CAPITULO 15 LA GRAN CRISIS

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Tifa- ... ¿Cloud?....

Nadie se atrevía a acercarse al muchacho, todos observaban desde el lugar donde habían caido tras ser despedidos por aquella extraña honda, nuestros protagonistas se miraban entre ellos, nerviosos, aguardando a que ocurriera algo.

La joven morena iba a acercarse a su lado para comprobar cómo se encontraba, pero Barret la detuvo agarrándola por el brazo muy agitado.

Barret- Espera! Mira! Está pasando algo! Dijo muy tenso retrocediendo más y llevándose a Tifa consigo tirando de ella

Todos se quedaron muy sorprendidos, la herida de Cloud, ¡se estaba cerrando! por un momento dejó de manar sangre de ella y en su lugar comenzó a irradiar una brillante luz, idéntica a la que desprendía aquella esfera blanca! En cuestión de un par de segundos, aquel chico tenía el cocorote completamente nuevo! No había ni rastro del porrazo que le había dado aquel encalambrado de Turco!

Aquello pintaba chungo! Todo era demasiado raro! Karol, desde sus dos metros y medio de lejanía de aquel raro chico, lo llamaba a voces por su nombre tratando de despertarlo. Reno la miraba extrañado, sabía que aquello no funcionaría, ese que tenían ahí delante probablemente ya no era Cloud.

Karol- Cloud, Cloud, .... ¡Cloud!!!

Todos miraban al chico expectantes, con la esperanza de que de un momento a otro se moviera o hiciera algo, cualquier cosa.

De pronto, el muchacho se movió, levemente, pero perceptible para sus compañeros. Cerró más fuerte los ojos y emitió un leve quejido.

Tifa- ¡Cloud!

Tifa se liberó de Barret y corrió junto al muchacho herido, se arrodilló a su lado ante la mirada de todos que aun se mostraban precavidos, le agarró entre sus brazos haciendo que quedara semi sentado y éste abrió los ojos mirando a la chica como si todavía continuara drogado. Tenía algo diferente en sus ojos, ya no eran los típicos afectados por el Mako, ahora, éstos eran color turquesa con la pupila alargada en vertical al igual que las de los felinos.

La joven se asustó mucho pero aun así no se apartó, de pronto, el cuerpo del muchacho comenzó a volverse luminoso, dejándolos a todos ciegos por un momento, no podían mantener la vista sobre él, era como tratar de mirar fijamente el sol.

Tifa sintió que Cloud se le escapaba de las manos, no podía ver qué ocurría, pero ya no sentía su peso ni su contacto. Aquella luz blanca era tan fuerte que parecía haber borrado todo a su alrededor y de nuevo podía percibirse ese maldito zumbido en sus cabezas, profundo e insidioso que a muchos les hacía llevarse las manos a los oídos por tratar de silenciarlo inútilmente.

De repente toda aquella luz se dirigió hacia el techo en forma de rayo de energía, trazó un enorme agujero de unos 20 metros de diámetro directo hasta fuera de la tierra, podía verse el cielo, ahora estrellado (en el Polo Norte anochece más temprano) y la ventisca sacudiendo allá en lo alto. Poco a poco la luz fué haciéndose más tenue, se convirtió en un halo de apenas dos metros de ancho que iba del suelo hacia fuera de aquellas profundidades, ahora el grupo podían mirar aquello, ya no era tan potente como antes, había tomado un tono más amarillento, como las luces de las antiguas farolas de los pueblos.

Todos se quedaron sorprendidos, de donde había estado Cloud tirado ahora había aparecido ese gigante montón de luz capaz de agujerear toda aquella piedra, a medida que la intensidad luminosa iba bajando, pudieron percibir que en el centro de aquello había algo, mejor dicho... alguien... Era Cloud! No! ... No lo era!....

Tifa corrió lo más que pudo hacia aquella luz, quería atravesarla y colarse dentro de ella para salvar a su amigo!, pero ésta vez fue Rude quien la detuvo agarrándola con los dos brazos, probablemente aunque ésta no reparara en ello en ese momento, le salvó la vida, aquella descarriada no se paró a pensar en que si ese halo había sido capaz de cortar las rocas como si nada, probablemente haría lo mismo con ella.

FINAL FANTASY VII RESURRECTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora