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El día empezaba alegremente para muchas personas pero para Anna no, el temor apareció en ella desde que el sol se hizo presente toda la noche se la paso pensado el lo que podría ocurrir al hacer esa visita.

Hoy iría a ver a su padre después de tantos años que pasaron, ni si quiera sabía si seguía con vida , la última vez que lo vio fue cuando ambos tuvieron una fuerte discusión hay fue cuando Anna se tuvo que ir de casa por que su padre la echo.

Pero un poco de tranquilidad estaba en ella ya que Elsa había aceptado acompañarla. Y eso era más que suficiente para que sintiera un poco de seguridad.

Anna había acordado pasar por Elsa rondando las 10 y así fue tan rápido como termino de arreglarse, salió del hotel en su coche camino al hogar de Elsa. Cuando por fin llego no tuvo que tocar el timbre ya que la platinada se encontraba esperándola afuera, Emma ya se encontraba en la escuela. Anna le hizo una seña para que subiera al asiento del copiloto gesto que la albina entendido.

- En verdad te agradezco que quisieras acompañarme - agradeció la pelirroja al mismo tiempo que arrancaba el coche.

- ¿Tienes miedo?- pregunto tímidamente la albina.

- Me gustaría decirte que no, pero la verdad me están matando los nervios. - dijo burlonamente cosa que hizo reír a Elsa.

Durante todo el trayecto ambas compartían pequeñas charlas de cosas sin tanta importancia. Aunque a Anna el miedo no parecía estar muy presente a simple vista la verdad es que si lo estaba, cada vez que se acercaban más a su destino sentía como su corazón palpitaba tan fuertemente por los nervios que sentía que se le saldría del pecho, sus manos no podían evitar sudar, y aquel sentimiento de inseguridad gobernaba más y más en su ser. Rogaba con todas las fuerzas de su corazón que su padre siguiera con vida, lo extrañaba tanto quería acercarse a él y poder darle una abrazo aunque fuera una última vez en verdad quería verlo, pero tenía temor de que él no la quisiera ver a ella.

Después de que su padre le enviará varias cartas en las que pedía perdón por haberla corrido de su casa, pero el orgullo le ganó a Anna y simplemente las cartas que recibió nunca las contesto y las tiro a la basura.

Pero hasta el día de hoy se arrepiente de esa decisión y por eso decidió ir a buscarlo para remediar los errores del pasado igual que como lo estaba haciendo con Elsa.

Finalmente llegaron. Anna solo miro con total detalle su antigua casa parecía no haber cambiado mucho a Excepción de que se veía algo desgastada y un auto color gris se encontraba estacionado a un lado de esta, ella no recordaba que el auto de su padre fuera de ese color pero no le tomo mucha importancia. Seguía mirando su antigua casa y hundida en sus pensamientos hasta que unos ruidos la sacaron de los recuerdos que estaba teniendo encontrándose a Elsa quejándose mientras su mano se encontraba en su pecho.

- Hey Elsa ¿Que pasa? - pregunto preocupada la pelirroja mientras la tomaba del hombro - ¿Estas bien? ¿Quieres que llame a la ambulancia?

- No es necesario llamar a una ambulancia es solo un dolor de pecho no es para tanto - respondió la albina dejándose de quejar - estoy bien - agrego ya cuando el dolor se había esfumado.

- Segura no quiero que te pase nada si quieres vamos al doctor - dijo la pelirroja su rostro mostraba preocupación. - además tengo miedo de volver a ver a mi padre o de que este.....

-tu padre está bien puedo sentirlo lo viniste a ver y eso quiero que hagas, estos dolores son por que estoy envejecido no son peligrosos así que deja de preocuparte por mí y ve a tocar esa puerta. - ordenó tratando de motivar a Anna.

- Esta bien, lo haré.

- Yo me quedaré en el Auto tu y tu padre deben platicar a solas pero si necesitas algo solo háblame ¿Okey?.

El Destino Nos Volvió a unirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora