescente pelirroja llorando inconsolable mente de rodillas mientras observaba el cuerpo de lo que parecía su mamá muerta.

Sus ojos de Anna se cristalizaron por completo al ver aquella escena que no era más y menos el recuerdo de lo que pasó cuando su madre falleció.

Derepente en la habitación entro un hombre, un hombre el cual era su padre,el hombre tomo de la cintura a la adolescente obligándola a salir.

- ¡Mamá!.- Un fuerte grito de dolor salió de la boca de su yo más pequeña.

La jovencita seguía aferrándose al cuerpo de su madre para evitar que su padre la apartará de su lado.

- Ven Anna,tu madre se tiene que ir.- Su padre seguía tratando de sacarla de hay.

Después de tantos intentos fallidos por fin Agnarr logro separar a Anna del cuerpo de su madre, llevándola a la salida de la habitación, mientras que ella solo trataba de zafarse de su agarre.

Anna observo todo con total tristeza y furia.

Haciendo que cuando Agnarr estaba por sacar a su yo más pequeña de la habitación. Lo tratará de detener pero la verdad es que no funcionó ya que al momento de tocarlo hizo que este desapareciera.

En un abrir y cerrar de ojos, la pelirroja ya no se encontraba en aquella habitación,sino que nuevamente estaba en el pasillo.

Empezó a correr desesperada de un lado otro tratando de volver a encontrar aquel recuerdo.

Hasta que por fin volvió a encontrarla,solo que está vez entrando no encontró el mismo recuerdo, está vez nuevamente estaba llorando arrodillada pero no era una adolescente sino que ya era adulta era tal y como se veía ahora y la persona que estaba en la cama no era su mamá sino ELSA.

Anna al verla empezó a llorar por completo acercándose hacia su cuerpo muy cerca de su otra yo.

- ¡Todo es tu culpa! ¡TODO ES TU MALDITA CULPA!¡Por tu culpa murió!

Aquella Anna del recuerdo empezó a gritarle furiosa, la pelirroja simplemente confundida empezó a sentirse culpable.

Poco a poco aquel recuerdo fue desapareciendo empezando por Elsa quien con cada segundo su cuerpo se desvanecía.

- No Elsa por favor no no me dejes.- grito desesperada Anna al ver cómo todo desaparecia.

Un fuerte grito se escucho en todo la habitación, Anna se había levantado completamente sudando con una respiración agitada y con ambas manos temblando de miedo que sentía en esos momentos.

Todo había Sido un un sueño, uno de lo peores sueños que había tenido, miro al rededor acordándose que estaba en casa de Elsa.

- ¿Anna estás bien?.- pregunto Elsa la cual se había despertado por el grito de la pelirroja haciéndola preocupar.

Anna al escucharla, no dijo ni una sola palabra y solo la rodeo con un fuerte y preciado abrazo. Cosa que tomo por sorpresa a la platinada.

- Estás bien, que bueno que estás bien.- Repitió una y otra vez Anna aferrándose al cuerpo de Elsa.

El Destino Nos Volvió a unirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora