Los gemelos siguen fumando al lado del edificio. Me pregunto si se mueven de ahí alguna vez. Esta vez les acompañaba una chica un poco malhumorada a la que poco caso hago. Después de aceptar el cigarrillo me dirijo detrás del pabellón. Me siento en el mismo sitio de la noche anterior y comienzo a fumar.
Hoy, bajo este manto de estrellas me he dado cuenta de una cosa. Nada es lo que parece. Nunca pude imaginarme que Gabriel pensara de aquella forma tan horrorosa. Es tan bueno, tan tranquilo. En esta última semana he pasado mucho tiempo con él. Leía conmigo, me contaba historias de su abuelo y me hablaba de su hermana. Chupo de la boquilla. Adora a su hermana. ¿Cómo un chico así puede querer hacer desaparecer al que se encuentra a su lado? Además, no es como los demás. Cuando él se acerca casi ni lo noto. Aspiro el humo. Y no sé por qué.
El tema de Aleix. Ese es el que más que inquieta. Un chico del que tampoco sabes qué pensar. El primer día pensé que me odiaba pero después resultó que le caía bien. Tan bien que una semana después de conocernos comienza a meterse en baños conmigo. Doy una larga calada. Y tiene novia.
Tampoco entiendo su protección hacia mí. Con Manu era igual, casi no me dejó ir con él. En la estampida pudo dejarme ahí tirada pero me recogió. Puedo denunciarle por lo que hizo pero no voy a hacerlo. Al final lo del grupo me está afectando y me da la sensación de que debemos protegernos las espaldas unos con otros. Puede que Aleix piense lo mismo.
Y ahora me pregunto, si nada es lo que parece, ¿el neonazismo tampoco lo es? O los nazis, ¿tampoco son tan malos? ¿O son peores? Ellos han sido buenos conmigo. Bueno, —doy una calada— Aleix se ha pasado esta vez pero gracias a él no morí aplastada.
Expulso el humo con el último pensamiento. Su foto me ha hecho pensar. Él fue mi primer todo. Mi primer amor, mi primer beso, el primero con quien estuve en una cama. No me arrepiento de nada y sé que él tampoco. Terminamos de una forma catastrófica pero, aún así, no siento rencor por él. No sé como las parejas que han compartido tantas cosas pueden terminar insultándose y arrepintiéndose de todo.
Esos buenos momentos quedan ahí, guardados, no se pueden tirar y si en esos momentos fuiste feliz no malgastaste tu tiempo en ellos.
Apago el cigarrillo y pongo rumbo a la residencia.
Hola:) Sé que es un capítulo corto y no ha sido porque no tuviese tiempo sino porque quería que quedase así.
Bueno, espero que os esté gustando la historia y, por favor, me gustaría que comentaseis sobre ella.
Un gran abrazo <3
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Bandas.
Novela JuvenilLa vida de Lina Méndez cambió cuando aquel tarro se encontró en su camino. Tras ser matriculada en un internado Lina conocerá a un particular grupo de chicos que conseguirán que poco a poco se integre en el contrabando y en la vida de las bandas ur...