Capítulo 25. La meseta

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Al fin hemos llegado, no tienen idea de cuánto esperé este capítulo.

¿Saben? Creo que no hay ciencia más difícil de procesar para una persona mal pensada que la Botánica, hablan de testículos, esperma, tallos, capullos, fecundación, bulbos, concentrarme mientras buscaba información fue difícil, sin más que lo disfruten.

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El valle se abre frente a ellos mientras descienden por la ladera, está protegido por dos gigantescas paredes de roca, una a cada lado, con un río al fondo. Han cruzado las montañas y dejado a Jack nuevamente atrás, por delante solo queda el camino y la meseta se ve al final, es como un sueño.

La señorita Luthor baja como puede, siguiendo el consejo de su guía de no dejarse deslizar pues podría resbalar sin control hasta el fondo. El equipo sigue hasta descienden lo más cerca del río posible, yendo contra corriente; después de unas horas, logran encontrar un sendero por el cual caminar, sin embargo, es tan estrecho que tienen que ir en fila, es mucho más sencillo ahora moverse por la ladera en dirección al penúltimo punto de control.

-¿Y ahora que estamos buscando?- pregunta la rubia, sabe exactamente a dónde van, pero no que van encontrar ahí.

-Una ciudad- contesta Luthor fijándose por dónde camina.

-¿Una ciudad? No lo dices enserio.

-Claro que sí- responde ofendida, levantando su mirada-. Winn muéstrale a la capitana Zor-El las imágenes satelitales.

Todos se detienen para verlas discutir, mientras la guía observa el mapa en la tablet del topógrafo. Efectivamente entre los árboles, se pueden distinguir las rocas alineadas de viejos edificios, calles, plazas, en una escala muy pequeña, demasiado pequeña para una presunta ciudad.

-Entiendo, pero éstas son casas, no una ciudad- dice devolviendo la tablet.

-El concepto de ciudad no ha sido siempre el mismo Kara, los asentamientos cambian con el tiempo. Los humanos antes vivíamos en la tierra, luego la abandonamos para que nuestra presencia dejara de dañar un planeta tan rico y ahora vivimos en la estaciones internacionales viajando por espacio.

-Ya entendí, yo solo digo.

La exmilitar no puede evitar reír ante el carácter de su novia, le gusta enfrentarla.

La caminata se retoma entre rocas, vegetación y los brazos de Kara marcados por uñas, pues había partes demasiado escarpadas o con huecos sobre el terreno que se asomaban a acantilados altos que presagiaba una muerte segura de tener la mala suerte caer por ellos hacia un río turbulento, o más bien, esa era la justificación de Imra y Winn que normalmente eran los que solicitaban la ayuda de la capitana para cruzar por algún punto difícil.

A la hora del almuerzo tenía a la joven científica sentada en su regazo, dándole de comer en la boca, su novia era demasiado complaciente, quería algo y Kara ya lo tenía en sus manos, como sus caderas mientras la alimentaba. Además Lena también era muy tierna, se notaba que le gustaba tener de quién cuidar, a quién mimar, haciéndola sentir querida y segura. Y aunque era ella la que había sido contratada para proteger, sabía que la señorita Luthor correspondía y daría su propia vida para mantenerla a salvo. Es su complemento perfecto, adivina sus pensamientos, le aconseja y le enseña dirigir su fuerza y sus talentos, la capitana siente que cada día que trabajan juntas se sincronizan como una sola mente, un solo cuerpo.

Acampan dos noches mientras avanzan al punto, se encuentran con todo tipo de animales, deformidades del terreno el terreno, escalan en paralelo a una pequeña cascada, e incluso cruzan el río, llevando a cada miembro sobre el globo, uno a la vez, las adversidades ahora son menores para un equipo que ya ha sobrevivido a lo imposible. Es cerca de las cuatro de la tarde cuando finalmente llegan a la famosa ciudad, Kara se encuentra sorprendida por la inmensidad de los edificios, desde arriba solo parecen muros deshechos, como en las películas, pero desde abajo.

La expedición a KryptonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora