I fell in love.

Un día común para Saiki.

El día estaba malditamente soleado y sin embargo, no tenían más remedio que continuar con sus actividades que les fueron asignadas. Todavía era considerablemente temprano, Saiki no veía la hora de regresar a su casa.

Elevó la vista al soleado cielo que estaba sobre ellos, e inmediatamente su ceño se frunció.

Recuerdenme porqué vine.

—Saiki-kun, ¿vas bien por allá?— La hermosa sonrisa de Kokomi se dibujó cálida sobre el rostro de esta, mientras observaba al adverso, ya que se había detenido de repente. Saiki solamente asintió, como de costumbre.— De acuerdo, si necesitas ayuda con los nudos me dices.

Quién no puede hacer un nudo, me subestimas.....

Ahora, cómo se hacía ese nudo.

—¡Saiki, ayúdame!— De la nada apareció Kaido con sus dedos completamente enredados en el nudo que, claramente no le salió como quería.— ¡Saikiiii!— Corrió hacia el recién nombrado sin embargo tropezó gracias a una piedra y cayó al pequeño arroyo que estaba frente a ellos.

Yare yare, claramente así no.

—¡Shun!—De inmediato Kuboyasu corrió a ver a su amigo, Saiki no se inmutó pues sabía que este estaba bien, y tampoco quería ir a verlo, así que solamente seguía mirando fijo la cuerda gruesa que tenía en sus manos; la primera actividad del día era lograr hacer un nudo de pesca.

—Eh, ¿qué le pasó al pequeñín?— Cuestionó Nendō al posarse a lado de Saiki, tenía su nudo casi terminado.

—Es torpe, no esperes nada de él... ¿Cómo hiciste eso?— Saiki miró fijamente las manos de Nendō e inmediatamente este sonrió.

—¿Quedó bien, no es así compañero?— Cerró los ojos, dándose aires de vanidad.— Te puedo enseñar a hacer uno así de bien.

Te subiría el ego prefiero a Teruhashi.

Decidió ignorar a Nendō y se acercó a la líder del equipo, la cual ya llevaba hecho exactamente cinco nudos colocados perfectamente en el gancho de pesca.

—Oh, Saiki-kun, ¿Kaido está bien?— El de cabellos rosas asintió muchas veces.— Menos mal, decidí hacer el nudo de todos porque así tomará menos tiempo, además, seguimos en competencia así que si logramos pescar algo, ¡aunque sea un pescadito podemos ganar esta prueba también!

No era necesario...

       El mío tal vez, el de ellos no.

—Además, me sentí mal porque en la prueba de ayer no ayudamos Chiyo y yo realmente, ella perdió su lista de cosas y no colaboramos en nada.— En esos momentos agachó su cabeza mientras se acariciaba uno de los mechones de su cabello. Saiki de un momento a otro se sintió nervioso, ¿qué debía decir? usualmente Teruhashi no se mostraba así frente a nadie. Estaba a punto de abrir los labios e intentar decir cualquier cosa pero la contraria esbozó una diminuta sonrisa.— Aunque sabes, Saiki-kun... De alguna forma me alegro no haberlos ayudado.— En ese momento sus mejillas se colorearon de un suave color rosa.— Quiero decir, cuando Chiyo y yo nos fuimos juntas para empezar a buscar las cosas, ella me dijo... Me dijo que estaba feliz porque tú tenías a Kuboyasu, así... bueno... de esa forma... Ella me tiene a mi.

Lo sabía, él sabía perfectamente que ella estaba a punto de decir algo como eso, y no solamente eso, sino que también conocía cómo se sentían ambas la una por la otra; el día del examen, el festival, hace tiempo lo sabía pero al igual que los sentimientos de Kaido por Nendō, era algo que no le correspondía decir, ni ayudarles, ni absolutamente nada parecido, ellos debían darse cuenta por si mismos y saber si aceptaban ese sentir o no. Por ello, Saiki esbozó una pequeña sonrisa, estaba sinceramente feliz por Teruhashi, todavía no podía quitarse de la cabeza aquella imagen del día anterior dónde Chiyo le había robado un beso; y finalmente, ambas se estaban besando. Pero aún así, estaba feliz por ella, durante un tiempo fué complicado para Teruhashi el verlo a él con Kuboyasu, lo sabía aunque ella jamás lo dió a notar, después de todo estaba extrañamente enamorada de él. Pero ahora también tenía a alguien a quien querer, y eso era bueno.