FINAL FANTASY VII RESURRECTION

CAPÍTULO 9.3 FUGITIVOS

Elena finalmente terminó su llamada telefónica con el líder de los Turcos, aprovechaba cada ocasión que tenía para mantenerle informado y así, además de demostrar que era una mujer eficiente, aprovechaba para escuchar su hermosa y magnética voz a través del aparato, la cual le motivaban a esforzarse aun más.

Elena- Qué ha sido ese ruido de motor? Quién ha decidido irse por su cuenta? A caso he dicho algo de que salgamos?!

Los Soldados explicaron tratando de ponerse serios, que quien había decidido irse había sido Roche, el de mayor rango de los militares que había allí. La joven pensó que menudo ejemplo estaba dando el tipo con su comportamiento indisciplinado, a pesar de ser su mano derecha para aquel trabajo; a la que regresara de su excursión iba a tener unas palabras con él, en las que le dejaría bien claro quién estaba al mando.

Elena- No hay tiempo que perder! No podemos esperarlo, han visto a los traidores por el pueblo! Debemos dirigirnos hacia allí y no distraernos patrullando por el bosque, debemos pillarlos por sorpresa antes de que adviertan nuestra presencia!

Los Soldados se animaron, aquella misión les motivaba, el atrapar a un peligroso miembro de los Turcos que se había pasado al bando equivocado, no era algo que ocurriera todos los días, estaban muy excitados.

Rápidamente subieron a los coches y las motos (dejando a alguien como centinela de los helicópteros) y se dirigieron a tomar el pueblo por completo, a cerrar todas sus salidas para dejar a la pareja encerrada y rastrear, si era necesario, negocio tras negocio y casa por casa hasta que la zona quedara peinada.

Mientras las tropas de Elena tomaban las calles, Karol y Reno (y el perro) huían en moto por el camino alejándose a máxima velocidad de la zona.

Karol- Cómo sabían donde estábamos?! - Preguntaba la chica alterada a su compañero mientras le sujetaba con un brazo a la cintura para no caerse de la moto y con el otro agarraba al perro, el cual estaba abrazado a su dueña con las cuatro patas como si fuera una garrapata gigante.- Cómo han podido dar con nosotros tan rápido?!

Reno- No lo se! - Dijo preocupado, creía que había tomado todas las precauciones posibles, pensaba que al menos por algún tiempo podía haberles despistado, pero estaba claro que aquello que decían de que Shinra tenía ojos en todas partes resultaba ser cierto. - Supongo que alguien nos habrá visto cuando pasemos por la playa todabía vistiendo raro... Alguien se habrá chivado pero ¿Quién?! No hemos pasado por el puerto, es lo único que hay aquí que pertenece a Shinra y lo guardan cuatro pelagras... quizá eso haya sido suficiente.... Estamos jodidos!

Empezaba a despuntar el día cuando los Soldados habían ocupado sus posiciones y tenían el pueblo costero totalmente cercado, Elena iba a dar la orden de comenzar a asaltar por todos los flancos a la vez, quería pillarlos por sorpresa, todo estaba perfectamente pensado.

De pronto, apareció Roche, corriendo muy alterado casi sin respiración, el cual irrumpió en mitad de la calle principal montando un escándalo llamando a la rubia.

Roche- Elena!! Elena!!

Elena- Pero qué demonios?! Ese tío va a echarnos abajo todo el plan! Gritó enfadada desde lo alto de un acantilado (que justamente daba a la cabaña donde estos tenían pensado haber pernoctado), desde allí podía vigilar toda la operación junto con el Soldado tirador de precisión que tenía al lado.

Roche- Elena!!! Se nos han escapado!!!!

La joven rubia no podía escuchar lo que decía aquel tipo y por lo visto su movil había quedado inutilizado a causa de tanto calambrazo. Por suerte, uno de los Soldados que tenía su posición cerca del tipo alterado, se acercó a éste preocupado y le interrogó a cerca de lo ocurrido.