La expedición a Krypton

Capítulo 18. El día de la verdad

Otro más, gracias por la espera.

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Han partido ya del punto de control y se dirigen al siguiente, dados los acontecimientos de la madrugada, la rubia se obligó a dormir y levantaron el campamento cerca del medio día, esperando avanzar lo más posible.

-No veo ningún rastro- dice Mike.

Durante la caminata Zor-El y el biólogo se han encargado de buscar el rastro de aquellas criaturas, pues terminaron con casi 20 cadáveres en el campamento.

-Yo tampoco he visto nada- afirma Kara Limpiando su rostro con su camiseta, el calor de la tarde provoca la condensación de la humedad en el aire, haciendo del entorno un horno que los cocina vivos.

-Creo que acabaste con todos- dice Lena abanicándose con su mano.

-Wow Zor-El extinguiste una especie- felicita Sam, limpiando las gruesas gotas de sudor que caen por su frente.

-Yo no extinguí nada- afirma, pero la mirada de todos la obliga a preguntarle a Mike-. ¿Verdad?

-No lo creo, tal vez simplemente se han alejado de nosotros, ahora saben que somos peligrosos.

Eso no hace sentir mejor a la capitana.

-Muy bien, haremos una pausa, hidrátense, este clima puede causarles un golpe de calor.

La rubia se sienta en el suelo y saca el mapa de su mochila, Luthor se sienta junto a ella, al igual que Alex.

-¿Cuáles son las coordenadas del próximo punto de control?- pregunta al aire y la joven científica se las dicta mientras la guardaespaldas abre su botella de agua.

Después de ubicar el punto el mapa la rubia mide la distancia.

-Maldita sea, está treinta seis kilómetros, y solo hemos avanzado cuatro, nos queda una hora para que se vaya el sol y debemos instalar el campamento.

-¿No podemos llegar para pasado mañana?- cuestiona la señorita Luthor preocupada, Kara niega mirando el mapa.

-No- contesta Kara sacando también su botella de agua-. Aunque la distancia entre los puntos sigue siendo la misma, de entre treinta y dos y treinta y siete kilómetros. La diferencia con la primera parte del viaje, es que teníamos dos días para llegar a cada punto y quedarnos cuatro, eso era más fácil porque íbamos por terreno plano, pero en esta segunda parte tenía contemplado tres días por cuatro porque vamos subiendo hacia las montañas y todavía teníamos tres días de compensación, pero con los contratiempos recientes tardamos cuatro días en llegar al primer punto y nos quedamos cinco, pero no creo que podamos llegar para pasado mañana como estaba planeado.

-Teníamos cincuenta y dos días, menos nueve, nos quedan cuarenta y tres, si nos apegamos al itinerario de tres por cuatro por los seis puntos que faltan, suman cuarenta y dos- dice Alex con calma-. No está tan mal.

-Pero si ocurre otro contratiempo, no llegaremos en el día noventa- explica la joven científica-. Y no sabemos que tan adelante de nosotros está Andrea y su equipo.

La capitana la mira, viendo la tristeza en su rostro.

-Podemos avanzar sin otro accidente- asegura aunque no tiene tal certeza-. Pero tenemos que cortar terreno, después del siguiente punto de control que está aquí- señala un lugar alto cerca de las montañas-. Debemos bajar para el último punto junto al río para después avanzar los más posible al oeste y rodear las montañas para ingresar al valle lateral, por lo que en lugar de caminar propongo que abordemos este pequeño río que desemboca en el río principal- explica señalándolo en el mapa.