Ha pasado un año tras lo ocurrido en la historia del videojuego original. El mundo trata de reconstruirse tras lo acontecido y Shinra, terriblemente afectada, trata de volver a levantar cabeza y volver a ser lo que era.
Por otra parte los miembros d...
Roche estaba tranquilamente tumbado en una cama del hospital bebiendo un zumo tropical con una pajita, ya empezaba a poder comer y beber con normalidad, hasta ahora había estado a base de alimentación con goteros, aquel maldito Turco le había dejado realmente molido. De pronto se organizó un gran revuelo a su alrededor, varias enfermeras corrían empujando un sin número de camillas cargadas con diferentes Soldados, Roché los contemplaba sorprendido, ¿qué demonios había ocurrido? Entonces, una voz conocida se quejaba desde una de éstas, era su jefa, Elena, maldiciendo con buenas palabras a aquellas pobres profesionales de la medicina por haberla dejado en bata y haberle arrebatado su preciado teléfono, tenía que dar novedades a Tseng y continuar con su trabajo.
Enfermera- Debe permanecer en la camilla señora, por favor, no intente levantarse, se ha golpeado muy fuerte y debemos examinarle...
Elena- Estoy bien! No sabes quien soy yo? Soy de los Turcos! No puedo perder el tiempo en tonterías! Devolvedme mi teléfono y mis ropajes! Tengo que informar a mis jefes!
Roche contemplaba la escena patidifuso, la pajita calló de su boca a causa del alucinamiento, ¿todo ese despliegue de bajas lo habían causado aquel grupo de 3? Realmente aquellos tipos eran buenos...
Finalmente un médico se acercó con una jeringuilla con sedante a la joven Turco y se la inyectó en el brazo para que ésta se tranquilizara, estaba realmente histérica, la chica rubia calló al instante en un placentero sueño y las enfermeras lograron así poder atenderle; a pesar de lo aparatoso del accidente, nadie resultó herido de demasiada gravedad, tuvieron mucha suerte, el piloto maniobró correctamente y logró aterrizar relativamente suave, gracias a eso, no hubo que lamentar ninguna muerte, solo unos cuantos rasguños y algún que otro hueso roto.
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**Mercado Muro, o distrito de la lujuria y en la ultima imagen, mansión de Don Corneo**
Nuestros protagonistas llegaron a las puertas del Mercado Muro, cuando estaba comenzando a anochecer. Como siempre, había bastante ambiente, las calles de aquella pequeña ciudad sin ley estaban pobladas por jóvenes fiesteros y algunos maleantes que habían decidido salir a divertirse un rato. Nuestro grupo avanzó por las callejuelas sin problemas, nadie reparaba en ellos, ahí cada cual estaba a lo suyo, sin duda ellos no eran los más raros. A pesar de ser temprano, a penas las 9:30, ya había varios grupos de borrachos, que formaban corrillos y se contaban sus historias en un vocabulario obsceno y despreocupado, algunos se habían pasado tanto que incluso un tipo se fué a una esquina a vomitar, apartando en su camino a Cloud el cual observaba aquello con cierto reparo.
