Capítulo 21. La segunda mujer

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Bueno, también espero que haya quedado claro porque no hay que robar fauna salvaje.

Por último, hay un fenómeno muy interesante llamado el tercer hombre, que sucede cuando ya se ha llegado al límite más extremo del cuerpo, cuando solo te tienes a ti mismo para enfrentar una situación de supervivencia, la mente es capaz de crear un compañero "fantasma" suficientemente vivido para mitigar la soledad, un compañero que intenta salvarte la vida.

Le pasa a náufragos, astronautas, alpinistas, una situación crítica puede ponerte cara a cara con el tercer hombre. Uno de los primeros testimonios de esto fue registrado en una expedición a la antártida por parte el explorador Shackleton, quien desesperado por salvar a su equipo se aventuró con cinco compañeros para buscar ayuda, dejó a tres cuidado el bote y continúo con otros dos para caminar por 36 horas por las montañas heladas para llegar a una comunidad y pedir ayuda. Shackleton empezó el viaje con dos, pero había un tercero, uno que los animaba a continuar y dar un último esfuerzo, lograron cruzar las montañas y salvarse, en realidad sería el cuarto hombre, pero de ahí viene el nombre.

Afortunadamente no he estado en esa situación, pero me moría por poner a este equipo al límite para poder escribir sobre este fascinante fenómeno, sin más, que lo disfruten.

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Kara siente que la movilidad se reduce mientras el lodo le cae encima sin parar, no quiere morir, no así. El pánico se apodera de ella y comienza a gritar mientras se retuerce intentando salir, es entonces que la escucha, una voz.

"No te rindas"

-¿Quién está a ahí?- no era la voz de Alex, ni nadie del equipo, si tuviera que adivinar, era más como su propia voz. Ante la falta de respuesta, sospecha preocupada, que sea una alucinación por la falta de oxígeno.

"El agua no deja de caer, deberías poder arrastrarte afuera"

-No puedo, tengo que salvar a Alex y a Winn.

"Puedes arrastrarlos contigo" insiste la voz "Tienes esa fuerza, eres capaz de eso y más"

Kara empieza a jadear más fuerte, el espacio se está acabando, tiene que tratar, de todos modos morirá ahí si no lo intenta. Toma a sus dos compañeros haciendo que los tres se coloquen bocabajo, enrollando sus brazos alrededor de los dos intenta jalar de uno a la vez mientras avanza. La capitana se arrastra junto a sus compañeros debajo de lo que podrían ser toneladas de tierra, siente sus músculos reventar mientras la titánica presión la aplasta. No. Debería ser imposible, ella no debería ser capaz de moverse ¿En verdad se está moviendo? ¿Ha avanzado siquiera un metro? No, debe ser el ahogamiento.

"No puedes detenerte estando tan cerca" regresa la voz.

-No estoy avanzando.

"Si lo estás haciendo. De verdad, estás muy cerca. Vas a salir de aquí, déjame ayudarte"

Zor-El siente unas manos empujar sus piernas desde atrás, hacen que sus movimientos sean más fáciles.

¿Quién está ahí? ¿Es Imra? ¿Esa jovencita demuestra tal entereza en esta situación?

-¿Imra?

"Ella está a salvo, te está esperando afuera. Igual que Lena"

-¡Lena!- ante ese pensamiento, Kara ya no se detiene, se arrastra entre el lodo y la grava, llevando a sus compañeros con ella.

Aunque la vista en el exterior no es para nada reconfortante, si, se ha estado deslizando hacia afuera, pero en dirección al acantilado, siendo ahora empujada por la corriente hacia el vacío.

La expedición a KryptonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora