Capítulo 20. Remontar

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Sin más que lo disfruten.

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Los disparos vienen de distintas direcciones para confundirlos, pero Kara y Alex saben que solo son tres personas, aunque intenten fingir que son más.

Kate de inmediato va buscar su rifle.

-¡Winn el globo hasta el cielo y lárgate de aquí! ¡Llévate la balsa!- ordena la rubia empujando la balsa al río, el joven obedece tacleando en el reloj de su muñeca antes de huir.

La capitana suspira satisfecha al ver el globo elevarse, así que toma su revolver y entre la balacera encuentra a Mike escondido debajo de un árbol.

-Toma, protege a Imra y llévatela lejos del campamento.

-¿Por qué? ¿No es más seguro aquí?

Kara agradece que le de una razón y lo abofetea.

-Por qué si destruyen el campamento estamos muertos, solo son tres imbéciles, si nos separamos tendrán problemas para seguirnos y puedo emboscarlos mejor.

El biólogo lo capta por lo que corre a buscar a la geóloga, cuando la encuentra la toma de la mano y se largan en dirección a la selva.

-¡J'oon! ¡Sam! Conforme se acerca al campamento los encuentra escondidos detrás de una roca, puede ver también como Edge y Lockwood se están acercando disparándole a todo, es cuestión de tiempo para que las balas le atinen a a la tienda o sus herramientas, dejándolas inservibles.

Llama la atención de la doctora con señas, pidiéndole que corra en dirección a Morgan, pasando por su lado para llamar su atención, y que el profesor regrese a las tiendas para que le pase su rifle. Cuando lo hacen, Lockwood deja de disparar para no dispararle a su jefe pues la castaña pasa junto a él, oportunidad que Kara aprovecha para arrojar su cuchillo, el cual se clava en pierna del hombre. Morgan vuelve hacia su subordinado al escuchar su grito observando lo que la ha ocurrido, permitiendo que la doctora escape. Por otro lado J'oon ha alcanzado el rifle de la capitana, lanzándoselo para después tirarse al suelo, en ese momento Kane sale de la única tienda que queda, disparando hacia los hombres protegiendo a Lena y Andrea detrás de ella. Zor-El aprovecha para alcanzar al profesor y levantarlo.

-Alex, llévalos lejos de aquí. Todavía hay uno de ellos por ahí.

Los tres académicos se van corriendo protegidos por la guardaespaldas antes de que los hombres repelan el ataque, las ex militares apenas tienen tiempo saltar detrás de una roca para cubrirse.

-¿Estás bien Ben?- pregunta Edge.

-Si señor- vocifera molestó sacando el enorme cuchillo de su pierna y arrojándolo lejos para después descargar su arma con furia contra la roca.

Las exmilitares no pueden moverse ni contratacar.

-¿Que hacemos capitana?- pregunta la teniente.

-Mis malditas granadas serían de mucha ayuda ahora, tal vez por ese costado tengas espacio para apuntar y hacerlos retroce-

Fue un segundo, un maldito segundo, un disparo de decenas reventando la roca a sus espaldas, la presión del momento, el estrés de la situación, la velocidad de los hechos. Kara olvidó que Streaky estaba con ella y que el inocente animal se asomó en mal momento. Fue tan rápido, su pequeño gruñido quedó a la mitad antes de ser atravesado por una bala y caer de la cabeza de la rubia al suelo ya sin vida.

El sonido de todas balas dejan de escucharse para la rubia y que ambos hombres se acerquen cada vez más a su posición no le interesa, el pequeño gatito a sus pies es todo lo que puede procesar. No le importa que Kane le grite en el oído preguntándole que van a hacer, nada, no puede sentir nada.

La expedición a KryptonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora