Capítulo 9. No más

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Hola, ya continuamos, la paré porque tenía problemas para continuar aunque su final está planificado y es que quiero que los personajes avancen entre ellos, pero como pudieron ver en el capítulo anterior, a veces el trabajo de campo te mantiene tan ocupado que no tienes casi tiempo para otra cosa aunque estés interactuando con tus compañeros, en fin, intenté llegar a eso aqui, ya lo verán.

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Lena estuvo un rato indecisa sobre lo que había pasado, pero finalmente reacciona y se pone los pantalones; luego acerca una silla e intenta cargar a Kara, el peso le gana en una más de una ocasión y la erección de su guía aún no bajaba del todo, sin embargo, lo logra.

La tentación es grande sin embargo, si algo ha aprendido es la responsabilidad ante todo.

Abre la tienda y llama al equipo para explicarles una versión más inocente de lo sucedido, aunque antes de entren le quita el sombrero a Kara y lo pone sobre sus piernas ocultando su ahora leve excitación.

Lo primero que Kara ve al abrir los ojos es a Lena parada frente a ella.

–¿Que está pasando?

–¿No recuerdas lo que ocurrió?– pregunta Alex.

La rubia trata de mirarla, dándose cuenta de tienen restricciones.

–¡¿Por qué me han atado?! ¿Que sucede?– empieza a saltar en la silla, el sombrero cae pero ya no hay nada que ocultar.

–Al parecer no lo recuerda– deduce Sam acercándose y poniendo una luz sobre sus ojos, deslumbrando a la capitana confundida.

–Si, creo que el efecto produce algún tipo de amnesia, observen esto– indica Lena abriendo un estuche pequeño. Un brillo rojizo empieza a destellar cuando la joven científica acerca aquel extraño cristal a la rubia.

Zor-El de un momento a otro pierde aquella mirada asustada y su respiración se acelera dando lugar a una ira palpable.

–¡Sueltenme! Con una mierda ¡Voy a partirles el craneo en cuanto me suelte!– la respiración de Kara aumenta como sus amenazas mientras el sudor bordea las venas rojas que saltaron en su cuello y rostro, las cuerdas se aprietan alrededor de su torso con un terrible sonido de tensión que advierte romperlas.

–¡Esto es inhumano!– alega el topógrafo–. ¿Podemos detener esto?

–¡Inhumano lo que le haré a tu trasero si no me sueltas Winn!– grita Kara.

El joven asustado se esconde detrás de Lena.

–Muy bien, creo es suficiente– dice Luthor guardando el cristal. Aquel brillo desaparece y Zor-El parece tener un ligero aturdimiento.

–¿Que está pasando? ¡¿Por qué me ataron?!– vuelve a preguntar la rubia como si lo pasado un minuto atrás no hubiera ocurrido.

–¿Que es esa cosa?– dice la doctora llevando su mano a su frente.

–¿Te sientes bien Sam?– pregunta Lena preocupada.

–Si, es solo... Estoy molesta.

Sin aviso suelta un puñetazo en el hombro de Kara que grita.

–Ah ¡¿Por qué hiciste eso?!

–Si se lo hacía a Winn seguramente le rompo el brazo.

–¡Oye!– reclama el topógrafo huyendo, poniendo nuevamente a Lena entre él y su atacante.

–Parece que tampoco te hace tanto daño como aquella piedra verde, cuál sea su efecto parecen ser menores en ti aunque también seas kryptoniana, tenemos que saber porqué– el grupo asiente en acuerdo–. Bueno, salgan todos, tengo que hablar con Kara y después Ardeen, yo y el profesor vamos a tener una junta para determinar que está cosa, Sam será nuestro conejillo de indias, los demás pueden seguir sus actividades.

La expedición a KryptonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora