Capítulo 10. Contacto

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Perdón la tardanza pero empieza el drama y la verdad tenía que poner todas las bases además ya lo estaba terminando y lo publiqué por error el sábado, pero no estaba completo así que tuve que quitarlo, y anuncio que pronto actualizaré Kara La gigante también, no digo cuando pero si pronto, sin más disfruten del capítulo.

Gracias.
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De por sí el viaje era agotador como para todavía desgastarse discutiendo con Sam y no quería hacerlo pero su mejor amiga tenía razón, maldita sea, Andrea tenía razón, no tenía derecho a correrla.

Kara estaba viva gracias a su intervención, sin embargo, que estuviera en ese lugar en ese momento significaba que estaba en uno de los proyectos mineros y por lo tanto estaba contribuyendo a la extinción de los Kryptonianos, simplemente no pudo evitar ponerse a la defensiva.

Sam y Kara pertenecían a esa raza, eran personas que ante los ojos de políticos y magnates no eran más que mascotas, fauna local, el único impedimento para que hicieran del planeta su gallina de los huevos de oro.

Igual se disculparía con Andrea si se la volvía a topar, por el campamento olvidado que encontraron hace unos días podría apostar que siguen rutas parecidas; exhausta sale de la tienda dispuesta a despejarse encontrando a Kara tomando un café junto al fuego.

-Capitana- la llama.

La rubia de inmediato se endereza.

-¿Que dijiste Winn, que necesitas ayuda?

El joven topógrafo que hacía sus necesidades a varios arbustos de distancia grita en repuesta.

-¿Qué?

-Zor-El déjate tonterías- pide Luthor cruzándose de brazos, Kara gira lentamente con una expresión de cachorrito regañado.

La joven científica ve el aparato sobre su nariz, es cierto, se había partido la nariz protegiéndola, casi muere protegiéndola por lo que descruza los brazos.

-Ven, vamos a tu tienda.

-No creo estar en condiciones para cumplir sus exigencias señorita Luthor.

-No es para eso Kara.

La capitana termina aceptando, se dirigen a su tienda pero Lena le dice que la espere dentro por que necesita algo, al poco rato Kara está acostada en su tienda cuando la señorita Luthor entra con un pequeño maletín.

-¿Qué es eso?- pregunta recargándose en sus codos.

-Tengo un amigo líder en el campo de la medicina- empieza ignorando su pregunta-. Ha trabajado con Kryptonianos desde hace unos diez años e hizo un descubrimiento interesante. No lo ha publicado aún, pero me pidió financiamiento y yo no dudé en apoyar su investigación en pro de la ciencia. Recuéstate- la rubia obedece-. A mi amigo Querl nunca le ha gustado la luz roja de Krypton, dice que le afecta la vista así que acondicionó su laboratorio con simuladores del sol amarillo de la tierra, como los que hay en la estación espacial de Metropolis- explica abriendo el maletín sacando una pequeña pistola láser, aunque bastante caricaturizada, casi parece un juguete-. Bueno él se dió cuenta que los Kryptonianos que pasaban por su consultorio sanaban más rápido y obtenían mejores resultados en las pruebas y experimentos; sus colegas empezaron a alabarlo como un prodigio, pero él no estaba seguro por lo que comparó su investigación con la de sus compañeros y se dió cuenta que no eran muy diferentes y que la suya no resaltaba por mucho, había algo más. Te voy a quitar esto- dice tocando el aparato en su nariz.

-Pero- Kara le sostiene las manos.

-Tranquila, confía en mí- le pide Lena en un susurro, lo que saca un suspiro de la capitana que asiente y deja caer sus manos en el sleeping.

La expedición a KryptonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora