CAPÍTULO 3 "OH! QUE TECNOLOGIA!"

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Karol salió del despacho de su Capitán y se fue en seguida a preparar sus maletas. No había tiempo que perder pues Tseng había dejado claro que su intención era salir de allí lo antes posible así que no quería hacer esperar ni un minuto a su nuevo jefe.

A la joven mil dudas le asaltaban la cabeza, pero era más el sentimiento de felicidad y emoción que el de preocupación por lo que estaba pasando. Para ella todo esto era nuevo, algo totalmente inesperado, le había tocado la lotería! De repente iba a trabajar con los Turcos, el servicio secreto de Shinra, desde luego, iba a poder aprender muchísimas cosas y seguramente vivir muchas aventuras.

A pesar de tener prisa, estaba tan contenta y emocionada que con todo el mundo que se encontraba por el patio de armas se paraba un breve segundo para contarle la buena noticia, tenía que compartirlo con sus compañeros! Estaba desbordada de entusiasmo y no podía guardárselo para ella. No se extendía en explicaciones pero lo gritaba a los cuatro vientos. Desde luego, eso de misión secreta, parece que no le dio a entender que quizá era mejor mantenerlo un poco .... pues eso, de manera secreta.... La joven a veces era demasiado efusiva y le podía su impulso siempre más que su cabeza.

Finalmente llegó a su camareta y rápidamente vació desordenadamente sus armarios, la ropa calló por el suelo bajo la mirada preocupada de su perro negro que percibía que algo fuera de lo rutinario ocurría.

Confeccionó dos maletas gigantes llenas a rebosar, si hubiera metido un solo calcetín más posiblemente éstas habrían estallado por sus cremalleras. Esto solía ocurrirle siempre que confeccionaba una maleta o una mochila aunque no se explicaba por qué... Siempre las llevaba al límite... como su vida.

Cuando se dispuso a salir por la puerta de repente pensó "Mierda! No le he dicho nada a Tseng del perro!" Acababa de empezar y ya tenía un problema... Elio, su perro pantera no era muy afín a la gente, había sido rescatado de una perrera por la joven hacía ya 3 años y por esta razón la veneraba. No pasaba lo mismo con el resto de seres humanos a los que o ignoraba o trataba de comerse... No, Elio no era un perro normal al que se le pudiera dejar unos días a un compañero para que lo cuidara. Tenía que llevárselo.

Tseng salió también del despacho del Capitán tras zanjar ciertos asuntos burocráticos y estampar unos cuantos sellos en una serie de documentos que luego entregaría al Presidente. Inmediatamente mientras bajaba las escaleras para salir al patio, llamó por teléfono a Reno para pedirle que él y su compañero silencioso se dirigieran directamente a donde estaba el helicóptero.

Reno y Rude se habían aburrido de estar tirados en la sala de descanso de las oficinas, así que cuando recibieron la llamada de Tseng éstos estaban en la pista americana del cuartel, a un lado en el césped observando como los soldados pasaban los obstáculos cargados con sus mochilas y su fusil. Un sargento les gritaba para que lo hicieran más rápido, algunos estaban sin aire y otros torpemente casi no podían sobrepasar algunas pruebas lo cual a Reno le hacía mucha gracia.

Rude- Qué te ha dicho?

Reno- Nada, que ya nos vamos... Se acabó el espectáculo por hoy.

Los Turcos se marcharon en dirección al helipuerto con paso tranquilo bajo la mirada sorprendida de todos los que se cruzaban con ellos. El Sargento que estaba mandando a los chicos que pasaban la pista al ver que éstos se iban pudo relajarse y dejó de pegar voces.

Sargento- Fiu..... Eh chavales, venir aquí! Lo habéis hecho bien. Venga dejar el equipo a un lado y echaros un cigarro que ya no nos vigilan.

Todos- Bien!!

Soldado- Joder, pensaba que no se iban a ir nunca!

Soldado 2- Has visto el del pelo rojo? Parecía que se reía de nosotros, a ese le ponía yo a pasar la pista! Será hijo de...

FINAL FANTASY VII RESURRECTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora